CAPÍTULO 32

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Erik

—Ya lo sé, Sally, ¿puedes calmarte?

¡No, Erik! —alejo el móvil ante el grito y ruedo los ojos— ¿Cómo quieres que me calme cuando esa zorra te lleva a otra ciudad? Y encima tú vas y sigues sus órdenes como un perro.

—Deja de llamarle zorra, dijo que ha sido un error y ya.

Claro —exclama con sarcasmo— y no querrá meterse en tus pantalones.

—Adiós, Sally.

Ni se te ocurra co... —cuelgo la llamada antes que termine la frase y guardo mi móvil dentro de mi traje.

Estuvo, aproximadamente, una hora insultando a Aurora y exigiendo que vuelva a Seattle. Es demasiado histérica y aún no me creo que sea mi novia desde hace dos años y medio. Al principio no era así, pero el tiempo fue pasando y provocando que ella cambie.

Muevo mi pie, impaciente por el elevador que aún no llega.

—¡Erik! —me doy la vuelta y no puedo evitar sonreír cuando veo a Mara correr en unos grandes tacones en mi dirección y de la mano viene un niño.

—Mara, hola —la abrazo y beso su mejilla— .Cuanto tiempo, ¿Cómo has estado?

—Muy bien, a pesar de que nos abandonaste —bromea y suelto una risa nerviosa.

—No fue mi elección irme —su mirada se vuelve intensa y me remuevo en mi lugar— ¿Y quién es el pequeño?

Este entrecierra los ojos y sonríe mostrando sus pequeños hoyuelos. Sus cabellos rubios están desordenados y sus ojos verdes no me quitan la mirada de encima.

—Es mi hijo, Gardner —Spencer se posa al lado de Mara, quien sonríe y besa castamente sus labios. Alzo las cejas y los miro con sorpresa— .Y de Liam.

—Y mío —añade Mara, emocionada— .Obviamente.

Dios mío, había olvidado que Liam me había dicho que Amara estaba embarazada y que Spencer no se presentaba. Me alegra que todo haya salido bien. Esto me recuerda que no he hablado con él desde hace un buen tiempo. Mi intención no era alejarme, traté varias veces de mantener una conversación pero siempre me respondía con monosílabos.

—¡Sí! —habla por primera vez el niño mientras que no quita su sonrisa, la que me recuerda a su mamá— Mis papis son geniales.

—¿Tus papis están juntos? —pregunto con una sonrisa divertida y asiente— ¿Cómo te llamas?

—Alex. ¿Tú serás mi nuevo papi? —mis ojos se abren y supongo que es la mueca en mi rostro lo que provoca la risa de Amara y de Spencer.

—Es Alexander y ya va tarde a la guardería —Spencer lo carga y sube a otro elevador justo cuando el que espero llega.

—Spencer sigue igual de encantador —ríe y sube conmigo al elevador.

—Él es genial —arqueo una ceja y le doy una mirada— .Es en serio, es un gran padre y novio.

—¿Es tu novio? —asiente y su sonrisa se agranda— .Vaya suerte... ¿Y Liam?

—También —se encoge de hombros— .Los tres criamos a Alex.

—Me sorprendes —me sincero. Y te respeto.

—Y antes de que preguntes, vivimos a unas calles de aquí, por si quieres ir a visitar a Liam.

—Claro, gracias.

—Y... —mira al frente pero me mira de reojo— Aurora no vive tan lejos de nuestra casa.

—¿Se mudó? —cierro la boca de golpe cuando me doy cuenta de lo que pregunté y aprieto mis puños— .Creí que el penthouse era su vida.

Las puertas se abren y caminamos hasta su oficina.

—Lo era. Pero... —me vuelve a mirar de reojo y su voz se vuelve más aguda— Lina quería su espacio y Henry igual, aunque ahora esté en Atlanta.

Es extraño volver aquí, hablar con Amara y que me haga reír de está manera. Es una sensación demasiado cálida, me recuerda a como era mi vida años atrás.

Me voy de su oficina luego de ponernos al día, me ha contado varias cosas, como que ahora hay un piso extra en el edificio que está dedicado únicamente a las madres de aquí que lo necesiten. Eso me tomó por sorpresa, no imaginaba a Aurora haciendo algo como eso.

Mi oficina está exactamente igual a como la dejé cuando me marché. Camino por ella mientras la recorro con la vista, no hay ni una pizca de polvo. Voy a mi escritorio y respiro hondo cuando veo una foto en él, tomo el marco entre mis manos y sonrío al verme a mí y a Aurora, casi olvidaba la existencia de esta foto.

Aurora está de espaldas, su cabello cae como cascada sobre su espalda y sus brazos se cierran alrededor de mi cuello, los míos rodean su cintura y escondo el rostro en la curva de su cuello. El color de su vestido me hace dejar la foto donde estaba y borrar la sonrisa en cuanto me doy cuenta.

Salgo de mi oficina para ir a la de al lado y me relamo los labios antes de tocar. Me da permiso y entro cerrando la puerta detrás de mí. Me mira inexpresiva desde su escritorio y siento que no puedo mover ni un solo músculo.

—Si vienes para que puedas volver a Seattle... —comienza y se detiene en cuanto niego con la cabeza— .¿Qué sucede entonces?

—Quería disculparme —suelto y carraspeo, bajando la vista— .Ayer no te hablé como debía, sé que mi enojo no es razón para tratarte groseramente pero...

—Entiendo —asiente y su móvil suena— .Espera un minuto —asiento y mientras ella habla yo me acerco y me siento frente a la silla de su escritorio— .No, Oliver no quiero ir allí... Pues ve tú.

Arrugo las cejas y miro para otro lado cuando Aurora me mira un breve segundo antes de volver a su llamada. Cuando cuelga junta sus manos sobre el escritorio, manteniendo su mirada en cualquier parte de mi rostro menos en mis ojos.

—No tienes que disculparte...

—Si tengo y lo hago —la interrumpo— .Acepta salir a cenar conmigo —su ceño se frunce y me mira desconfiada— .Por favor. Es mi manera de disculparme, yo invito.

Suspira y por fin me mira a los ojos. Aprieto los labios y escondo mis manos para que no vea el temblor en ellas.

Di que sí. Di que sí. Di que sí.

—De acuerdo.¿Está noche?

—Si tú quieres.

—Mhm, tú escoges el lugar.

—Bien.

—Bien.

Seguimos mirándonos a los ojos unos segundos hasta que carraspeo y me pongo de pie.

No te distraigas, Erik.

—Yo... iré a trabajar, nos vemos está noche.

Salgo de allí antes de que pueda contestar y suelto el aire que no sabía que contenía. Frunzo el ceño a la vez que me encierro en mi oficina.

En verdad he vuelto.

He vuelto después de tres años e iré a cenar con la mujer que me ha roto el corazón. Pero es una simple cena, nada sucederá entre nosotros esta vez y por fin podré demostrar que la he superado. 

Irresistible Tentación [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora