Hilo De Fuego / KyojuroRengokuxLectora

Capítulo 21

Capítulo 21: Promesa

Narra ____

La noche había llegado, Rengoku no había sido llamado por su cuervo por lo que aún estaba en la cabaña, junto a mi.

Habíamos preparado la cena, más bien Kiyojuro se estaba tomando el tiempo de enseñarme a cocinar de forma correcta ya que de suerte podía cortar bien las verduras.

Pero no lo había dejado hacer todo solo, le estaba lavando las verduras para que pudiera cortarlas estando ya limpias.

-Cocinas demasiado, ¿No crees?-Pregunté observando la gran cantidad de comida que había preparado.

-Comeremos los dos-Sonrió sin mirarme-Me gusta comer demasiado.

-Lo note-Solte una risa, la presencia de Kiyojuro era tranquilizadora y reconfortante.

La cabaña estaba inundada de un cómodo calor debido a la chimenea, Rengoku al ser humano debía tener su cuerpo con calor o de lo contrario moriría.

Era algo diferente a mi que podía estar días en el frío sin ninguna consecuencia. Convivir con Rengoku significaría cambiar algunas cosas.

Mientras esperaba pacientemente que Rengoku terminará, lancé unas ramas al fuego para mantenerlo con vida y no dejar que se extinguiera.

Me senté nuevamente en la silla, tomando ese libró que he estado leyendo durante mucho tiempo.

-¿Existe el pueblo Konagura?-Pregunté repentinamente llamando su atención-¿Has escuchado sobre el?

-Es un pueblo que existe hace más de 50 años, al norte-Respondió a mi duda-Jamás he ido pero he oído que algunos cazadores rondaron la zona, ¡es el lugar más seguro!

-¿Los demonios no ingresan?-Asintió caminando hacia mi con dos tazones en sus manos, lo tomé con cuidado dejando el libró a un lado.

Sonreí, felíz de sentirme segura, Rengoku no me menospreciaba, el jamás lo había hecho como el restó.

La noche transcurrió con normalidad, Rengoku ya yacía dormido sobre su Futon con toda confianza.

Sali de la habitación en silencio en dirección a la ventana, la luna brillaba como nunca antes, jamás la había visto así de bella.

Una parte de mi estaba tranquila, pero por otro lado sentía que las cosas estaban por cambiar, por Muzan o los cazadores.

Si esto era un sueño esperaba no ser despertada en mucho tiempo, sentía nuevas cosas que no tenían explicación.

Este lugar parecía seguro, Muzan podría encontrarme pero en caso de que lo hiciera lucharía por se libre, era lo único que deseaba además de ser humana.

Quizás en el pueblo de Konagura encontraría una respuesta, de ese lugar era Makoto, mi madre.

Debían haber personas que la recordarán o supieran como volver humano a un demonio.

Después de todo era un pueblo de brujas, practicaban todo tipo de magias para combatir enfermedades, curar heridas y protegerse.

Ahí encontraría todo la información que necesitaba para salvarme a mi y a Madia, volveríamos a estar juntas, como le prometí a mamá tiempo atrás.