𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

54. todos lo saben.

—estoy bien, Ced, lo juro.— estaba recostada mientras él actuaba como si hubiera tenido una operación grave.

—amor, te juro que me preocupe tanto.— dejo ya el plato de sopa vacío en su mesa y le quitó el cabello del rostro.

—lo siento por lo que le dije a tu padre. Te juro que no-

—¿Me lo presta?— se burló inclinandose sobre ella mientras la veía fijamente a los ojos.— como si no supieras que soy todo tuyo, mi amor.— Sophie lo recibió con una sonrisa mientras jalaba de su nuca para besarlo. Lo habían hecho hace poco, pero se necesitaban mutuamente.

—me gusta que lo digas.— Cedric se alejo un poco con los ojos cerrados.

—en serio me encantaría continuar...

—¿Pero?— preguntó tímida.

—pero me da miedo, cariño. Te rompiste la nariz hace horas... Me da miedo poder lastimarte.— Sophie pensó en insistir, pero él tenía razón. Aún tenía dolor en la nariz y si él la hacía respirar fuerte iba a retorcerse del dolor.

—tienes razón, pero... Cuando se me pase... ¿Podemos?

—voy a contar las horas con ansias. Se supone que en seis ya estás listisima y han pasado... Ush, solo una hora y media. Esperaba que fueran tres.— se acomodó y ella no dudo en acurrucarse en su pecho.— siento que me podría deshacer en ti... Se siente tan bien abrazarte.

—aww.— bostezo mientras acariciaba su espalda.— si quieres puedes ir a hacer otra cosa... Ya que no duermes.— beso su frente y él negó.

—pasaría un día completo contigo haciendo nada, así que tranquila. Descansa, mi amor.

—gracias.— susurró dejándose descansar. Rápidamente cayó dormida por fin durmiendo cómodamente ante las caricias constantes de su novio. El cariño en el cabello siempre la había relajado, eso era algo que Cedric sabía a la perfección y por lo mismo lo hizo por horas.

A la mitad de la madrugada fue a por su comida y luego volvió a las 8 de la mañana para acomodarse con cuidado. Le encantó el abrazo de su novia y como le subió la pierna. La abrazo de vuelta y volvió a las caricias. Cada que recordaba la distancia que tuvieron sentía que el corazón se le rompía y necesitaba abrazarla con fuerza para que se volviera a unir.

—mmm...— Sophie gimió estirándose mientras su brazo se apretaba con más fuerza en su cintura.— buenos días.

—buenos días hermosa, ¿Que tal estás?— quito el cabello de su frente y la beso sonriendo.— Sophie... Te extraño cuando duermes.

—¡Aww! Perdón, mi amor.— beso sus mejillas.— ¿Vamos a tomar desayuno a mi casa? Es que allá tengo mis waffles y Nutella.

—esta bien, vamos. Te ayudo.— ánimo levantándose para ir a por sus pantuflas y llegar a ponerselas.— ¿No prefieres ir por café para Milena también y llegamos a tu casa con todo listo?

—si, sería buena idea.— se levantó y lo abrazo agotada.

—súbete.— le dió la espalda y ella rio montándose mientras la llevaba hacia abajo. Iba con los ojos cerrados mientras daba un bostezo y gimió de dolor.— ¿Qué te ocurre?

—auch, ay...— Cedric la bajo a los pies de la escalera mientras su familia se alertaba levantándose de la mesa hasta ellos.

—¿Sophie?— Carlisle distinguió de inmediato el sonido de dolor físico.

—¡Ay! Auch...— lloriqueo poniendo sus dedos en alrededores de su nariz.— me duele, me duele mucho.

—lo sé, lo sé mi amor, pero... Ay no, está pasando de nuevo.— suspiro al ver cómo Sophie rápidamente se recuperaba tomando una actitud más floja.