𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

2. Eres una superficial.

—¡Y eso dijo!.— bufó Sophie mientras dibujaba cerca del lago negro junto a Neville.

—¿Y hoy te intento hablar?.— preguntó Neville observando una planta con una lupa a la vez que estaba atento de todo lo de decís la chica.

—si, me intento hablar al igual que ayer pero no lo tome en cuenta, dijo que quizás me avergonzaba hablar con el porque el tenía personalidad fuerte ¡Ja!¡Claro!, egocentrismo puro, eso es lo que tiene, todas me miran como si estuviera loca pero prefiero quedar así antes que... ya sabes, hablar con el y eso.— soltó entre dientes mientras seguía su dibujo entre bufidos.

—¿No crees que deberías darle otra oportunidad?, lo estás juzgando y ni lo conoces bien, se ve... simpático.— volteo a verla y entrecerró los ojos hacia ella.—...aparte te se reconocer y creo que te gusta.

—pfff ¡¿A mi?!¡Claro que no!¡Hablas bobadas Neville!.— al levantar la mirada pudo ver a Neville burlándose de que se notaba que sentía una atracción leve hacia el.— ¿Sabes que?¡Iré a leer! Porque tú... ¡me molestas!.

—¡No te molesto Sophie! Estas nerviosa porque no quieres mostrar que te gusta, pero te gusta... o por tu reacción por lo menos lo encuentras lindo.— río nuevamente viendo cómo ella inflaba las mejillas completamente roja de la rabia y la vergüenza mientras se paraba sacudiendo su ropa.

—¡Claro!¡Me encantan los chicos egocéntricos!¡Es más, me fascinan! Deja y voy a casarme con el y tu... ¡tu quedate viendo plantitas y todo! que yo me voy.— sin más comenzó a caminar llendo hacia la biblioteca sin mirar hacia atrás.

A veces odiaba que Neville la conociera tan bien...

Camino un poco más tranquila y abrió su bolso para tomar una varita de regaliz que solía comer cuando estaba nerviosa o estresada.

La masco con el ceño fruncido, era una gruñona pero es que le avergonzaba cuando la molestaban, cuando se alejó del bosque sintió unas risas.

Miró hacia atrás y vio como Cedric la miraba, el y sus amigos, le sonrió y ella le sonrió en forma de mueca para voltearse y seguir su camino hacia la biblioteca.

Otro más que se burlaba.

Entro y camino al pasillo de romance, ¡Es que amaba ese pasillo con su alma!, siempre encontraba un libro que le subía el ánimo, uno que la hiciera llorar o simplemente distraerse de todo que era lo que siempre quería.

Camino hacia un libro que era uno de sus favoritos, estaba en los últimos estantes donde nadie solía ir así que se dejó caer de espaldas en un estante perdiéndose en el fantástico libro sentada en el frío piso.

Ni se dio cuenta cuando comenzó a tararear lo que leía, es que le encantaba imitar las voces a veces aunque fuera un poco extraño.

—¡¿Por que no puedo tener a un chico así?!.— lloriqueo pasando una página.— ¡Hasta le tejió un suéter!... eso es lo más lindo que he visto, ya cásate con el Madison.— gruño comiendo su varita de regaliz

-no podemos estar juntos Jack...

-¿Por que no?¡Yo te amo Madison!.-se arrodilló ante ella tomando sus manos.

-¡Por que...yo no!¡Amo a Thomas!.

—¡¿QUE?!¡¿ES ENCERIO?¡NO LO PUEDES AMAR! que idiota... quédate con Jack... te tejio un suéter, Thomas te hará sufrir.— se levantó del frío piso sacudiendo su ropa.— ...¿Por que todas eligen al malo?.

—lo mismo me preguntó yo a veces.

—¡Ahh!.— soltó el libro volteandose.— ...me asustaste.— bufó mientras el reía, lo que le pareció aún más molestó.