𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

20. amigo de Cho.

Cedric aún no entendía exactamente qué pasó, ella solo río nerviosa y cambio de tema drásticamente haciendo que se sintiera tan confundido.

—¿Te falta algo que echar a la maleta?.— preguntó sentado en la cama, ella negó y se sentó a su lado.

—la pase tan bien Cedric.

—¿Si? Eso es bueno, te dije que mis padres son amorosos, más contigo porque realmente eres un encanto.— admitió bajando la mirada con sus mejillas levemente teñidas.

—no exageres...— lo abrazo con fuerza y lo tiró con ella para acostarse, beso sus labios con cariño deleitándose con los ojos color miel de su novio, es que eran perfectos a su parecer.— volveremos a Hogwarts.

—si... Y juntos.

—juntos.— repitió emocionada.— ¿No crees que si Harry Potter te dio una pista, tu deberías hacer lo mismo?, ya sabes, no te estoy diciendo que-

—tienes razón, debería porque su pista me sirvió de mucho, no hubiera estado tan preparado en la primera prueba si no es por el.

—cierto... Por eso mismo.

—¡Chicos ya vamos!.— gritó Amos de abajo, Cedric se levantó rápido y le dio la mano para levantarla y agarrar la maleta.

—muchas gracias Diggory.

—es un placer Smith, ya baja ¿Quieres?.— río abriendo la puerta chequeando por última vez la habitación para que no se quedará nada.

Bajaron la escalera y ahí estaba la madre del Hufflepuff, Sophie llegó a abrazarla y sonrió feliz.— en serio la pase muy bien acá, usted es una mujer increíble y espero algún día volver a juntarme con usted.

—oh querida...— sonrió halagada y acarició su espalda para separarse.— antes de que te vayas quiero darte algo.

—¿Algo?.— preguntó curiosa viéndola tomar un libro... No solo era uno, eran dos, aunque uno se veía muy extraño, casi como los libros de terror que habían y el otro era uno más normal, tapa dura y amarillo crema con letras doradas, parecía un diario de vida.

—son los libros que Cedric me dijo que te gustarían... Procura que nadie te los vea, son edición limitada y todos quieren tenerlos.

—los cuidare con mi vida, se lo aseguro.— dijo guardándolos en su bolso.—... los leeré solo en mi cuarto o en el bosque, créame.

—confio en ti Sophie Smith.

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—acá los dejo.— sonrió viendo la pared de ladrillos.— nos veremos cuando vaya a entrenarte, gracias por venir Sophie, fue una alegría tenerte en la casa y espero verte más seguido.

—claro, fue un gusto estar en su casa está navidad, muchas gracias por todo.— le dio una sonrisa amable para tomar su carrito.

—adiós papá, nos vemos en dos semanas más.

El señor Amos se despidió de los dos jóvenes viendolos correr hacia la pared para desaparecer en esta.

Sophie camino hacia el tren de inmediato, habían llegado temprano así que comenzaron a tomar sus pertenencias y entraron a este, guardaron las cosas con tranquilidad para buscar un lugar.

—¡Hey!¡Hey!¡Guarden puesto tórtolos!.— gritó un moreno corriendo por el pasillo para entrar al vagón junto a ellos.— ¡Hola!¿Me extrañaron?¡Yo sé que si!.

—hola Benjamín, ¿Que tal navidad?.— preguntó Cedric sonriendo.

—la mía genial, eso sí los extrañe y... Venían juntos.— les dio una mirada pícara para elevar las cejas en forma de burla, ya suponía que estos tramaban algo desde que fue el cumpleaños de Cedric.