Capítulo 68: Aragón.

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(Xenia)
¡Nos vamos a Alcañiz! Sí, me voy con Marc y Àlex (y con Axel, claro) a Aragón. Marc no está muy contento con la idea. Dice que Axel es muy pequeño para estar en el circuito. Pero yo quiero aprovechar al máximo antes de que se me vaya 5 semanas fuera. La semana próxima se va a Japón. Y ya no vuelve hasta después de Malasia, 4 semanas más tarde. No iba a venir desde Tailandia para irse luego otra vez a Australia, ¿no? Y una vez llegue de la Gira Asiática se va a Valencia la semana siguiente. No, yo no me quedo en casa pudieron estar en Alcañiz esta semana antes del colofón final. No, no y no. Además, no está tan lejos.

Nuestro pequeño Axel de un mes va en su maxi-cosi tranquilo y dormidito. No saldré mucho del motorhome por sus pobres oídos. Pero necesito estar en el circuito con ellos y no en Barcelona volviéndome loca. Bastante será la gira asiática para que me quedé en el piso también en el GP de casa.

-¿Cómo vais por ahí detrás?- pregunta Marc que todavía no está muy seguro de que esto sea buena idea.
-Muy bien, papá.
-¿Va a estar bien? En el circuito va a haber mucho ruido.
-No saldremos del camión mientras estén las motos en marcha.
-No sé. No estoy muy convencido de que...
-Deja a tu mujer tranquila, Marc.- suelta Àlex que está en el asiento del copiloto.
-¡No es mi mujer!
-Porque no quieres...- responde como quién no quiere Àlex.

Àlex está de acuerdo conmigo con que nos vendrá bien estar en el circuito. Y sabe que no haré nada en contra del pequeño. Yo misma sé que es bastante locura traer a un bebé de un mes al circuito. Pero no voy a ponerlo en medio del box escuchando como su padre sale dando gas.

Hemos salido desde Cervera. Anoche me vine con Axel a casa de Marc, y esta mañana hemos salido todos juntos desde allí. Era lo más lógico. Tardábamos menos desde Cervera. Y no era normal tampoco que los chicos vivieran hasta Barcelona que es más de una hora, para luego pegarse otras tres hasta Teruel. Así que tenemos dos horas de camino hasta llegar a MotorLand Aragón. Bueno, ahora ya no tanto. Estaremos a mitad de camino más o menos.

He intentado que condujera Àlex, Marc está demasiado nervioso con que vayamos nosotros, pero ha sido imposible. Quería conducir él. Y si lo hacía Àlex, Marc se negaba a que fuéramos Axel y yo en el coche. No ha quedado de otra qué que conduzca Marc hasta Alcañiz.

El trayecto llega a su fin. Saco con cuidado a Axel del maxi-cosi y me lo pongo en la mochila de porteo. Va a ser más cómodo llevarle así durante el fin de semana que en el carrito. Demasiada gente y además así lo tengo conmigo todo el tiempo.

Àlex desaparece nada más llegar y bajarse del coche para buscar a Leti. Y Marc se encarga de las maletas. Yo podría llevar mi maleta y el bolso con las cosas de Axel, pero Marc no deja que coja nada que no sea a nuestro hijo. El mismo que no se entera de nada. Todavía sigue dormido. Aunque no creo que dure mucho más así. Le toca comer pronto.

De camino al motorhome muchos se fijan en nosotros. O más bien se fijan en mí, con Axel en la mochila y al lado de Marc. La prensa no tardará en aparecer. Si no nos están grabando ya. Esos huelen a lo lejos las noticias.

Conseguimos llegar al camión sin demasiados problemas. Algunos pilotos se paran a saludar a Marc, y echan un ojo al pequeño que llevo colgando. Pero nadie dice nada. Y menos mal, porque nada más meternos en el motorhome Axel empieza a llorar. Y una vez empieza el llanto es difícil de calmarlo. Sí se hubiera despertado en medio de la marabunta no sé cómo podría haberle calmado. Pero ahora puedo dedicarme a darle de comer sin contemplaciones y sin temer que hagan preguntas.

-¿Te gusta lo que ves, Marc?
-No te voy a decir que no.
-¿No tenías que ir al box?
-Pueden esperar unos minutos.
-Vete. No nos va a pasar nada.
-Vaale. Vuelvo enseguida.
-De acuerdo.

Marc se va. Yo me centro en Axel que come lentamente. Y cuando veo que se me ha quedado dormido, lo separo de mi pecho, me cierro el sujetador, me coloco la camiseta y le dejo dormir encima de la cama. No me aparto de Axel en ningún momento. Es muy pequeñito para andar girándose, pero quién sabe lo que pueda pasar si no le echo el ojo.

Ninguno de los dos hermanos vuelve en un rato. Y empiezo a aburrirme aquí. Solo mirando que Axel esté bien. Así que busco la mochila y vuelvo a meterme a Axel en ella y salgo del camión. Todavía no hay motos rodando por pista ni nada. Así que mejor que disfrute de poder dar una vuelta antes de que se vuelva insoportable.

Voy camino del box de Marc cuando oigo a alguien llamándome detrás. Me giro y veo a Fabio. Que sonríe al ver que me paro, aunque luego se fija en la mochila y se queda bocabierto.

-¿Está dormido?
-Sí. Como un angelito.

Destapo un poco la tela para que lo vea y se queda un rato mirando a Axel.

-Enhorabuena, tienes un niño precioso.
-Supongo que su padre también tendrá algo que ver.
-¿Y es...?
-Marc, obvio.
-Bueno. Eso dice todo el mundo... Pero nunca te pregunté si era verdad.
-Bueno, ahora ya lo sabes.
-¿Habéis vuelto? Me han dicho que habéis llegado juntos.
-Sí. Al final decidí darle otra oportunidad.
-Espero que seáis felices esta vez.
-Eso espero, sí.
-¿Quieres dar una vuelta?
-Vale.

Me encanta pasar el rato con Fabio. Es un chico estupendo. Y es capaz de calmar a Axel cuando se despierta.

Se ha despertado llorando. Imagino que por gases. Al quedarse dormido no se los he podido sacar. Le he sacado del canguro e intentando calmarle, pero no estaba resultado fácil y Fabio me ha pedido que se lo diera. Se ha calmado enseguida. Me he quedado en shock, pero por mi encantada. Tito Fabio me viene de fábula.

-Gracias por calmarle.
-Nada.
-¿Qué has hecho?
-Nada en especial.
-Si tú lo dices. Creo que mejor será que vuelva ya. Marc ya debe haber salido del box y estará como loco buscándonos. Y siento decir que no le va a gustar que estés con Axel en brazos. Ni que yo esté contigo.
-Sí. Ya me lo imagino. Bueno, adiós pequeño...
-Axel. Se llama Axel.
-Au revoir, petit Axel.

Me despido de Fabio de nuevo y me voy con mi pequeño en busca de Marc. Le encuentro en el box todavía. Así que le alegro la tarde y no descubre que Axel y yo hemos estado con el enemigo. O eso creo yo.

Márquez² (TM 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora