Capítulo 57: GP de Jerez.

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Tras el ataque de ansiedad del pasado fin de semana, conseguí calmarme gracias a Marc. No se separó de nosotros en todo el día. Y aunque no pensaba ir a Jerez. Al final he acabado viniendo. Medio por insistencia de ambos hermanos Márquez y también medio en contra del propio Marc, que quería que viniera y no a la vez.

Yo también estuve dudando. Pero realmente me apetece mucho poder estar en el circuito, y no creo que vaya a pasar nada, ¿no?

Mi idea era ir en coche. Pero eran 10 horas y media. Y en avión hemos tardado menos de dos horas, y luego unos 15 minutos hasta el circuito. Así que era preferible el avión aun estando embarazada que 8 horas más de trayecto.

No he salido del camión, ni tengo intención de hacerlo. No por nada. Es que con la de prensa que hay en el circuito no quiero que me estén rodeando a todas horas preguntándome por el embarazo y, sobre todo, por el padre del bebé. Creo que todos saben o sospechan que es de Marc. Pero mientras ninguno lo asegure no pueden decir nada a ciencia cierta. Claramente si gana o queda en el podio Àlex iré a parque cerrado. No soy capaz de quedarme aquí con mi hermanito haciendo podio.

Quizás debería alegrarme un poquito más. Es el primer GP en casa de Àlex con el nuevo equipo. Con Ducati. Y el primer GP de Àlex con Ducati al que vengo al circuito. Pero no estoy feliz. Àlex se ha quitado gran parte de la presión de ser el hermano de Marc al salir de Honda. Y le está yendo bien con Ducati. Pero... Me cabrea que tuviera que irse de Honda para demostrar lo que vale. Ya se ve lo que lo valoraban ahí dentro. No había hecho no una sola carrera y ya le habían sacado del equipo oficial para el año siguiente. Y tras los dos años con el LCR... Ahora está en el Gresini. Y Marc después de 4 operaciones de humero por fin está de nuevo en la alto, pero ahora tiene compañía. Àlex y Fabio Quartararo. Principalmente.

Además, no estoy contenta porque ver los entrenos desde aquí es lo mismo que verlo desde casa. Y con el añadido de saber que estoy en el circuito. Esto va a ser una mierda gigante.

-Ven aquí aburrida.
-¿Qué?
-Qué vengas conmigo, Xenia.
-No.
-Ponte esto.- le dice Àlex enseñándome su chaqueta del equipo.

La suya. Porque encima de la mesa hay otra sin estrenar.

Me acerco sin confiar mucho. Le cojo la chaqueta de las manos y me la pongo por encima. Y una vez la tengo puesta sé para qué quería que me la pusiera. Me queda tan grande que disimula más o menos bien la barriga de 5 meses. Más o menos. No es que no se note que estoy embarazada, aunque eso ya lo sabe todo el mundo. Pero no llama tanto la atención.

-Gracias.
-Nada. Vamos a dar una vuelta.
-Vale.

Mañana empieza la acción en pista. Así que agradezco mucho que Àlex haya pensado en mí y quiera que no me muera de aburrimiento en el camión. Normalmente tendría que estar en el box preparando la moto para mañana. Cosa que sí debe estar haciendo Marc. No ha aparecido por el Motorhome desde esta mañana.

-Está bien.
-¿Qué?
-Qué Marc está bien. Está en la rueda de prensa.
-¿Y tú porque no estás?
-No me han elegido para estar. Y bueno, me gusta estar contigo.
-Y a mí.

A paso tranquilo pasamos por todo el circuito. Nada que no haya visto nunca. Pero siempre me gusta ver el paddock a rebosar. Un circuito vacío no es un circuito. Pero lo que no me gusta del circuito es que esté lleno de cámaras. Aunque lleve la chaqueta de Àlex no estoy cómoda con las cámaras por todas partes. Y menos precisamente yendo con Àlex y llevando su chaqueta. No quiero que todas las revistas, noticias y periódicos digan que él es el padre del bebé. Porque no lo es. Y porque no me da la gana de que metan las narices donde no les llaman.

Cuando ya estamos volviendo al Motorhome oímos una voz gritando que esperemos. O yo creo que nos están hablando a nosotros. Nos giramos y vemos a Marc corriendo por todo el paddock llegando hasta donde estamos nosotros. No sé qué prisa hay en alcanzarnos.

-Casi no os pillo.
-¿Y qué prisa había para alcanzarnos?
-No sé. Os he visto y he querido ir con vosotros.
-Solo vamos al camión, Marc.
-¿Estáis bien?- pregunta Marc mirándome solo a mí, así que entiendo que pregunta por mí y el bebé.
-Estamos bien.
-Perfecto.

Llegamos los tres juntos al Motorhome. Y no sé si es mejor que estar rodeada de cámaras. Marc no deja que me mueva. Vale, fui yo la que entró en pánico hace unos días. Pero ya está. Estoy bien. No necesito estar sentada o tumbada todo el día.

Menos mal que está Àlex para mediar entre los dos. Y lo compadezco. Marc no hace más que ponerme de los nervios y siempre le toca a él interponerse entre los dos y arreglar la situación antes de que lleguemos a las manos.

El viernes y el sábado pasan a la velocidad de la luz, y los resultados son muy buenos para ambos hermanos. Así que el domingo se pone interesante.

Los pilotos de la primera fila se repiten como en otros GP's anteriores. Marc, Fabio y Àlex. No siempre en el mismo orden. Pero suelen estar los tres en la primera fila en los últimos Grandes Premios.

Siendo el Gran Premio de España/Jerez y viniendo con Àlex y Marc, pues prefiero que gane uno de los dos. Pero si ganase Quartararo tampoco tendría ningún problema. Son mis tres favoritos.

Así que cuando acaba la carrera y Marc la ha acabado por el suelo, y Àlex para no comérselo también ha acabado 6° al irse largo para evitar la moto de Marc, y gana Fabio Quartararo. Aunque ninguno de los otros dos está en el podio, como es obvio. Sí que acabo en parque cerrado felicitando a Fabio. Lo que provoca que a Marc le salga espuma por la boca, según Àlex más tarde. Y que Àlex tenga que mediar entre nosotros todo el resto del día y hasta que llegamos de nuevo a Barcelona y nos separamos. Ellos se van a Cervera, y yo me quedo en mi piso de Barcelona.

Márquez² (TM 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora