CAPÍTULO 24

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Narrador omnisciente

—¿Mamá está enferma? —le pregunta Lina a su tía Mara, mientras ambas observan a Aurora vomitar en el baño.

—Eso espero —le contesta ella con una mueca.

—No tendría que haber mezclado las galletas con el vino —dice Aurora en cuanto tiene un respiro.

Mara la observa con una mueca de asco, las náuseas amenazan con salir y se controla.

—Zanahoria, prepárate, es hora de ir a la escuela —Mara espera a que la pequeña se vaya para acercarse a su amiga y abrazarla por la espalda, sin importarle que esté vomitando— .Resiste, ¿Sí?

—Ahora no, Mara —gruñe.

—Entiendo —le responde apenada. Sale del baño y rasca su nuca con duda.

Ella sabe que su amiga puede ser demasiado sensible cuando quiere, no espera que esté año sea la excepción.

—Al menos deberías cambiarte —le dice cuando Rory aparece en la sala, con sus pantalones anchos de dormir y una blusa de tirantes, es vieja y se nota por las manchas y la tela.

—No jodas.

Lina aparece con una gran sonrisa y se despide de su mamá.

—Mañana la recogeré —ella asiente y Aurora se relame los labios— .¿Segura que puedes hacerte cargo de la firma por hoy?

—Lo hice durante años, aparte no estaré sola, Spencer me ayudará.

—Claro... Spencer —entrecierra los ojos en su dirección— .Nada de sexo en mi oficina, sé que las hormonas del embarazo pueden ser jodidas.

—No tendré sexo en tu oficina —dice ofendida— .Tendré sexo en la mía.

Y aunque suene difícil de creer; le logró sacar una sonrisa a Aurora.

Amara y Spencer han, de alguna manera, arreglado las cosas luego de la discusión en la oficina de la rubia. Puede que sean las benditas hormonas, ¿No? Aunque eso es algo en lo que nadie quiere creer.

—Ya me voy —le besa la mejilla— .Por favor no te mates hoy —intenta bromear.

—No prometo nada —suspira dramáticamente y su amiga rueda los ojos con una sonrisa divertida. Aún conserva su macabro humor, piensa la castaña.

La ausencia de la jefa se nota como cada año, se volvió costumbre en el bufete y el día favorito de los empleados ya que Amara y Spencer se hacen cargo.

La puerta del elevador se abren en el piso correcto y Erik busca la oficina de su jefa, esperando verla y preguntarle sobre anoche, se lleva una... agradable sorpresa al no encontrarla, pero sí a sus amigos.

—¿Y Aurora?

—Hoy no viene —le responde el moreno, sin despegar la vista del periódico en el sofá.

—¿Por qué?

—Porque es su día libre.

—Tiene cólicos —dice Mara al mismo tiempo que su amante. Se miran con pánico unos segundos.

—Es su día libre.

—Tiene cólicos —vuelven a hablar al mismo tiempo y dicen lo que dijo el otro en un principio.

—Claro... —arruga las cejas— .Mejor le mando un mensaje.

—No la molestes, Gardner.

—Pudrete, Spencer.

Irresistible Tentación [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora