CAPÍTULO 10

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Aurora

Una patada en la mandíbula me despierta, pero ¿qué mierda? Lina tiene sus pies a un centímetro de mi rostro y un brazo rodea mi abdomen, volteo la cabeza y me encuentro con Erik durmiendo placenteramente, ¿en qué momento me quedé dormida con dos personas en mi cama?

Tengo un vago recuerdo de Erik cargándome a mi cama, pero ¿por qué se quedó? y ¿en qué momento vino Lina?

Volteo hacía el otro lado para ver la hora en mi reloj, son las siete y media, no es tan tarde pero la niñera de Lina llega a las ocho.

Me enderezo sobre la cama y zarandeo suavemente el hombro de Erik. Se despierta de golpe y mira para ambos lados, luego se saca la baba se la comisura de su boca y se encuentra con mi mirada, lo que hace que también se siente y luego mira a Lina con una pequeña sonrisa divertida.

—Hay que ir a trabajar —es lo único que digo, aún procesando la sorpresa.

Es viernes y tengo doble trabajo, ayer no me tendría que haber ido de esa manera de la firma y mucho menos hablarle de la manera en la que le hablé a Erik, no tenía motivos. Es solo que... cada vez falta menos para ese día y me pongo a pensar en él, y... simplemente me quiebro.

—Claro, llevaré a Lina a su habitación y luego iré a mi departamento —asiento sin mirarlo.

—Cuidado con su costilla, el doctor dijo que es una lesión menor pero igualmente debe evitar los movimientos bruscos —recuerdo las palabras que la niñera me dijo cuando la llevó al doctor.

Erik lleva a Lina a su cama. Yo salgo de la mía, me doy una ducha y luego me pongo un vestido azul con un poco de escote. Cuando salgo de mi habitación, Erik no está y creo que es lo mejor. Oigo el timbre del elevador y sé que es la niñera, le indico que pase. Le digo que llegaré tarde y salgo para la firma.

Mara se baja al mismo tiempo que yo de su auto y caminamos juntas, sin decir una palabra.

—No puedes explotar de esa manera aquí —me dice cuando entramos al elevador, la miro de reojo y noto que está tensa.

—Lo sé —me niego a mirarla de frente, me avergüenza hasta recordar la manera en la que exploté— .No lo pude controlar.

—Yo sé, nena —me levanta el mentón y me obliga a mirarla, respiro hondo para no quebrarme de nuevo— .Por suerte Erik intervino.

—Eso creo —el elevador se detiene e ingreso a mi oficina con Mara siguiéndome. Él no se encuentra aquí— .Luego vino a mi casa —abre los ojos sorprendida— , sí, y trajo comida. Lina quedó encantada.

—Él sí sabe lo que hace —sonríe mostrando su dentadura y entrecierro los ojos en su dirección— .Fue un lindo gesto. Ya sabes, te vio mal, enojada, y te hizo sentir mejor. Fue lindo.

—Supongo —me remuevo incómoda en el sofá— .Pero es extraño, no me acostumbro a esos gestos.

—Buen día, bellas damas —Spencer entra con tres cafés en la mano y se sienta al lado de Mara, que está frente a mi. Él nos da los cafés y nos observa— .¿Por qué esas caras largas?

—Rory me acaba de bajar los ánimos diciendo que no se acostumbra a los gestos tan dulces de Erik —se burla antes de beber de su café.

—¿El muñequito? —cuestiona Spencer, también burlón. Ruedo los ojos pero asiento— Déjame adivinar, ¿Te trato de calmar? ¿Evitó que fueras al campo de tiro?

—Nada de eso —y comienzan a hablar como si yo no estaría aquí— .Fue a su casa y vieron una película con Lina.

—Aw, pero que linda pareja —se burla y lo fulmino con la mirada— .Yo hubiera hecho otra cosa para distraerte —sube y baja las cejas. Mara le tira un cojín.

Irresistible Tentación [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora