Hilo De Fuego / KyojuroRengokuxLectora

Capítulo 27

Capítulo 27: Visita

Narrador Omnisciente

El lugar esa oscuro y tenebroso, el sonido de su chasquido inquitaba al de cabellos rosas pero se mantenía firme sabiendo a quien tenía enfrente.

—____—Comenzó a hablar Muzan—¿Han sabido algo de sus movimientos?

Las lunas de mayor y menor rango que estaban en el lugar, temblaron, no tenían información. Una vez más comprobaban lo importante que era esa chica para su lider.

—No sabemos nada—Habló finalmente Kokushibo—Se ha escondido muy bien.

—Era de esperarse—Una sonrisa adorno el rostro de Muzan, había sido entrenada para eso, sus habilidades siempre fueron únicas—En la organización de cazadores hay una chica, Madia, busquenla y vigilenla, ____ la buscara—Ordenó.

—Si señor—Respondieron.

—Desaparezcan, no me decepcionen—Ordenó fríamente, sin pestañear todos se esfumaron sin dejar rastro.

Sabían lo que les esperaría si no regresaban con la chica.

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Narra ____
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—¿Un arbol?—Pregunto Kyojuro.

—Si—Respondi—Y unas plantas, flores, esta tierra es buena para sembrar—Expliqué, el asintió ante mi pedido.

—¡Ya veo!¡Traere eso que me pides!—Sonreí—¡Si eso te hará feliz!

—Muchas gracias, Kyojuro.

Tomé las cosas del suelo, últimamente Rengoku había comenzando a traerme ropa, así guardaría la ropa con la que luchaba, prefería no volver a ponermela. El no tenía misiones al parecer, su cuervo no había aparecido, Rengoku me había comentado que el daba cientos de vueltas antes de cansarse y descansar.

Observe al jardín, era símplemente en triste patio verde, imaginé que con flores y árboles se verían mejor, quería dejarlo lindo.

Por si moría.

Y pudiera recordarme.

Suspire dolida por mis pensamientos.

Sería buena idea que ocupará mi tiempo en algo y que mejor que decorar el jardín, tardarían en crecer las plantas, dependía del cuidado que les brindará.

Mi mirada se dirigió hacía Kyojuro quien estaba preparándose para salir, me sorprendió que quisiera buscar las semillas lo antes posible, entendí cuando me explicó que sus misiones estaban por iniciar, estaría poco tiempo en nuestro hogar.

Nos dirigimos hacía un pueblo cercano en donde se realizaban mercados diariamente, aunque insistió en que debía quedarme, estaba cansada de estar encerrada.

Dejaba esa Katana debajo del Futon, estaba bien sin ella, de todas maneras podría protegerme con mi fuerza física y mis artes.

Rengoku entrelazo nuestras manos, sus ojos reflejaban la inocencia que tenía.

—¿Qué llevaras?—Indago curioso, estábamos delante de un mercado de semillas.

Pensé un momento.

—Podrías plantar verduras—Sugirió agachandose a mi lado, miré las semillas leyendo sus etiquetas, no era como si supiese mucho de plantas, solo lo esencial. Rengoku tomó unos sobres con las Etiquetas "Tomates, cebolla" alcance a ver. Me decidí en tomar algunas con las Etiquetas de flores, no sabía como serían pero me gustaba como sonaba.

Y un árbol de Cerezo, también me gustaba.

El vendedor sonrió al ver la cantidad de cosas que llevaríamos.

—Te agradezco—Agradecí tomando la bolsa, Kyojuro solo entregó una pequeña bolsa de tela con una sonrisa.

—¿Estás felíz?—Cuestionó.

—¡Por supuesto!—Respondí—Lo mejor que puedo es distraerme estando en la cabaña.

—¡Me alegra oírlo!—Regresó a su tono habitual.

Por cuestiones de seguidas decidimos hacer el viaje durante el día, los Demonios no nos avistarian, el problema eran los demás Cazadores.

Era algo que lo preocupaba.

Sentía como ocultaba algo pero elimine ese pensamiento de inmediato confiando plenamente en el, estaba segura de que no era algo grave.

Las lunes superiores pasaron por mi mente sin alguna razón, tenía un mal presentimiento respecto a ellos. No noté que habíamos llegado a la cabaña hasta que sentí como Rengoku jaloneaba mi mano.

Al mirar hacia la puerta me encontré con una visita inseparada.

—Hola—Saludo cordialmente.

Mi cuerpo se estremeció.

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