CAPÍTULO 34

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Erik

Como siempre, ella suspira echando la cabeza hacía atrás.

—No volveré a repetir la pregunta, Sally —sus ojos cafés llenos de ira se fijan en los míos. Se cruza de brazos y ahora soy yo el que suspira.

—¿Qué tan difícil es aceptar que vine aquí por ti? ¿Ah? ¿Si sabes cuanto cuesta un boleto de una ciudad a otra?

—¡Detente, por favor, detente! —despeino mi cabello y me paso las manos por el rostro.

Se me queda viendo, sorprendida, y se sienta en la cama. Ayer en la noche apareció en la puerta de mi departamento, yo iba de camino a cenar con Aurora y no pude asistir, Sally se puso como loca y ni siquiera pude enviar un mensaje cancelando la cena. Incluso apenas pude dormir, ya que mi querida novia me está volviendo loco. Y no en el buen sentido.

—Ya no eres la de antes —me siento a su lado.

—¿Es por qué no soy como la jefa?

—¿Qué?

—¿No me amas por qué no soy la buenota de Aurora Parker? —sus ojos se llenan de lágrimas y paso un brazo por sus hombros, acercandola.

—Esto no tiene nada que ver con ella, nada en nuestra relación lo es —levanta la cabeza, lista para refutar pero pongo una mano sobre su boca— .No hables, escuchame. No vamos a seguir con está relación, lo siento pero ya no te amo, Sally y deberías entenderlo —balbucea sobre mi mano y niego con la cabeza— .Ya me oíste y aunque suene injusto, yo no quiero escucharte, porque lo he hecho durante tres años.

La suelto y se me queda viendo, más sorprendida que antes. Sus ojos no tardan en ponerse llorosos y, furiosa, recoge sus cosas.

—Sally...

—¡No! ¡Cállate! ¡Tres años estuve contigo, tres! Ya veo que desperdicié mi tiempo, dinero y fidelidad que no mereces, bueno, nadie me merece, eso está claro —ríe desviando la vista y en cuanto vuelve a mí su sonrisa se borra— .Púdrete tú y la zorra de la jefa.

Toma su maleta y su abrigo y se va dando un portazo. Alzo las cejas con sorpresa y miro al frente, pasmado.

¿En verdad Sally se ha ido? ¿Esto no es una broma? Porque si lo es, es una de mal gusto. Siento que luego de cinco años me he quitado un peso de mis hombros.

Mi móvil suena, lo que me hace reaccionar. Apago la alarma, me doy una ducha y elijo mi mejor traje para ir a trabajar. Tengo un nuevo puesto de vuelta en San Francisco y no dudaré en tomarlo.

Cuando llego a la firma voy directo a la oficina de Aurora, toco su puerta y espero. La puerta se abre y mi sonrisa se borra al ver al mismísimo Oliver Smith aquí.

—Erik Gardner —sonríe y me palmea la espalda. Arqueo una ceja— .No esperaba verte luego del baile de mi familia.

—Yo tampoco —lo miro de arriba a abajo para asegurarme que sea real y no una mala jugada de mi mente— .Especialmente porque creí que habías superado a Aurora luego de tantos años.

—Ah, avísame cuando encuentres a la persona que pueda superar a esa mujer —me muevo incómodo y voltea— .Amor, Erik Gardner está aquí.

Aurora se posa a su lado, mirándolo, y no quisiera ser Oliver en estos momentos.

—Gracias, Oliver, ya puedes irte —se miran fijamente unos segundos hasta que carraspeo. El castaño me pasa por un lado y Aurora me invita a pasar.

—Estás con Oliver Smith —señalo y ella me mira mientras se sienta en su sitio.

—Vino en cuanto te fuiste.

Irresistible Tentación [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora