𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

31. nueva vida...

Cuando Benjamín tocó la puerta me levanté aún en shock y la abrí.

—¿Estas lis...ta?— miró mi rostro.— Merlín, ven aquí.— me abrazo rompiendome nuevamente. No le quería contar, no le quería decir o me iban a tratar de loca.

—ay no...— Lawrence se hizo presente y me abrazo también.— está bien, estamos acá pequeña.

Pequeña... Así me sentía.

—a veces...— tome un suspiro.— realmente siento que no puedo, al menos no sin el.

—si puedes, podremos juntos. Se que suena como un libro de autoayuda que dice "siéntete feliz" y esperan a que lo hagas por arte de magia... Pero yo sé que estaremos bien, el me enseñó a salir adelante y si es necesario yo se los enseñaré a ustedes.— Benjamín sorbeteo su nariz.— porque necesitamos salir adelante.

—era muy optimista... ¿No?— Lawrence me hizo reír con esto gracias al recuerdo que me vino.

—si que lo era...— solloce nuevamente.— lo extraño mucho.

—lo se, y está bien Sophie... Ya aprenderemos a vivir con esto.— se separó y limpio mis lágrimas dándome una linda sonrisa.— ¿Vamos?

—no tengo ganas.— negué queriendo encerrarme.

—vamos, yo ya quiero ser un Smith.— Lawrence nuevamente me hizo sonreír y avance.

—e-esta bien, pero si hay mucha fila nos devolvemos de inmediato, ¿Okey?

—me parece bien.— los dos tomaron mis brazos y comenzamos a andar.

Mi mente seguía muy ocupada con el recuerdo de el, como se veía... Siempre fue tan guapo y atractivo, eso lo recuerdo a la perfección porque lo besaba con mucho deseo siempre. Su forma de ser siempre fue lo que más me gustó, jamás me cansaría de decir que no había ni una sola cosa en el que no amara.

—segun el mapa...— Benjamín bufo y miro a todos lados.— ¡Esta por allá!— apuntó una plaza la cual tenía una estructura igual antigua pero esta si era elegante y linda. Me jalaron con fuerza casi arrastrándome hacia aquel lugar.

—¡Más lento!

—¡Es para no agarrar fila!— grito el rubio quien corría apresurado.

Al llegar entramos rápido y ellos corrieron a tomar tres boletos, ¿O eso creía? Al menos eso parecían, me lo entregaron y escuchamos un pito.

—¿Que es eso?— se volvió a sentir el sonido fastidioso.

—creo que viene de esa máquina, cuando cambia el número suena eso.— Benjamín frunció el ceño admirando su papel y luego la pantalla.— solo faltan seis números.

—a mi siete.

—y a mi cinco, les gane.— Lawrence nos saco la lengua y reí para sentarme en una silla.— hey, ¿Tienen dinero?

—si.— toque mi bolsillo.

—es que hay venden trozos de pizza por un dólar.

—traeme uno.— pedí.

—¡Yo igual quiero!

—compra tres.— le pase tres dólares justos y seguimos esperando. Lawrence volvió con sus cupcakes y nos lo paso hasta que paso su número.

—¿Y que hago?

—ahi te dirán, ¡Tú ve!— Lawrence asintió y camino con la señorita que estaba atendiendo, las caras de nervioso que ponía era lo mejor y al cabo de unos minutos pude observar el como tomaba unos papeles y se iba a sentar junto a nosotros.— ¿Y como te fue?— pregunto Benjamín. Antes de que Lawrence pudiera responder llamaron a Benjamín y este fue.