Hilo De Fuego / KyojuroRengokuxLectora

Capítulo 17

Capítulo 17: El sacrificio.

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Años atrás
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—Mamá—Hablo la pequeña ___—¿A dónde nos dirigimos?¿Por qué papá no viene con nosotras?—Pregunto curiosa.

—Nos alcanzará más tardé, lo prometo—Respondió la mujer de larga cabellera, cargaba a Madia quien dormía plácidamente.

—¿Y si se pierde en el caminó?—La mujer, Makoto, rezaba una y otra vez por que la noche no las alcanzará, y si lo hacía que sus hijas ya estuvieran en buenas manos.

—No pasará—Susurró.

Makoto le dedicó sonrisas a ____ que le devolvía la sonrisa, sus ojos rojos brillaban más que nunca, creía fielmente que eran una familia felíz pero era todo lo contrario.

Y Makoto no permitiría que sus hijas fueran torturadas de formas tan crueles solo porque ella había cometido el error de caer en los engaños de un demonio.

¿Qué mejor combinación que un Demonío y una bruja?, sería prefecto, Muzan lo supo desde un principio, sus hijos serían resistentes y podrían estar bajó la luz del sol.

Podría tomar sus cuerpos y lograr lo que tento anhelaba.

Makoto tenía buen corazón, era amable y confiaba muy rápido en las personas, incluso llegó a confiar en Muzan.

Pero le era más fiel a sus hijas, las elegía por sobre todas las cosas, por lo que escaparon durante el día de su "refugió" en el momento en el que Muzan no podría atraparlas.

Las llevaría al pueblo Jenfrin donde los niños eran entrenados desde temprana edad sólo para combatir a los dominios, también habían más personas como Makoto, practicaban brujería, hechizos de curación entré muchos más.

Era probable que no volviera a ver a sus hijas una vez la dejará, pues ella volvería y dejaría rastros falsos que guiarian a Muzan hacia ella.

Así las pequeñas se salvarian.

Ellas debían estar bien, solo ella, eran lo que importaba, si las encontraba las torturaria para volverlas más poderosas y arrabatarles su cuerpo dandole lugar a el fin de los humanos.

Madia era la menor, era melliza de ___ pero al contrario de su hermana ella era debil.

Desde su nacimiento había tenido una enfermedad que Makoto estuvo tratando con ayuda de su ___ quien le daba de su sangre.

La enfermedad le causaba fatiga, su rostro mayormente estaba pálido y su nariz solía sangrar, tenía frío y temía estar sola.

A lo lejos Makoto diviso las puertas del pueblo, camino hacia ella jalando la mano de su hija.

Ahí los estaba esperando todo el pueblo, solo los adultos, se habían enterado de todo a través de una carta que la mujer les había enviado tiempo atrás.

—Sean bienvenidas—Una mujer de largó cabello oscuro camino hacia ellas.

—¿Qué es esto?¿Quiénes son?—Pregunto ___, Makoto se apresuró en bajar a Madia al suelo, la pequeña estaba desorientada y solo atinó a abrazar a su hermana—Makoto, llegaron a tiempo, flata poco para que se ponga la luna y el inicié su cacería.

—Lo se, solo quiero asegurarme de que estén en buenas manos—Habló la mujer.

—Lo estarán, mientras cumplas con tu parte.

—Haré mi mayor esfuerzo, solo te suplicó que las protegan, no dejen que el las atrape—Makoto tomó las manos de la mujer de forma desesperada.

—Lo prometemos por el honor del pueblo Jenfrin, estarán en buenas manos—Juró, Goman—Deberías irte antes de oscurezca—Asintió, sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas—Debes volver.

—No saldré con vida...—Susurró, solo Goman logró escucharla.

—Tienes que volver, te necesitan, nosotros te necesitamos.

Makoto secó sus lágrimas con la manga de su sacó, se volteó y se arrodilló delante de sus hijas, les sonrió como la primera vez que las había visto.

—¿Qué esta pasando?—Pregunto Madia débilmente.

—Debo irme, sera por poco tiempo, lo prometo, volveré a ustedes—Acarició las  mejillas de ambas menores, ___ la sujetó de la muñeca delicadamente, deteniendola.

—No puedes irte, debemos esperar a papá.

—Ire por el, nos iremos juntos—Sus palabras eran con otro significado, ___ siendo tan pequeña no logró decifrarlo—Les diré algo, ¿Si?

Guardaron silencio. Los adultos a sus espaldas escuchaban todo con lástima y felicidad, sabían que una vez Makoto se marchará el reinado de Muzan acabaría.

—No sean injustas, jamás deben darse la espalda, deben seguir el mejor caminó que las beneficie a ambas y a las personas a su alrededor ¿Comprenden?—Las lágrimas resbalan por sus mejillas mientras sonreía llena de dolor—___, prometeme que protegeras a tu hermana, tu también Madia. Ustedes son su única familia, aunque tengan amigos y los concideren hermanos, no será lo mismo, jamás, los lazos de hermanas son más fuertes que todo en este mundo.

____ sollozo secando sus lágrimas.

—¿Por qué te despides?

—Dejame terminar—Exigió quitando las lágrimas de sus hijas—Sean buenas personas, aunque el mundo las odié y sea injusto con ustedes, levanten la cabeza y sonrian demostrandole lo fuertes que son—Ambas asistieron—No luchen entré ustedes, ambas son iguales. Lamentó que esten pasando por esto pero haré que acabé pronto, pero si falló, solo ustedes podrán.

Se soltó del agarré de sus hijas, se levantó para alejarse unos pasos pero las dos pequeñas la siguieron y tomaron sus manos.

—No me olviden—Susurró—Gracias por dejarme ser su madre—Soltó suavemente las manos de sus hijas, sin embargo ellas se resistieron.

—¡No nos dejes aquí!¡No quiero que te vayas!—Negó repetida veces ____—¡Mamá!

Goman tomó las manos de las pequeñas, asintió hacia Makoto.

—Las quiero—Volvió a hablar esta vez alejándose a paso rápido, intentando ignorar los gritos de súplica de las pequeñas.

Era más difícil para ella de lo que se cualquiera pensaría, dejaba a sus hijas en un pueblo para protegerlas de su propio padre que era un demonio, haría que olvidarán cada momento que pasaron con Muzan.

Desviaria al demonio y intentaría matarlo por la noche.

Sin embargo, esa noche quien murió fue Makoto, en manos de Muzan.

Con lágrimas en los ojos, Muzan la enterró en un campo de flores, como a Makoto le hubiera gustado. Su amor había sido sincero durante mucho tiempo, sin embargo su deseó de ser poderoso logró cergarlo provocando que Makoto viera que el era una completa amenaza.

Esa noche la familia que habían logrado ser se había disuelto.

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¡Haha hola!, este capítulo iba a ser el capítulo 1 pero en último momento cambie de idea, lo escribí escuchando "Undo" de fondo.

Dato curioso: Madia sufría de Anemia.