Capítulo 21: Día de hermanos.

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Esto me recuerda a cuando era pequeña y hacia "fiestas" de pijama con Pablo en casa. No hará tiempo ni nada desde entonces. Pero ahora es mucho mejor. Además de no ser niños, ya no tengo al caprichoso de Pablo conmigo, sino a Àlex que se preocupa de cada gesto raro que hago. Me lo estoy pasando tan bien que apenas recuerdo la última vez que estuve aquí.

No me he sentido tan bien en mucho tiempo. Y no creo que sea por estar haciendo el tonto con Àlex. Creo que el cambio de aires me vendrá muy bien. Lo único que me une a Almería ahora es María, y últimamente cada vez que hablamos acabo peor. Sé que se preocupa por mí, pero no puede dirigir mi vida y mis sentimientos cuando quiera. De los errores también se aprende.

Desde que salí del edificio con contrato y llaves me siento mucho mejor. La presión de encontrar un sitio donde vivir pronto me estaba matando. Pero creo que no ha sido solo liberarme de esa presión, sino saber que pronto me iré de Almería y no sé cuándo volveré, si es que vuelvo. Quiero a mi amiga, pero en este momento será mejor poner distancia.

-Te veo bien.
-Estoy mucho mejor, sí.
-Te has quitado la presión de buscar piso. Es normal.
-Sí. Eso me ha calmado. Pero no es todo. Ahora que estoy aquí y que sé que quizás no vuelva a Almería más que para la mudanza... No me siento mal. No me da pena no volver.
-Todos necesitamos un cambio de aires a veces.
-Supongo que sí.

Quién nos viera, se pensaría que somos otra cosa. Ambos nos queremos como a hermanos. Pero tal cómo estamos ahora mismo, si Marc volviera a casa justo ahora y nos viera así, posiblemente armaría una buena. Aunque ya no sea nada suyo y aunque Àlex sea libre de hacer lo que le dé la gana. Pero ya hubo mal entendidos por mucho menos hace años, no creo que nos vea como a dos hermanitos ahora tampoco.

Estoy apoyada en Àlex mientras vemos una serie. Aunque sinceramente creo que ninguno de los dos le está haciendo caso a nada. Estamos hablando como cotorras por momentos y apenas atendemos a lo que hay en la televisión.

Hablamos de todo un poco. De mi próxima mudanza. De sus carreras. De mi próximo disco. No le he enseñado las letras, pero si le he dicho que no tenía intención de que vieran la luz. Así que, aunque no me lo pregunte, sé que sabe que son letras escritas desde el dolor de perder a las dos personas más importantes que tenía en ese momento. A Marc. Y a nuestro hijo.

Todavía no me han dicho cuándo saldrá a la venta, pero no creo que tarde mucho tiempo. Ya está todo grabado. Ahora solo hay que promocionarlo y que ponerlo a la venta. Aunque espero que se esperen a que esté instalada en Barcelona para eso.

-¿Y a dónde ha ido Marc?
-Tenía cosas que grabar antes de irnos a Brno.
-Ya.
-No es nada interesante, y no se ha ido por no verte. No sabe que estás aquí.
-Eso no me hace sentir mejor. ¿Y si aparece ahora y se cabrea contigo?
-Marc tendrá que aguantarse. Esta también es mi casa. No puede prohibirme que tenga visitas.
-No sé si esto puede considerarse una visita.
-Deja de pensar en Marc. No va a venir. Se va directo a Brno.
-Vale hermanito.

No hay mucho cambio en el resto del día. Estamos todo el rato "viendo" algo y hablando al mismo tiempo. Vamos, dándole a la lengua y sin enterarnos de nada de lo que hay en la pantalla.

Aunque también hay un momento para el recuerdo en el que dejamos la cocina hecha un desastre. Se supone que iba a ayudar a Àlex a hacer la comida, y al final no sé qué pasó que acabamos con la cocina que parecía que había pasado un tornado por encima. No sé en qué momento pasó todo eso. Pero nos tocó recoger más de lo que cocinamos.

-No vuelvo a dejar que me ayudes. ¿Esto te parece una ayuda?
-¿No te estoy ayudando a limpiar?
-Lo que faltaba que lo tuviera que limpiar yo solo cuando has empezado tú.
-Lo siento. Me ha salido la vena infantil ahora. Mejor no vuelvo a ayudarte, sí.
-Mejor que me dejes a mí de ahora en adelante sí. Pero ahora terminemos de limpiar esto.

Limpiamos y limpiamos hasta dejarlo incluso más limpio de lo que estaba al principio. Y luego dejo a Àlex solo en la cocina. No quiero volver a liarla otra vez.

Un rato más tarde aparece con los dos platos preparados ya. Unos vasos y una jarra con agua. Comemos tranquilos viendo lo primero que encontramos. Y la verdad es que está todo muy bueno. No es un Chef Estrella Michelín ni nada parecido, pero no se le da nada mal cocinar. Quién sabe si podría ir hasta a Master Chef Celebrity. Si no tuviera el Mundial claro. La grabación del programa no creo que le coincidiera nunca bien con el Mundial.

Cuando terminamos insisto en recoger y fregar la loza yo. Pero Àlex me dice que no. Que no vaya a romperle la vajilla a Marc. No a posta, o quizás sí. Pero con la que he liado antes quizás si soy capaz de romperlo todo.

Àlex se lo lleva todo y vuelve al rato con las manos más congeladas imposible y torturándome con ellas. Es lo que tiene fregar, que caliente el agua no va a estar.

-Quítame esas manos de encima. Estás congelado.
-No es para tanto. Quejica.
-¿Quejica? Pero que me has metido las manos esas congeladas debajo del pijama. ¿No voy a quejarme?
-Pobrecita. Todavía te puedo tirar en la piscina, eh.
-Ni te atrevas.

Y dos fieles escuderos vienen a salvarme ladrando a Àlex para que me deje tranquila. Adoro a esos dos perros. Stich y Shira son un amor.

-Eso es. Defenderme que papi me quiere congelar.
-Te salvas por ellos. Sino te llevaba ahora mismo a la terraza y te tiraba a la piscina.

Sé que está bromeando. Pero en el fondo lo veo capaz de hacerlo. Así que mejor no provocarle mucho.

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Feliz Año Nuevo!! En 4 días un capítulo nuevo!!

Márquez² (TM 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora