Márquez² (TM 2)

Capítulo 30: Vergüenza.

Tras echar a Marc de la habitación me mata la vergüenza. Mi idea era sacar del bar a Marc. No acostarme con él. No pienso volver a meterme en lo que no me llama. La próxima vez lo dejo que se coja un coma etílico y listo. Ni siquiera voy a volver a dirigirle la palabra a ese. Me niego a caer en sus brazos nuevamente. Paso de caer ni una sola vez más. Nuestra historia ha llegado hasta aquí. No pienso relacionarme con él más. No directamente. No voy a dejar de ver y de hablar con a Àlex. Pero Marc será como una pared si está presente. Que preferiblemente que no.

Dándole vueltas a todo lo que ha pasado desde anoche decido que necesito una voz amiga que me ayude a calmarme y me diga que hacer. Sin que me eche en cara que eso iba a pasar tarde o temprano, y sin que pueda estar metido entre ambos sin saber de qué lado tirar. No, María y Àlex no me valen ahora mismo. Tengo que llamar a Leti.

Llamo a la periodista y la espero en la habitación. No quiero arriesgarme a chocarme con Marc ahora mismo. Lo que ha pasado hace un rato al despertarnos a sido bochornoso. ¿Tan pedo iba que no he podido pararme en ningún momento? No. No ha sido solo el alcohol. Lo que ha hecho que no pudiera darle un empujón y apartarlo de mí no ha sido en Vodka. Han sido mis sentimientos por Marc.

Llaman a la puerta. Y no sé si a Leti le ha dado tiempo de llegar ya. Así que no sé si ir a abrirla o no. ¿Y si es Marc intentando que hablemos sobre volver o cualquier cosa por el estilo? No. No quiero verle ni hablar con él.

Tras la insistencia de golpes en la puerta me llega un WhatsApp de Leti. Es ella. Así que corro a abrirle la puerta. La arrastro dentro y cierro la puerta antes de que aparezca nadie más.

-¿Hay algún espía o algo en el hotel?
-Pues en eso no he pensado. Quizás haya algún paparacci en el hotel.
-Eso ya te digo yo que sí. ¿Pero porque estás así? No abrías la puerta y luego me has arrastrado corriendo para que nadie me vea entrar.
-Pensaba que podía ser Marc.
-No sé yo si se despertará temprano. Con el ritmo que llevaba anoche tiene que estar con una resaca monumental.
-Quizás eso no es lo que más le moleste ahora mismo...

Leti no me pregunta nada. Solo me mira y como si estuviera analizando mi comportamiento y lo que acabo de decir, acaba negando antes de hablar.

-¡Te lo has tirado!
-¿Quién te lo ha dicho?
-Venga, Xenia. Estás rara y evitando a Marc. Tienes un cartel enorme en la cabeza que pone que te has tirado a tu ex.
-Vale. Sí, nos hemos acostado.
-Bueno, no es algo tan malo. A la mayoría les pasa. Pero por eso no tienes que ignorarlo. Estabais los dos un poco pasados de rosca. Era algo inevitable estando ebrios.
-No. No fue el alcohol. Estaba decidida a dejarle solo un momento antes. Pero en cuanto me besó en el bar, me olvidé de todo y lo arrastré hasta aquí.  He sido idiota e ingenua. Esto no puede volver a pasar. Marc nunca va a cambiar, por mucho que me duela no estar con él... Es lo mejor. No pienso volver a hablarle más. Cuanto más me acerque a él, más posible es que me vuelva a romper en pedazos por su culpa. No pienso volver a pasar por eso.

Leti no dice nada. Solo me abraza y me consuela por un momento para conseguir calmarme. Por mucho que me diga ahora no le voy a hacer caso. Primero tiene que conseguir que me calme y sepa escucharla sin interrupción.

-No te voy a decir lo que tienes que hacer. Tú mejor que nadie sabe lo que has pasado. Pero creo que es mala idea alejarte de Marc. Nunca vas a poder alejarlo del todo. Es el hermano de Àlex. Siempre están juntos. Y por mucho que quieras olvidarlo, el pasado también os une, Xenia.

Escucho, pero no respondo. No puedo decir nada. Sé que tiene razón. Y aunque no me calma que me lo diga, tampoco me pone mal. La forma en que me lo dice es de alguien que quiere lo mejor para ti. Estoy segura de que María me diría que es culpa mía. Que no debería haberme quedado con él en el bar, para empezar. No, no debí hacerlo. Pero me vi incapaz de dejarle ahí solo. Que no me vea capaz de volver a estar en una relación con él no significa que no me preocupe.

-Creo que los dos seguís sintiendo lo mismo. Pero a los dos os da miedo decirlo. Tú no quieres volver a pasarlo mal, y él no quiere que lo rechaces. Lo veo en cómo te mira. Y en cómo le miras tú a él. Seguís enamorados uno del otro. Pero el pasado se mete entre medio no dejando que lo intentéis de nuevo.
-Eso ya lo sé. ¿Crees que no noto como me mira? ¿O cómo se me acelera el pulso a mí, todavía, cuando lo veo? Pero tengo dos voces en mi cabeza que me dicen una lo contrario de la otra. Una me dice que me olvide de todo y nos dé otra oportunidad. Y la otra me dice que Marc volverá a hacerme lo mismo, que no lo haga.
-Quizás solo necesitas algo más de tiempo. O tomar una decisión. Muchas veces creemos que es la mejor y al tomarla sentimos que no es la correcta, que no es la que realmente queríamos. Si decides no volver a darle otra oportunidad a Marc y en el fondo sientes que eso no es lo que quieres... Ahí tienes tu respuesta.

Escucho sabiamente a Leti y por fin me fijo en la felicidad que se le nota en la cara. Con mis propios temores no me había fijado en lo radiante que se ve. ¿Qué le habrá pasado para estar tan contenta?