𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

45. alejándose de todos.

Que difícil era correr de todos, más aún cuando todo el mundo quería hablarte. Edward la busco en la segunda clase y no pudo hacer más que ser cortante y correr. Ya no soportaba. Ese día se había levantado más temprano de lo normal para irse en bicicleta, porque no hablaría con Benjamín y Lawrence. Estaba muy enojada y sentida con ese par.

Ya era hora de almuerzo, y cuando tenía bandeja en mano miró a su grupo de amigos. Benjamín y Lawrence la miraron y quitaron una silla para que no se sentara ahí. Esta fue una clara señal, una que la hizo enojar y sintió ganas de llorar. Sintió un vacío super feo en el pecho por la acción de quitar una silla, así que fue a sentarse a la mesa que estaba vacía, que estaba cerca de ellos. El sentimiento de soledad la lleno nuevamente, y deseo con fuerza irse a casa y que todo terminará ya.

—¿Es en serio? No puedo creer lo que hacen.— Milena fue la primera en levantarse, totalmente indignada por la actitud que tomaron ante su amiga. Entre su mejor amiga y ellos... Rápidamente fue hasta Sophie.

—tampoco me parece, hermanos. No excluiria jamás a una persona, menos a una amiga, sobre todo a mi hermana.— negó James, sintió desagrado por la acción y siguió a su novia.

—que asco lo que hiciste, Benjamín. Estoy decepcionada.— Beth se levantó para llegar a la mesa de los chicos.

—es tu amiga Lawrence, reacciona y no seas un idiota de primera.— Emma fue la última en salir de esa mesa y llegar hasta donde estaba Sophie. Milena acariciaba su espalda notando las ganas que tenía de llorar, y le sorprendía lo firme que se veía a la vez. Parecía muy decidida a no llorar.

También estaba decidida a no ser tan estúpida, porque desde ahora iba a cambiar. Si ellos eran así, ella podía ser peor.

El almuerzo fue la última vez que se dejaría pasar a llevar, por lo que se fue a casa rápido después de la última clase y subió a su habitación. Benjamín y Lawrence estaban pensando en como hablar con ella para arreglar las cosas, pero la vieron bajar con una gran hoja de papel, en la que ella misma había escrito cosas.

Sophie volvió a subir, y cuando bajo cruzo la sala, ignorando completamente que ellos yacían sobre los sillones mirándola fijamente. Salió de la casa decidida, y el par se sorprendió.

—¿Se fue?— pregunto Benjamín. Lawrence se asomó por la ventana, notando como ella se alejaba en bicicleta.

—si, se fue.— los dos caminaron al papel, el cual tenía un título en grande que los paralizó «REGLAS» y de subtítulo un claro «para compañeros de piso».— ¿Eso es lo que somos para Sophie? ¿Compañeros de...? ¡Ay por favor! Es una estupidez.

—que tendremos que seguir...— agrego Benjamín al leer al final "el que no cumpla con las reglas se puede ir de la casa, y si quiere continuar tendrá un castigo".— no creo que... Nos corra de verdad, ¿Cierto?

—pff, no lo sé.

Entre las reglas estaban limitaciones como no hacer ruido en la madrugada, tener prohibido invitar a personas ciertos días, horarios para cocinar, lavar sus propios trastes. Los chicos estaban molestos con tanta regla, porque habían unas muy tontas como no hacer ruidos fuertes de ciertas horas hasta ciertas horas o no mascotas... Parecía que se estaban alojando en un hotel o algo por el estilo, no con... Una amiga.

—no tenemos porqué seguirlas.

—en realidad si, es su casa.— Benjamín paso las manos por su rostro con frustración, sintiendo que ellos mismos se metieron en esto.— Sophie la compro, nosotros no pagamos alquiler... Tenemos que buscar formas de fastidiarla con cosas que no estén en las reglas, o cosas que estén, y cuando se de cuenta de que es absurdo las quitara.