Capitulo 38

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Capitulo 38: Duele más dejarte

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Narra ____
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A

l acabar pude ver el reflejó de la decepción, paso sus manos por su rostro, agobiada por la cantidad de información que acababa de recibir y no era para más, también estuve así.

—¿El frasco...me lo darás a mí?—Pregunto.

—Nadie más puede recibirlo, solo tu—Aclaré—Así que no hay de otra, debes recibirlo y tiene que ser ahora.

Shinobu abrió el frasco, con una jeringa tomó el líquido de su interior, Madia comenzó a negar alejando a Shinobu cuando intentó pinchar su brazo.

—No puedo hacer esto, sería matarte—Negó, luego de escuchar todo de cierta manera me alegraba saber que me apreciaba—¿Cómo pudiste hacer esto?¿Acaso no quieres vivir?

—Claro que quiero hacerlo pero mientras yo esté en este mundo Kibutsuji también, cuando el no esté, yo tampoco, es mi destinó—Madia tenía una mueca en su rostro, sus ojos se volvían rojos aproximando el llanto.

—Podemos luchar juntas...—Me levanté de la silla, extendi mis brazos rodeando a Madia con ellos, solo con una mirada a Shinobu ella supo que debía hacerlo.

Y la Inyectó, divage en el recuerdo de mi madre haciendolo cuando eramos pequeñas.

—¡No!¡Dejame Shinobu!—Gritó, fue tarde cuando el líquido ya había entrado completamente en su cuerpo.

Ahora ella no desaparecería cuando Kibutsuji muera.

—¿Acaso quieres seguir teniendo sangre de Demonio en tu cuerpo?—Pregunté, el cuerpo de Madia cayó al suelo de repente, Sanemi fue lo suficientemente rápido para atraparla.

Su mirada se posó en mi, parecía estar rogando por mi partida.

Me arrodille a su lado, unas lágrimas bajaron por mis mejillas cuando cerró los ojos, esta si sería la última vez que podría verla, jamás volvería a escuchar su voz.

—Lo lamento hermana—Susurre tan cerca de su rostro, deje un besó en su cabeza y mejilla.

Sentí una mano en mi espalda, al mirar hacía atrás distingui a Mitsuri quien inevitablemente estaba llorando.

—Ella sabe cuanto la amas—Aseguró—El amor es mutuo.

Sonreí.

—Lo se.

Dejé la oficina con rapidez, tomé la espada que siempre traía conmigo. Al salir de la residencia en el portón distingui al Patrón, caminé hacía el esperando que dijera algo.

—Eres la mujer más valiente que jamás he conocido, nunca olvidaremos tu sacrificio como Cazadora—Sonreí, en otra vida tal vez pude haberlo sido, tal vez si no hubiera sido hija de quien era pude haberlo sido.

—Patrón, dele mis saludos y buenos deseos a Tanjiro y su grupo, principalmente a Nezuko—Pedí amablemente.

—Lo haré. Buen viaje, suerte en tu misión.

—Hice una promesa, siempre cumplo mis promesas—Asegure. En un momento inesperado sentí sus brazos rodeandome, le devolví el abrazó con delicadeza.

Finalmente partí echandole esa última mirada a la residencia, en silencio y con el alma rota pero con la cabeza en alto sabiendo que lo que hacía era lo correcto.

Era como destruir a la única persona que estuvo conmigo toda mi vida.

No, fue quien me arrebató la vida y me hizo creer que nadie podría amarme.

Rengoku me salvó de ese sufrimiento, me demostró que hasta el ser más malo merecía ser felíz, porque tienen corazón, todos tenemos sentimientos y pude descubrirlos gracias a el.

Estaría eternamente agradecida.



























Narrador Omnisciente




Kyojuro se reincorporó en la cama con violencia, miró a los lados ignorando el dolor en su cabeza, buscaba solo a su amada. Al recordar lo sucedido se levantó, busco su uniforme con desesperación.

Al verlo comenzó a colocarselo sin prestar mucha atención a nada, solo sabía que debía detenerla, no quería perderla.

La puerta se abrió dejando ver a el pequeño Senjuro y a la joven Madia, estaba algo palida pero logró mantenerse en pié.

—Ayúdame...—Susurró—___ se fue hace unas horas, no se si ya es tardé, ayúdame—Explicó agitada—No puede morir.

Madia extendió una Katana color roja a el pilar, no dudó y la tomó. Cuando se dispusieron a salir de la residencia en busca de la Demonio, el patrón se interpuso.

—No puedo permitir que salgan—Prohibió—Rengoku, mejor que nadie deberías saber que esto es lo mejor.

—No puedo, tengo que buscarla—Los pilares aún lado del patrón observaron como Kyojuro buscaba cualquier abertura entre ellos para salir y ahorrarse tiempo—Por favor patrón, permítame salir.

—No es posible.

Kyojuro chasqueo la lengua, sin duda no se imaginaba que su grupo le impidiera buscar a su mujer como el tanto quería, pero esta vez no estaba dispuesto a escuchar.

Si debía luchar, así lo haría.

—Tendré que desobedecerlo—La sorpresa en los pilares fue evidente pues el siempre fue el primero en aceptar todo lo que se le dictaba.

Pero ahora no era así, tenía algo que lo impulsaba a hacer todo.





















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Ya casiii!!!! falta poquísimo para acabar la historia, dos capítulos máximos, tres si se extiende ^^ los leo.

Hilo De Fuego / KyojuroRengokuxLectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora