𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

49. retomando experiencias.

Me estaba despertando, y de inmediato sentí la felicidad en mi. Todo lo que había pasado ayer fue tan bueno que no lo podía creer.

Tan bueno que parecía un sueño...

Estire mi mano para buscar a Cedric, sin embargo estaba sola en la cama, completamente sola.

—no...— esto no podía haber sido un sueño.— no, no, no.— me levanté mirando hacia todos lados. Corrí hacia mi baño sin encontrar nada, estaba vacío, corrí hacia el pasillo y me di cuenta que estaba sola. Me adentre a la habitación cayendo en mi cama.

¿Cómo pude haber soñado una tontería como esa? ¡¿Cómo era posible?!

Quizás mi inconsciente creo un sueño que quería, y era tan fácil confundirlo con la realidad. Es que era obvio que jamás tendría a Cedric de vuelta. Que lindo se sintió abrazarlo y besarlo, fue irreal, el mejor sueño de la vida definitivamente. Las lágrimas caían por mis mejillas y las limpie con tristeza de que no haya sido la realidad.

—traje desayuno.— mire hacia arriba, donde Cedric venía entrando.— tenemos huevo, pastel, té y-... Oh Sophie, ¿Que ocurre?— dejó la bandeja en mi tocador y se acercó a sentarse a mi lado. Me senté únicamente para abrazarlo y apegarlo a mi. Confirme que realmente lo tenía enfrente y que no había soñado nada, por suerte.— Sophie...

—c-creí que... Que había sido un sueño.— acaricié su espalda desnuda.— no te vi, y había sido muy bueno para ser verdad... Me asusté, me asusté mucho Ced. Fue horrible.

—cariño... Lo siento mucho.— me apretó contra él, consolandome cómo siempre lo hacía.— solo quería darte una sorpresa. Me demore, si, pero es que fui a casa en la madrugada por mi desayuno.

—no lo hagas de nuevo, avísame.— me separé de él para besar sus labios. mire su torso desnudo también y suspire, siempre fue así de guapo y por mi mente pasaron muchas escenas y le sonreí.— ¿Fuiste por desayuno? ¿Solo para mí?

—si.

—aww.— lo abracé. No podía estar más feliz, era como si después de tanto tiempo me devolvieran lo perfecto a mi vida.— gracias...

—no es nada. Acomodate linda.— se levantó y camino hacia la bandeja para venir a mi lado.— todo es tuyo y esto...— tomo un vaso con tapa y bombilla.— esto es mío.

—¿Eso nada más vas a comer?— asintió.— ¿De qué es? ¿Fresa?

—¿Qué comen los vampiros?

—no lo sé, eres el primero que conozco.— reí. Mientras él acariciaba mi mejilla para besar mis labios.

—sangre.— comencé a reír por la broma, Cedric en cambio negó. Deje de reír y abrí los ojos, ¿Es verdad?— asqueroso, pero cierto.

—quiero ver que la bebas.— sus labios atraparon la bombilla y succionó el líquido rojo, me dió una sonrisa y yo estaba atónita. Cuando separó sus labios de la bombilla ví un leve rastro de sangre y abri los ojos.— wow... ¿Y de... De dónde sacas la...?

—¿La sangre?— asenti.— pues de animales, a veces de personas...

—¡¿Que?!

—¡Es broma! ¡Es broma! Hay vampiros que si, pero yo no.— miró la bandeja y luego a mi.— ya come, prepare todo lo que ves.

—mmm se ve delicioso.— me apoye en su brazo mientras tomaba una cuchara. Comencé a probar todo y bebí de mi té, cuando por fin termine, al menos la mitad de todo (porque me preparo muchas cosas) deje la bandeja en mi mesa de noche. Estaba demasiado satisfecha.

—¿Que ocurre? ¿No vas a comer más? ¿No te gustó linda?

—estoy satisfecha, creo que voy a reventar.— me acosté tocando mi abdomen.— ay... Estaba todo tan rico. Muchas gracias, Ced.