Irresistible Tentación [+18]

CAPÍTULO 35

Aurora

Le marco a Oliver por quinta vez y muevo mi pierna con impaciencia, pero como las otras llamadas, me envía al buzón de voz.

—Oliver, es viernes y mi noche libre ¿Dónde carajos estás? Porque si crees que no saldré porque no estás aquí, estás demasiado equivocado —cuelgo y suelto un suspiro.

Le marco a Liam como última opción y suelto un suspiro de alivio cuando acepta. Admito que en un principio no me caía tan bien, sin embargo, el que sea la pareja de mi amiga y el padre de mi ahijado, me hizo conocerlo mejor y descubrir que no es mala persona. Se ha ganado mi confianza y parte de mi cariño en estos años.

Me tomo mi tiempo para bañarme y para escoger mi vestido, el cual es de lentejuelas azules y con un escote en V, el cabello me lo dejo suelto y escojo unos tacones del mismo color del vestido.

Liam no tarda en llegar y no viene solo. Alex me abraza antes de ir corriendo escaleras arriba en busca de mis hijos y Liam me da un efímero abrazo.

—Estás preciosa —besa mi mejilla y nos sentamos en el sofá— .¿Irás al club?

—Sí, un respiro me vendría bien —suspiro.

—Ay sí, porque debe ser agotador ser una de las mejores abogadas del mundo y estar bañada en dinero —bufa— .Demasiado agotador, ¿No?

—Cállate —le golpeo juguetonamente el brazo y río— .Es que hoy discutí con Oliver y eso me dejó, en verdad, demasiada cansada.

Se pega a mí y me pasa un brazo por los hombros.

—Anda, linda, dile al tío Liam que te atormenta —sonríe mostrando su dentadura.

—Es que desde que se enteró que Erik está de vuelta se ha puesto más insistente con adoptar a los niños y en tener un futuro juntos, y no lo sé, no es algo que...

—¿Qué te interese? —completa por mí y muerdo mi labio inferior.

—Erik está de vuelta.

—Eso no responde mi pregunta —arquea una ceja.

—Eso debería responder tu pregunta.

Arruga las cejas y luego abre sus ojos como plato, como si acabase de descubrir el mayor tesoro.

—Oh, por Dios —cubre su boca con sus manos— .¡Sientes algo por Erik, lo sigues amando!

—No grites que los niños están arriba —le susurro mientras que veo las escaleras— .Y no, no siento nada por él, es pasado.

—Seguro —rueda los ojos y suaviza sus expresiones en cuanto ve que vuelvo a morder mi labio inferior— .¿Ocurre algo más?

—No entiendo por qué Erik no me habló sobre conocer a los mellizos, ¿en verdad no quiere saber nada de ellos? —siento mis ojos cristalizarse y sus brazos me rodean.

—¿Has hablado con él sobre ellos? —acaricia mi cabello como si fuera una niña y niego con la cabeza.

—Ni siquiera los ha nombrado.

—¿Quieres que hable con él? Hace mucho que no hablamos y podría intentar que entre en razón...

—Descuida —me pongo de pie y quito las pocas lágrimas que se me escaparon— .No es algo que me afecte mucho.

—Como digas —rueda los ojos y se pone de pie para darme otro abrazo— .Ve y diviértete cuanto quieras, me quedaré toda la noche o hasta que Oliver decida aparecerse.

—Bien —suelto una carcajada y busco mi móvil— .Gracias.

—Anda, vete de una vez.

El club ganó mucho más reconocimiento y se ha vuelto más liberal, a diferencia de unos años, las personas no dudan en expresar y saciarse frente a otros.