𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

19. poner en práctica lo aprendido.

—y también no prendas fuego a nada, tampoco toques mis libros.— ordenó la madre de cedric.

—se ve muy linda señora Diggory.— halago Sophie al verla con un lindo vestido azul perlado oscuro, la señora sonrió.

—muchas gracias querida, espero que el no cause un desastre.— susurró mirando a cedric quien jugaba con una vela la cual se cayó y el la atrapó rápidamente para devolverla a su lugar y mirar hacia otro lado.

—lo tendré bajo control.— río viendo a amos bajar la escalera.

—que hermosa.— susurró besando la mejilla de su esposa con cariño.— nosotros ya nos vamos, gracias por todo Sophie.— diji despidiéndose de un beso en la mejilla de los dos para tomar respetuosamente la cintura de su esposa y salir de la casa.

—¿Y? ¿Que haremos de divertido? ¿Alguna fogata o patinamos? ¿Que prefieres?.— preguntó tomando una manzana.

—tu madre dijo claramente no prenderle fuego a nada ¿Y tú ya quieres hacer una fogata? Estas loco.— río tomando la misma manzana de el para mascarla y sentarse en el sillón, el castaño carcajeo quitándole el libro de sus manos.— ¡Hey!.

—¡Hey tu! He intentado llamar tú atención todo el día y no me ves, suelta los libros come libros.— lo dejó en la mesa para abrir sus piernas juguetonamente.— ahora tendremos una sesión de besos.

—¿Ah sí? ¿Según quien?.— cuestionó viendo cómo el se recostaba sobre ella.

—según yo.— afirmó tomando su mejilla para bajar a juntar sus labios. Jamás pudo explicar cómo Sophie lo hacía sentir tantas cosas tan solo con un beso.

Movió sus labios con suavidad y cerrando los ojos, se recostó por completo en ella y sonrió ahora dejando su cara escondida en su cuello.— ¿Ves?.

—claro, claro... Quería hablar contigo.— aviso un Cedric asustado.— es que bueno, la otra vez tenía curiosidad sobre una cosa.

—aja... ¿Se puede saber que cosa?.

—es que eso es lo que me da vergüenza, verás, lo que pasa es que yo he querido... ya sabes, tocarte.

Sophie frunció el ceño.

—me estás tocando ahora.— rio acariciando su mejilla, el negó.

—es que tú no me estas entendiendo, me refiero a que me gustaría aprender, que tú me enseñarás a tocarte.— susurró dando un beso en su cuello, Sophie seguía dudosa sin entender muy bien a qué se refería Cedric.

—creo que no estoy entendiend-

—masturbarte, quiero aprender a masturbarte pero que te guste... enséñame.— repitió sin vergüenza, ella abrió los ojos sonrojada y el sonrió amando tenerla tímida.— tú me hiciste un oral increíble, quiero saber lo mismo que tú.

—oh... bueno, supongo que tendré que explicarte, creo que a toda chica le gusta diferente... ¿No?.

—¿A ti, que te gusta?.

—rápido, ya sabes... jugar con...

—¿El clitoris?.— respondió curioso, ella asintió y el lo pensó.— dicen que es díficil encontrarlo. Así que rápido ¿Crees que mis dedos te gusten?.— preguntó poniendo su mano enfrente, ella los tomo y los beso.

—todo de ti me gusta.— separó sus manos y se sentó dejando un beso en sus labios.— vamos a hacer de cenar.

Cedric se quedó sentado viéndola ir a la cocina.

¿Se podría combinar lo que ella le dijo con sexo? Por ejemplo si movía su clitoris rápido mientras el... la forma más fácil de hacer eso era de tenerlas de espalda a el, lo intentaría, total si no le gustaba a ella harían algo que si le gustará.