Capítulo 20: El Hogar
Narrador Omnisciente
—Oh, no Kiyojuro, no hay necesidad—Insistió negando la joven demonio.—¡Adelante!, te prometo que no te arrepentirás—El bicolo insistía en que ella probará las típicas comidas de un Festival, la vio tan fascinada que no pudo ignorarlo.
____ permanencia juntó a Rengoku quién le ofrecía un extrañó platillo desconocido, las personas alrededor observaban entrnecidos como las mejillas de la joven se teñian de carmesí.
Pues para las personas del pueblo, ___ era una chica más lo que provocaba emoción en la muchacha.
Pasaban por cada tienda de comida que veían, a pesar de que ___ no se llenaba con nada Rengoku seguía ofreciendole comida sin importarle cuanto llegará a gastar.
Los niños pasaban corriendo a los lados de los jovenes, ___ sonrió, ayudó a uno de los niños que había resbalado y caído.
—¿Te hiciste daño?—Pregunto sonriendo al pequeño, arrodillada delante de el tomando sus delicadas manos.
—No señorita, estoy bien—Aseguró el menor. Rengoku había probado una vez más que ___ era diferente al restó—Tiene unas uñas muy bonitas—Comentó observando las manos de la muchacha.
—Gracias, me gusta cuidarlas para que luzcan bonitas—Respondió, mintiendo, sus uñas eran un poco largas, no mucho pero le resultaban incómodas y solía mantener las manos ocultas—Ve con tus amigos.
—Gracias—Habló por última vez el menor de cabello Azabache, comenzado a alejarse en dirección a sus amigos.
Al levantarse la mujer, fue recibida por el pilar quien mantenía una sonrisa en su rostro, le era algo difícil descifrar lo que pensaba cuando solo sonreía.
—¡Muy bien!—Celebró—Fue un gran gestó ayudar a ese niño.
—Cualquiera lo habría hecho—Le restó importancia comenzando a caminar. Observó al cielo comenzando a percatarse de que pronto la noche dejaría lugar al sol—Pronto amanecerá, ¿Tienes que marcharte?—Preguntó con un leve tono de tristeza, no quería estar sola otra vez.
—Así es, pero antes debo mostrarte algo—Comentó dejando sorprendida a la muchacha quien no tardó en preguntar.
—¿Qué cosa?
—Es sorpresa—Más ___ comenzo a cuestionar—¿Confías en mi como para dejarme guiarte?
___ se paralizó por un momento, esbozó una sonrisa nerviosa, jamás nadie le había hecho esa pregunta, se lo estaría jugando todo al aceptar, aún así asintió depositando toda su confianza en el Pilar.
—Vamos—En un rápido movimiento tomó la mano de la muchacha, el corazón de la chica se aceleró de una forma extraña.
Sabía que no estaban en peligro pero aún así se sintió nerviosa y tímida pero se mantuvo firme durante todo el trayecto.
Pasaron por un bosque que poco a poco se iluminaba, Rengoku no soltaba la mano de la chica, sabía que los demonios, los cazadores y el restó de pilares la estaban buscando por lo que había decidido protegerla y no permitirles jugar más con ella.
En tan poco tiempo ___ se había vuelto muy especial, en ella aún veía a esa humana que apreciaba cada vida y tenía el deseó de ser amada.
—Es aquí—Informó el pilar llamando la atención de la peliblanca.
Era una cabaña muy bien cuidada, se veía comoda y acojedora, ____ miró a cada lado de forma confundida.
—¿Por qué estamos aquí, Kiyojuro?—Interrogó con una mueca adorable a la vista del pilar.
Rengoku brió la puerta de la casa, la cerró una vez ambos estuvieran dentro. ____ recorrió cada rincón con la mirada, pasando los dedos por sobre cada superficie, era un lindo lugar comparado con los lugares donde había estado los últimos años.
—¿Te gusta?—Pregunto con una gran sonrisa.
—Es comodo—Respondió para seguir investigando, al ver que el Bicolor no le molestaba que abriera las puertas, siguió haciendolo y investigado.
Habían dos habitaciones, un baño y la gran cocina que estaba unida a lo que sería la sala.
Al regresar se encontró con Rengoku sin su capa y con su Katana alejada, estaba sentado en una silla alrededor de la mesa.
Dejó su capa y su katana para sentarse en la silla restante, quedando frente a frente.
—Me gustaría que te quedes aquí—Soltó el pilar—Aquí es seguro, no te faltará nada.
—¿Pretendes qué me quedé aquí sola?—Preguntó confusa, no quería estar sola, era lo menos que deseaba.
—Vendré cuando acabé mis misiones—Rengoku mantenía un tono tranquilo intentando explicarle a ____—No estarás sola solo te pido que estes segura.
—Gracias, nadie se ha preocupado tanto por mi pero no quiero estar encerrada aquí—Negó de forma sutil, Kiyojuro tomó la mano de la muchacha, la dedicó una sonrisa segura.
—Nadie te encontrará, lo prometo, solo quiero que estes tranquila sin que los demonios y los cazadores interrumpan a cada momento—____ proceso sus palabras, asintió levemente.
—Esta bien, me quedaré aquí—Aceptó—Pero los dominios me encontrarán.
—Si llegará a pasar y no estoy aquí solo sal, llegaré enseguida.
____ quedó enternecida por la preocupación del bicolor, era una sensación que lograba envolverla y dejarla ver sólo a Kiyojuro, olvidando los problemas en los que esta metida.
°°°°
Un Miércoles con Kiyojuro, esperó que les haya gustado este capítulo💜
Ya son 4k lectores en este Fanfic, es genial la cantidad de personas en tan poco tiempo^^ los quiero, bye💜
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Hilo De Fuego / KyojuroRengokuxLectora
Fanfiction___ Era sólo una niña cuando acepto ir con la desconocida a cambio de salvar la vida de su hermana y de su pueblo. Jamas imaginó todo por lo que tendria que pasar, sacrifico su vida completa, su existencia literalmente, se vio forzada a abandonar su...