CAPÍTULO 20

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Aurora

Me pongo de pie en el momento que mi móvil suena con una videollamada de Lina, desde el móvil de Mara. Salgo al jardín y sonrío a la pantalla.

Hola, mamá.

—Hola, cariño. ¿Cómo estás?

Su cabello anaranjado está despeinado y sus párpados caídos me dicen que está demasiado cansada. Además de que se refriega los ojos y bosteza.

Quería hablar contigo antes de ir a dormir —asiento en comprensión y le sonrío tiernamente.

—Pues ya lo estás haciendo —rueda los ojos— .¿Cómo está Mara?

No lo sé —se encoge de hombros— .Vomita por todo lo que come. Aunque hace rato vino un hombre y le cocinó, ella no vomitó eso.

Mis cejas se alzan con sorpresa. La idea de que Spencer haya aparecido hace que mi corazón de un vuelco.

—¿Sabes como se llama?

Creo que su nombre era Nilan. O Dylan. No recuerdo.

Frunzo el ceño hasta que caigo en cuenta que habla del amigo de Erik.

—Está bien, cariño. Lo entiendo. Ve a dormir, mañana hablamos, ¿Bien?

Sí, mamá —corta la videollamada, no sin antes decirme lo mucho que me extraña.

Apago la pantalla de mi móvil y suspiro. Conocer a los padres de Erik, es... siento como una presión extraña. No puedo describirla. Es como si sintiera que debo caerles bien sí o sí, no quiero decir algo incorrecto y que me detesten. Erik me dijo que les caería bien, pero ¿Si no es así qué?

Miro su casa y un escalofrío me recorre la columna. Es exactamente igual a como recordaba, según el juego de realidad virtual de hace unos meses. Está alejada de la ciudad, por lo que no hay muchos edificios, hay demasiadas habitaciones y tiene un gran jardín.

Vuelvo a entrar y les sonrío a modo de disculpa a los padres y hermanas de Erik, aunque por lo que sé, falta una.

—¿Todo en orden, hija? —me pregunta Agnes mientras que me siento de vuelta en la punta. Veo la misma pregunta en los ojos de Erik.

—Sí. Era mi hija.

—Oh, ¿Lina, verdad? —asiento, extrañada— Mi niño me ha hablado mucho de ustedes.

—Mamá —la reprende el hijo en un susurro avergonzado.

—¿Qué? Si esa es la verdad.

Ríen y no sé cuánto tiempo pasa hasta que las gemelas se ponen de pie con la excusa de que van a la casa de unos amigos, el padre de Erik dice que irá a recoger a Rebecca y Josette quiere irse a su casa.

Todos aquí son tan iguales que asustan.

Me quedo a solas con Agnes y su hijo.

—Y díganme —junta sus manos y sonríe— .¿Cómo se conocieron?

Sonrío y me apoyo en el respaldo de mi silla, Erik me da una mirada nerviosa y comienza a tartamudear cosas inentendibles.

—Liam me la ha presentado —miente y entrecierro los ojos.

—No, nene —intervengo y abre los ojos como plato— .Fue en el trabajo.

—Josie había comentado que eres su jefa —asiento— .¡Ah! Pues si se porta mal solo dime y no dudaré en ir a darle un severo castigo.

Conmigo es suficiente.

—Descuide, su hijo es el mejor socio que he tenido.

—Me alegra oír que a mi pequeño le esté yendo bien. Siempre se ha matado estudiando y a veces siento que perdió muchas fases de su adolescencia.

Irresistible Tentación [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora