No sabia que hora era ni cuanto tiempo había pasado desde que desperté. El silencio era infinito y me daba más miedo, estaba solo, eso lo sabía claramente, pero quería mirar para ver si él estaba aquí, recostado en el colchón o no había llegado a dormir, quizá, se había ido temprano para evitar todo.
Yo mismo te mataré.
Hacía un terrible eco aquella frase y me dolía como hace mucho no lo había hecho, el pecho, una agonía que me hormigueaba la piel de mis dedos, en mis manos y en mis pies y me recorría en cada una de mis terminaciones nerviosas. Me dolía el cuerpo. Como cuando la enfermedad te recorre la piel y no puedes hacer nada al respecto.
La claridad se filtraba entre las cortinas, un claridad tan fuerte que me hacía sentirme fatal por que yo simplemente no quería creer en nada ni hacer nada, pero, el tiempo seguía pasando y no le importaba que uno estuviera pasando por una de las pesadillas de su vida, todo en lo que alguna vez creí ya no estaba, se había esfumado como todo lo demás. Aquello que anhelaba antes de venir aquí, en ver una vez más a Albish, en tenerlo cerca de mi sin importar nada más que nosotros dos en la vida. Que toda la pesadilla del verano no importaba porque lo tenía conmigo y lo amaba, lo ame.
Me dolía el pecho y me lo abracé con mis manos tan fuerte. No había sentido ese dolor en mucho tiempo y me recordaba que realmente jamás se había ido, lo había reprimido en lo más profundo de mi ser para no desmoronarme en cualquier momento, justo como ahora. Lo había intercambiado con chistes, bromas estúpidas y ratos buenos que Brayden me había dado.
Ahora ese dolor se había intensificado a causa de que me había enterado de una verdad tan doloroso, la decepción dolía tanto, incluso más que todo lo demás por que Albish me lo había dicho, dijo que me iba a lastimar pero yo no quería creer en algo como eso, y de una y otra manera lo hizo.
Mis lágrimas me brotaron sin darme cuenta, la almohada se estaba mojando y me mojaba la mejilla. No quería moverme de mi posición, se sentía tan bien la calidez de mi cuerpo bajo la sábanas.
Lo que mas me dolía es que después de hacer su drama por no contarle que era lo me afligia aquella noche, él ya lo sabía, sabía que Jackson fue asesinado incluso, incluso el día que lo encontró bajo el dosel de ramas y agua, no dijo nada, fue tan buena su actuación que nadie se dio cuenta de que el era parte de eso.Él me dijo que no me iba a lastimar, y sin embargo lo hizo, y terminó de hacerlo cuando me dijo que él mismo me mataría.
No estaba seguro de cuanto tiempo había pasado desde que desperté. El cuarto ya estaba tan iluminado que me sentí tan ridículo por estar envuelto en las sábanas, con las piernas bien flexionadas contra mi pecho, en un intento por presionar ese dolor contra mi. Pero era lo único que tenía ganas de hacer en ese momento: nada.
Estar en mi cama lamentando todo y toda mi existencia, y me dolía incluso escuchar mi voz dentro de mi mente, ¿por qué mi voz mental suena igual a mi voz física? ¿A todo el mundo le suena igual?
En realidad si estaba haciendo algo: lamentando me. Pensando. Acostado. Llorando.
Siempre fui tan debíl, nunca un chico normal. No como esos idiotas que no se ponen a llorar, porque saben que eso es lo malo en el género masculino, esta mal visto... Pero no puedo esperar nada si soy un maricon, esto hacen los maricones, sufrimos por cosas como las chicas, ¿somos chicas en cuerpos de hombres?
Sonreí tras esa idea.
No. Supongo que hay maricones que han hecho más cosas que el resto de los idiotas que creen que todo lo pueden, debería ser como ellos, debería estar de pie camino a la oficina de Carter y soltarle toda la verdad, decirle quienes son los responsables, aunque eso sea malo para Brayden y malo cuando venga a matarme.
No importa nada, si me mata ahora a que alguien más lo haga después, la muerte vendrá por mi en cualquier momento, y que mejor si puedo salvar a todos aquellos chicos que...
Me daba un poco de cosa, cual era el punto de todo esto, que había hecho yo para que ellos quisieran matarme, Jackson no había hecho absolutamente nada, era un buen chico que no se metió con nadie. ¿Y el resto? Ser gay no era nada malo, no importaba nada por que no habíamos hecho nada, al menos ellos no habían robado, matado, no había hecho absolutamente nada más que tener una preferencia distinta, nada se justificaba, ni siquiera por eso. Esos idiotas solo deben estar mal de sus cabezas, mal de sus estúpidos cerebros, estupidez cerebral.
¿Cuantos están en esa lista? ¿Albish? ¿Zarth? Yo.
Me dolió pensar que a Albish lo iban a lastimar, me dolió y luego me maldije para mis adentros...
-¡Eres un estúpido cobarde! -grité-. Debería dolerme permitir todo esto.
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QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅
RomantizmA pesar de tratar por mantenerse juntos, el peligro parece seguir cerca de ellos. En el primer indicio de peligro, terminar parece ser la mejor decisión para ambos. Brayden, su nuevo compañero se adentra de una manera muy extraña en la vida Jonathan...