Capítulo 29: Post Concierto.

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Cuando acabo el concierto estoy eufórica. Llevaba tanto sin hacer uno que ya no recordaba cómo se sentía. Los nervios se han esfumado y ahora soy todo adrenalina. Marc, Àlex y Leti me están esperado dónde mismo han estado todo el concierto.

-Voy un momento al camerino y si os apetece vamos a tomar algo.
-Claro.- dicen Àlex y Leti.

Marc no dice nada. Ni que sí, ni que no. Ya veremos qué hace después.

Voy al camerino. Me cambio y refresco un poco y vuelvo a dar con esos tres. Leti decide el sitio dónde ir. Conoce mejor Madrid que ninguno, así que nos fiamos de ella.

Tardamos un poco en llegar. Hay mucho tráfico en la capital. Pero cuando llegamos parecemos unos locos. Al menos Àlex, Marc y yo. No queremos que nos reconozcan y vamos haciendo más el cante que yendo normal.

Empezamos la noche tranquilos los cuatro. Cuando vienen a tomarnos nota pedimos cuatro cervezas. Y luego otras cuatro.

Menos Marc, el resto vamos relajadamente con las cervezas. Y eso parece aburrir al señorito porque se separa del grupo y luego lo veo en la barra tomando bebidas más fuertes.

Las dos cervezas me animan a bailar un poco con Àlex. Nada raro. No estoy borracha, ni estoy restregándome con él. Solo bailamos la música de fondo cuando nos da un arrebato. Y también bailamos con Leti. Mientras Marc sigue en la barra bebiendo a saber qué.

La noche ha empezado tarde, y Leti empieza a cansarse. Así que Àlex decide acompañarla a casa. La idea era irnos los cuatro, pero Marc le ha dicho a Àlex que se quedaba un rato más. Y yo no he querido dejar a Marc en el estado que sé que está. Así que pienso quedarme hasta que se vaya él.

-Ey. ¿Todavía te tiendes en pie?
-Déjame.
-Marc. ¿Qué te pasa?
-No quiero oírte.
-Pues de aquí no me voy a ir hasta que vuelvas al hotel. No te voy a dejar aquí solo.
-Vete Xenia. Déjame solo.
-No.
-Cómo quieras.

No me aparto de la barra. Y además me pido un Vodka. A lo mejor si ve que yo me voy a coger una buena él para de beber.

Pero no. No para. Solo sigue bebiendo y bebiendo. Y yo no me quedo atrás. Sigo con él.

-¿Por... Por qué no te vas?
-No voy a dejarte sólo.
-No te importo. Vete.
-Sí me importas, idiota. Nunca he dejado de preocuparme por ti, imbécil.
-¿Por... Por eso no me hablas?
-¡Eres tú el que me ignora!
-No puedo hablarte cómo si no te quisiera todavía...

¡¿Qué?! Sé que está borracho. Y yo también. Pero... ¿Lo dice enserio?

-Tú solo te quieres a ti.
-No. Yo sólo sé cagarla una detrás de otra.
-Eso no te lo voy a negar.

Nos quedamos los dos en silencio. Sigo con mi bebida sin intentar hablar más con él. No sé si quiero seguir la conversación.

-Te quiero, Xenia.

Me atraganto cuando le escucho. Y decido que he sido idiota. No puedo conseguir que Marc venga conmigo sin que la lie yo por entre medio. Mejor me voy ya. Pediré un taxi e iré al hotel. Marc que se las arregle solo.

Me levanto y camino hasta la salida. Pero Marc me alcanza medio tambaleando ya, y me agarra el brazo.

-Suéltame.
-Escúchame.
-No. Déjame en paz.

Lo siguiente que pasa es que tengo a Marc besándome. Primero no reacciono. Luego intento apartarme, pero Marc insiste. Y entre el pedo que ya llevo encima y los sentimientos retenidos que llevo guardando casi 3 años... Lo bueno es que consigo sacarlo del bar. Lo malo es que vamos liándonos por todo el camino.

Para cuando el taxi para delante del hotel, cosa de la que no nos damos cuenta ninguno de los dos, ya he mandado a mi Pepito Grillo a olvido. No quiero escuchar a mi conciencia ahora. Solo quiero seguir haciendo lo que estoy haciendo con Marc.

Márquez² (TM 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora