Capítulo 37

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Capítulo 37: Despertar



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Ese mal presentimiento no abandonaba mi cuerpo, la angustia de saber que algo se avecinaba, algo que haría que todo llegué a su fín.

Mi vida.

Ya lo había aceptado pero me dolía el saber que no volvería a ver a Kyojuro nunca más, que solo existiría en su memoria y si no me olvidaba, en su corazón con las mismas llamas de cariño. Lo veía recostado en la cama, solo verlo me tranquilizaba.

Sujetaba su mano y en la otra tenía la medicina que salvaría a Madia, entregandole mi preciada sangre, dándole mi humanidad completa en un hechizo.

-Solo esperare a que reaccione-Dije a Shinobu, asintió a mi lado-¿Madia ya esta aquí?

-Aún no, tenía una misión, regresará pronto-Asenti regresando mi mirada a Kyojuro.

No quería que pensara que lo había abandonando por eso esperaba que despertará, para ver el brilló en su mirada una última vez. Prometí a el Patrón acabar con Muzan, aceptó sonando agradecido.

Aceptando mi sacrificio.

Rengoku luego de esto tendria una vida normal juntó a su padre y hermano.

Senjuro, recordé el momento en el que le dije que mi vida no sería eterna, que acabaría más pronto de lo pensado. La brisa sacudia mis cabellos blancos dándome una linda sensación de vida, en el castillo no tenía mucho contacto con el exterior.

Shinobu dejó la habitación diciendo algo que no escuché.

Cuando sentí apretones en mi mano, los ojos de Kyojuro luchaban por abrirse y ver nuevamente la luz.

Sonreí de emoción.

Sus ojos finalmente se abrieron por completo, bueno, su único ojo ya que había perdido la vista de uno en batalla, era rodeado por una venda blanca.

—Kyojuro—Llamé, miró a a los lados acostumbrando su vista al entorno tan iluminado.

Respiro hondo, sonreí con emoción—____—Dijo, mi corazón saltó de alegría—¿Dónde estoy?

—Estamos en la mansión del patrón—Hablé en tono bajo.

Su mirada se encontró con la mía, negó, parecía comenzar a recordar lo que había pasado antes de haber quedado inconsciente.

—Perdí...—Susurró.

—Ganaste, nadie murió y el Demonio escapó—Hice saber tratando de animarlo, se intentó sentar—No no, tienes que reposar.

—Ya lo he hecho.

—No dejaré que te levantes, te quedas—Sentencie, apoyó su torso vendado en el respaldó, con la charla me di cuenta que no había soltado mi mano.

Pero su vista estaba fija en la inyección para mi hermana.

—¿Cuanto tiempo paso?—Pregunto.

—Un par de semanas.

—¿Qué sucedió mietras estuve inconsciente?

—Senjuro viene muy seguido a verte, también Tanjiro y sus amigos—Conté—Nezuko...le agradas a Nezuko—Sonrió de lado.

—¿Mi padre?—No quería lastimarlo con la realidad, quizás una mentira.

—Te manda sus buenos deseos—Mentí.

—No tienes que mantirme, conozco a mi padre, se que jamás diría algo así.

—No quería herirte—Excuse—Ya, ahora dime como te sientes.

—¡Muy bien!—Alzó la voz, extrañaba eso—Exceptuando mi ojo estoy recuperando, incluso la...—Tocó la venda—Ya no siento nada.

—La curación de las brujas y mi poder de Demonio curó tus heridas y las fortaleció—Informe—Te recuperaste las primeras semanas pero estuviste inconsciente. ¿Quieres algo para beber?—Pregunté, asintió al momento. Tome un vaso y la jarra, verti el líquido dentro.

Kyojuro bebió, dijo que sentía su boca muy seca y lo entendía, Shinobu lo mantuvo estable con via intravenosa pansandole un suero.

Lo observe unos momentos, quería grabar cada parte de el en mi memoria. Su cabello, su mirada, su sonrisa, el se había vuelto mi fuente de felicidad.

—Gracias por todo, Kyojuro, gracias a ti logre que Madia volviera a verme como su hermosa—Comencé, su entrecejo se fruncio—Me hiciste saber lo que es ser libre después de vivir toda mi vida encerrada.

—¿Por qué me dices todo esto?—Pregunto alarmado, mi corazón se partió, sentí unos golpes de dolor en mi cabeza y las lágrimas amenazaron con salir.

La puerta se abrió dejando ver a Shinobu.

—Madia ha llegado, es hora—Avisó, asenti viendo como su mirada viajaba a Rengoku, sonrió—Me alegra que estés bien.

Cuando Shinobu se marchó, Rengoku aún esperaba una respuesta. Apretó mi mano evitando que me marchará cuando me levanté.

—No puedes hacer esto—Negó, apreté los labios evitando que las lágrimas bajaran—Quiero tener una vida contigo...no te vayas.

—Me lo haces difícil, Kyojuro. Además no creas que quiero hacerlo pero nunca podre estar en paz sabiendo que tu o cualquiera corre peligro, Senjuro es pequeño, quiero que crezca sin tener miedo, que los Cazadores y los Demonios solo sean recuerdos del pasado—Pose mis manos en las mejillas del rubio—Quiero que tu tengas otra vida, en esa seras felíz.

—Seré feliz contigo.

—Encontraras a otra mujer, formaras una familia y a mí...vas a olvidarme, es lo mejor para todos—Sentí no solo mi corazón romperse, si no mi alma, estaba dejando todo en el—Lo mejor para ti y para mi—Acerque mi rostro al suyo, deje un largo beso en su mejilla, al alejarme limpié la lágrima que caía por la mejilla de Rengoku—Esta bien.

Me solté de su agarré, bajé mis manos a su cuello donde golpe dejándolo inconsciente, su agarré me atrapó aún inconsciente.

Con esfuerzo me libere.

—Lo lamento...te amó—Susurre alejandome, limpié mi rostro. Dejé una carta en el bolsillo de su traje de Cazador, esperaba que la leyera.

Salí de la habitación echando una última mirada al pilar, sin esperar más me dirigí a la oficina de Oyakata-Sama en dónde ya estaban todos.

—____—Habló Madia al verme, se levantó se su silla y me abrazó sorprendiendome, rodé su cuerpo con mis brazos, había esperado tanto por esto—Tuve un encuentro con Kibutsuji, el esta buscandote, tenemos que resguardarte y idear un plan.

Tome asiento en una silla, en la puerta de la oficina se plantó Sanemi impidiendo el paso en caso de que Madia quiera escapar.

Mitsuri y Obani también estaban ahí, serían de mucha ayuda además de que ya todos sabían lo que estaba por pasar, a excepción de Madia claro.

Tomé el frasco y lo dejé sobre la mesada, automáticamente su mirada se dirigió al frasco.

—¿Qué es eso?—Preguntó.

—Es para ti.

—No entiendo—Su gesto confuso me hizo saber que ya debía contarle todo—Necesitó que me expliques todo desde el principio, por favor—Estaba desorientada—¿Quién soy?

—Comenzaré, pero sera largó así que...prepárate para todo.









Hilo De Fuego / KyojuroRengokuxLectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora