Inspire su delicioso aroma y suspire de la misma manera que él lo hizo. Me quede inmóvil pegado a su cuerpo esculpido en marfil; precioso, fascinante y perfecto.
-Todo ha cambiado -dijo. La música de su voz provocó que sonriera. No respondí nada.
Sus manos descendieron hasta juntarse con las mías, entrelazó sus dedos y se quedo otro momento quieto.
Me sentí un idiota y exagerado cuando pensé en levantar una brigada de búsqueda para encontrarlo, revisar cada rincón y reportarlo como desaparecido, incluso me plantee la posibilidad de que Padre lo había secuestrado, jamás debí pensar eso, no lo quiero volver a pensar nunca jamás.
Hizo un movimiento veloz para quedar frente a mí, sus manos se fueron a mi rostro. Sus dedos cálidos me recorrieron las mejillas, luego, su índice se detuvo debajo del ojo izquierdo. Frunció el ceño.
Se acerco un poco a mí, y su labios tocaron la fisura de los míos. La punta de su lengua acaricio mi labio superior, y luego me beso. Mis labios se aferraron a los suyos de forma lenta, muy despacio.
Sentí como me empujo hacia atrás un paso detrás de otro, me fui hacia atrás sin fuerza y sus manos se aferraron a mi espalda, me sostuvo un momento y luego camino directo al muro frió. Alzó mi cuerpo, pase mis piernas alrededor de su cintura, puse mis manos en su cuello y las mantuve unidas para no resbalar me.
Respire profundo cuando se libero un poco.
- ¿Quién te ha dado ese golpe? -Susurró.
Me sorprendió tanto la pregunta. No recordaba que me hubieran golpeado, ni siquiera que Zarth lo hubiera hecho.
Lo mire un poco. Volvió a llevar su índice al punto debajo de mi ojo.
-No es nada, solo necesito un poco de hielo y estaré bien -respondí.
-Bueno, si no me lo dices, alguien lo hará, y le será nada agradable lo que yo le haga -respondió. Pego sus labios una vez más a los míos.
-Tal vez... Tuve una discusión con Zarth, no recuerdo que me haya golpeado.
Me miro confundido, me dejo en el suelo y se alejó.
-¿Zarth? ¿Por qué? -sus ojos buscaban una respuesta automática en los míos.
No respondí nada. Observe un poco la habitación, había una cómoda pegada en la esquina de la ventana, dos camas con sabanas blancas en cada orilla del cuarto. Un escritorio y dos sillas, y una lámpara. La ventana tenía dos cortinas amarillas. Camine hacia mis cosas, las levante y las puse sobre el colchón para sacarlas.
- ¿No me vas a responder? -dijo. Su voz se volvió sombría.
-Vi a Kyle -espere a ver su rostro. No despegaba sus ojos de los míos-. Quería verlo, me acerque hasta él. Zarth apareció, me tomo del brazo de forma agresiva y dijo que no debía acercarme a él. Comenzamos a discutir, se puso un poco agresivo y me amenazo. Lo empuje, Samuel se interpuso entre los dos, yo... - Su rostro se volvió serio. Sus labios era una línea delagada-... No me importo, me le acerque, lo abrace y él me recordó, no por completo, pero sabía que me conocía. Zarth llego por detrás. No recuerdo que me haya tocado.
Saltó a mí de manera veloz, algo amenazante Baje la mirada al suelo, entonces se tiro sobre sus rodillas y puso las manos sobre mis piernas.
-Jonathan. Sabes que Zarth esta resentido por que cree que tu lo traicionaste, sabias lo que él sentía por Kyle y luego, le confeso que sentía algo por ti. ¿Mi novio y mi mejor amigo se odian?
-Yo no lo traicione, yo jamás hice nada para él sintiera eso. Tu más que nadie sabe lo que ocurrió -Fije sus ojos en los míos-. Yo no odio a Zarth, ni siquiera sabía que estábamos tan mal. ¿No lo entiendes?
-Te entiendo, Lo acaba de ocurrir es que Zarth esta molesto contigo, por lo que ocurrió, y por el estado de Kyle -sus dedos apretaban mis rodillas.
-Lo lamento, yo solo quería salvarlo.
Estiro una de sus manos hacia mi rostro.
-¿A que lado debo hacerme? -pregunto-. Eso es lo que quiero decir, no quiero justificar a Zarth y su actitud de hoy. Nada de eso...
-No te estoy pidiendo nada de eso -Intentaba entender a lo que se refería. Claro, yo era su novio y él su mejor amigo, pero es que yo no estaba consciente de que Zarth estaba molesto conmigo de esa manera.
Se estiro en el suelo para besarme, se incorporo, se acomodo de pronto sobre mi.
-Solo te pido que no caigas en provocaciones, solo eso.
-Te lo prometo -respondí.
Volvió a besarme.
-¿Estamos en la misma habitación? -pregunte.
-Si, hable con el director, e hice un par de cosas para que me permitiera compartir la habitación contigo. Espero que no te incomode.
-Me parece genial-. Sonreí y lo bese-. Quede con Samuel para vernos en el comedor, además de que necesito hielo.
Se puso de pie y se fue a su lado de la habitación.
Comencé a sacar la ropa de mi maleta, la doble y me fui a la cómoda, tome la mitad de ella, y guarde mi ropa en los cajones. Albish acomodo la suya en la parte que le correspondía.
Cuando terminamos nos pusimos en marcha hacia fuera del edificio en busca del comedor. Mire a un par de hombres con uniforme guinda que pertenecían a la escuela, estaba con un grupo de chicos, que eran los nuevos, porque ninguno me pareció muy familiar, entre ellos estaba Brayden y Dan, al parecer ya había hecho su primer amigo en las primeras horas de llegada, ese era un record seguro. Caminamos hacia la parte detrás de la fila de edificios donde se encontraba una increíble construcción. Era un domo, encima de una estructura de concreto muy colorida entre espacios verdes de jardines y flores recién colocadas. Dentro, había mesas distribuidas en toda la sala, una barra por todo el muro lleno de distintas comidas.
Albish tomo un par de charolas del separado metálico junto al inicio de la barra, le señale que era lo que quería para que llenará mi charola. No tenía mucha hambre, pero tenía que comer. Elegí un poco de ensalada, una pieza de Filete y una cucharada de arroz. Albish se sirvió estofado, carne de puerco y ensalada. Nos acercamos por unas malteadas, que eran algo nuevo en el comedor, de hecho, todo era nuevo en donde quiera que se mirara. Una de Mango y otra de lima.
Localice a Samuel en una de las mesas más alejadas de la barra, cerca del muro de cristal, donde estaba otra salida hacia unas mesas colocadas por la parte de afuera en la área verde. Caminamos entre las mesas de chicos que ya conocía.
Nos sentamos en la mesa frente a Samuel. Ambos se saludaron muy amistosamente, la última vez que se vieron fue en circunstancias muy difíciles que estaba demás recordar.
Un montón entraron en el comedor, estaban divididos por dos grupos, cada uno con un hombre de uniforme de la escuela que les dio unas cuantas ordenes antes de marcharse. Los chicos se formaron delante de barra. Dan se acerco a la mesa saludando con la mano en el aire, se tiro en la mesa a un lado de Samuel. Ubique a Brayden entre el gentío, se había quitado su abrigo, no mostraba nada en su expresión.
-La escuela es bastante grande -Dan sonrió con gran entusiasmo-. Hum. Mi nombre es Daniel, pero puedes llamrme Dan -se dirigió a Albish.
Albish alzó la mirada avergonzado y simplemente asintió con una sonrisa.
-Sammy, ¿Cómo te va en tu nuevo dormitorio?
-Bien, mi compañero es bastante simpático, estaba en mi clase de español el semestre pasado, así que tal vez nos llevaremos bien -nos explicó-. Lo que me parece agotador, es que seré el encargado de la Jardinería, Jasón no está, ni Mike, ni Kyle, yo soy el único que seguirá trabajando, así que la responsabilidad caerá en mi -me explico.
-Pero no es tan difícil, solo ponlos a hacer tu trabajo, de todas maneras, dividen a los nuevos en grupos, cada día te toca un nuevo grupo, elige a uno de cada grupo, y será más sencillo -le explico Albish.
Observé a Brayden encaminarse hacia la mesa con su charola de comida. Se detuvo un par de mesas más allá de la nuestra y se sentó en ella. Comenzó a comer en silencio sin ninguna expresión, lo mire por el rabillo del ojo.
Albish seguía conversando con Samuel y con Dan de las cosas que se debían hacer los primeros días sobre los empleos.
Pensaba en que las cosas eran muy distintas a cuando yo había venido la primera vez, incluso con Albish, el era muy diferente a como es hoy. Incluso yo. Todo, los empleos, nuestros amigos...
Zarth apareció con una charola en sus manos. Se sentó a un costado de Dan.
Me cruce de brazos en mi lugar con la mirada en las mesas que se encontraban en el exterior.
No tenía idea de que Zarth estuviera tan molesto conmigo para hacer todo eso. Jamás fue mi intención, jamás pensé en Kyle de esa manera y mucho menos que le sucediera algo malo. Agite la cabeza. Recordé ese momento, la explosión. La oscuridad.
-... supongo que los cambiaron -La voz de Albish surgió en el fondo.
Mire en todas direcciones mareado.
-¿Quién te ha dado ese golpe? -Zarth me pregunto.
Lo mire fijamente sin responder nada.
-¿Zarth? -Albish lo aprendió.
-¿Qué? -sonrió-. No negare que se le ve bien..
-¡Mejor vete de aquí, Zarth! -le dijo Samuel.
Me o use de pie de la mesa, camine entre las mesas hacia afuera y luego fui por el patio sin rumbo fijo.
La sombra de los árboles del pasaje principal en el patio era inmensa, así que me tire por ahí mirando a los chicos moverse de aquí para allá.
En verdad no quería pelear con Zarth, había sido un gran amigo cuando empecé a trabajar en la Huerta, el sabía la historia que había con Albish y yo. Habían ocurrido demasiadas cosas, así que no quería que las cosas se pusieran mal entre el y yo.
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QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅
RomansA pesar de tratar por mantenerse juntos, el peligro parece seguir cerca de ellos. En el primer indicio de peligro, terminar parece ser la mejor decisión para ambos. Brayden, su nuevo compañero se adentra de una manera muy extraña en la vida Jonathan...