Capítulo 62

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Mingxi entró y vio a un anciano vestido con un chaleco y una bata, sentado con las piernas cruzadas, soplando la taza de té frente a él con atención, parecía salido de un manga japonés practicando qigong estilo tortuga.

Al oír los pasos, levantó la cabeza y echó una rápida mirada a Mingxi.

Su mirada era bastante impredecible.

―¿Zhao Mingxi? Ven y siéntate.

La voz también llevaba la majestuosidad de un anciano.

Mingxi se apresuró a sentirse más alerta, se acercó cuidadosamente a él y se sentó: ―Abuelo, ¿cómo estás?

―¿Quién es tu abuelo? ―El anciano la miró y resopló.

Las arrugas y los surcos de su cara estaban escritos con insatisfacción.

Mingxi: ―......

Para ser honesta, fue realmente aterrador.

La preparación psicológica que Mingxi había hecho antes de llegar se derrumbó con toda su fuerza.

Aunque este anciano iba vestido de manera informal, su cuerpo tenía una especie de aura de persona superior, dando invisiblemente a la gente una sensación de opresión muy grande, al ser mirado por él, era como si mil libras de piedras estuvieran presionadas sobre sus hombros. Mingxi, una chica joven, era realmente un poco vulnerable frente a él.

Mingxi bajó la cabeza y pensó: Oh no, lo siguiente será tirar el dinero.

¿Cómo debe responder? ¿Debe llorar y morir en lugar de cumplir, o debe tomar el dinero primero y hablar con Fu Yangxi después?

Entonces escuchó al anciano decir: ―Sólo puedes llamarme abuelo cuando te cases, pero ahora sólo puedes llamarme abuelo Fu según la etiqueta. Eres igual que Fu Yangxi, ¡no conoces la etiqueta!

―.....

Mingxi: ???? Espera, ¿casarse?

¿Quién se casa?

¿Casada con quién?

¿No es este progreso demasiado rápido?

El anciano dijo: ―Nunca te he visto antes, pero siempre he sentido curiosidad por ti. Cuando volviste de Tongcheng, Fu Yangxi se subió a la cabaña y dijo que le gustabas y que si me atrevía a tocarte, saltaría del edificio inmediatamente.

Mingxi no pudo evitar torcer los labios mientras escuchaba, resultó que ya en aquella ocasión Fu Yangxi había....

Antes de que pudiera pensar en eso, escuchó al anciano maldecir y hablando mucho: ―¡Pensé que tenía un agujero en la cabeza, que estaba enamorado sin ser correspondido, que no merecía ser miembro de la familia Fu! ¡Estaba tan enfadado! Afortunadamente, al final él ganó y tú lo correspondiste, ¡de lo contrario no habría podido salvar la cara! Oye, yo no perdí con él en su día, yo también persigo a la gente que viene a la ciudad por mí...

El anciano miró a la ventana y empezó a recordar su propio estilo, con un poco de suficiencia entre las cejas.

Mingxi: ―............

Espera, ¿todas las personas apellidadas Fu tienen un pequeño problema en sus circuitos cerebrales?

¿Dónde está el dinero? ¿No lo va a tirar?

¿Su fantasía de 90 millones de dólares se fue por el desagüe?

Media hora después.

Mingxi seguía escuchando el parloteo del anciano con cara de palo, esperando con todo su corazón que Fu Yangxi acudiera antes a rescatarla.

IJWFYL [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora