-Todo va a estar bien -susurró.
Sujeto mi mano con fuerza. Y luego me rodeo con el brazo y me atrajo hacia él suavemente mientras Samuel se hacia para un lado y se recargaba en el muro.
Tome una bocanada de aire e intenté relajarme un poco, estaba asustado y un poco sacado de honda con lo que estaba sucediendo. El edificio chillaba mientras el viento soplaba con fuerza.
Cuando sentí la mirada fija de Albish, lo mire, sus mirada fue penetrante y luego me di cuenta por que. Me aparte amablemente del abrazo cálido de Brayden.
Negó con la cabeza de manera extraña y me hizo una seña con la cabeza.
Se puso de pie y se encamino al pasillo del baño. Espere un momento y luego lo seguí con paso despreocupado. Cuando cruce el pasillo, sentí aquella sensación de agonía, ese lugar me recordaba demasiado a Albish, tanto que me sentía extraño, como si hubiera ocurrido hace demasiado tiempo, casi como si no fuera real.
Estaba de pie frente a los lavabos con los brazos sobre el azulejo. Me puse cerca de él y miré sus ojos a través del espejo.
Un momento de silencio se convirtió en algo incómodo, sentí la tensión en la aire y me arrepentí de haber ido.
-¿No vas a decirme nada? -pregunte y torcido el gesto.
Frunció el entrecejo y luego me miro por el rabillo.
-No eres el mismo, ni siquiera yo lo soy -comenzó-. Antes, no hubiera confiado en nadie, no hubiera hablado con nadie... Sin embargo, ahora lo hago, cualquier rastro del sujeto que era ya no existe más. Tú, se que ya no sientes lo mismo por mi... Antes era demasiado fácil ponerte nervioso, lo veía. Brayden... Creí que tenías problemas con él, creí que estaba un poco raro, un tanto desquiciado y lleno de ira -Lo fulmine con la mirada, mientras sentía una ira en mi cuando hablaba de esa manera sobre Brayden-. Incluso tu me dijiste que no querías tener nada que ver con él...
-Yo dije muchas cosas, y mira me, hablando de lo que éramos... -inquirí. Sonrió. Y luego se volvió hacia mi completamente.
-¿Crees que Brayden es como nosotros? ¿Crees que te corresponderá de la misma manera? Eres solo su pasatiempo en lo que están aquí, como Kyle y Zarth, un claro ejemplo de lo que puede llegar a suceder.
Puse los ojos en blanco.
-No quiero que te lastime -continuó-. Que en cuanto salgan de aquí de te deje por lo que realmente le gusta, un chica, que seguro lo esperan, una o dos, por ahí...
-¡Cállate! No lo conoces, no tienes ni puta idea de lo que sucedió con él, ¿crees que eres el único con problemas? Si, tu supieras lo que sucedió con él, no estarías hablando así... Antes dije que no quería tener nada que ver con él, lo se, pero cambio mi forma de verlo -le solté.
-Como sea, espero que te des cuenta de quien es en realidad, te va a lastimar...
Hablo con su voz firme. Estaba enojado y su mirada lo decía. Pero ahora yo estaba colérico.
-No puede lastimarme más de lo que tu lo has hecho, no me importaría.Camine de regreso con paso apresurado y dando grandes zancadas. En nuestra esquina estaba Elio y Pete con otro montón de chicos, también esta Brayden con Samuel que estaba sentado con la mirada fija en la entrada.
Me detuve un momento y no me sentía bien con el veneno en mi estómago. Camine hasta la entrada y me quedé en el balcón mirando el cielo oscuro y el viento que soplaba mojandome. La lluvia era una cortina, abajo, en el patio todo se estaba inundando.
Me recargue en la barandilla mojada y me puse a pensar en lo que había ocurrido con Albish, me molestaba el hecho de que juzgará a Brayden sin siquiera tener la mínima idea de lo que ocurrió realmente. Tal vez estaba celoso, tal vez solo fue un impulso de cuando Brayden me abrazo.
Me sentía... no tenía la más remota idea de lo que sentía. Tenía un malestar en el estómago, estaba asustado y enojado. Tenía un terrible escalofrío.
De pronto un rayo trono junto a mí, la luz iluminó todo alrededor, me hice para atrás sujetando me del barandal. El árbol que estaba a un costado del edificio crujio con mucho alboroto, me asuste. Sentí el terror en mis extremidades, en mi pecho y en todo... Me asuste más cuando vi el fuego en las ramas del tronco que descendía sobre mi. Apreté mis manos contra el frío metal preparándome para lo peor... Justo en ese momento sentí todo tan débil, mis pies y mis rodillas como si fuera a desplomarme. El tronco choco con la barandilla y tembló mi cuerpo con el concreto debajo de mis pies. La barandilla se doblo y se sacudió, yo junto con ella, las ramas cayeron sobre mi y el fuego iluminó todo.
El dolor me invadió mientras la barandilla se hizo hacia un lado por la fuerza y me fui con ella.
El vacío era infinitamente negro, no había nigun rastro de luz. La barandilla colgaba hacia el vacío, las tiras metálicas salían de las bases incrustadas en el concreto. Y yo, colgaba de ella antes de ver mi final.
El árbol estaba atorado y amenazaba con caerme encima con el viento y la lluvia que caía con tanta fuerza como nunca antes la había sentido.
-¡Ayúdenme! -aúlle.
Apenas yo lo escuche, ese grito insignificante nadie lo escucharía.
El fuego ardía sobre mi cabeza a unos metros.
Levante la mirada al dormitorio pero estaba oscuro, quizá la energía se había ido.
La barandilla crujió y el árbol se movió, mi cuerpo se movió con brusquedad y caí un poco mientras me sujetaba con fuerza.
Me dolieron los brazos.
Albish, ayúdame, pensé. Brayden...
-¡JONATHAN! -escuche su voz. Pero luego me negué a creer en ella por que no vendría nadie a buscarme.
-Jonathan! No te sueltes, no lo hagas -Brayden grito.
Levante la mirada entre la lluvia y lo vi, iluminado por el fuego.
Había otros chicos que miraban . Muchas caras, demásiadas.
-Voy a bajar por ti.
Bajo una pierna por la barandilla y todo crujió. Bajo la otra y se sujeto... El tronco se movió con fuerza y la barandilla se agitó... Apreté los ojos.
-Intenta subir, inténtalo -me ordenó.
El dolor me ardía, en los brazos y en el cuerpo.
Estire el brazo y me sujete del peldaño siguiente. Estaba mojado.
-Jonathan, necesito que estés concentrado, ese árbol va a caer en cualquier momento por el movimiento que estoy haciendo... Voy a bajar por ti, esquiva lo, girate o muévete, pero no te sueltes...
Su voz se escuchaba tan baja.
-A las tres. Uno..., Dos... Tres...
Descendió con un salto y la barandilla se agitó con tanta fuerza, mi mano se zafó del metal húmedo y me resbale. Brayden me sujeto del brazo con fuerza y luego me envolvió apretado me a su cuerpo, se giro por la barandilla y el tronco se vino abajo, se estrello en unos peldaños y luego nos agitamos con fuerza. Lo rodeé con los brazos por el cuello y me sentí como si fuera un sueño.
Me pegue a su cuello y nos movimos conforme la barandilla se agitaba.
-Nada malo va a pasar -susurró en mi oído-. Creí que me dejarías y me asuste.
Levante la mirada y vi su rostro empapado, escurriendo bajo la lluvia.
Me sujete de la barandilla con fuerza y me sostuve, Brayden se movió despacio cuando note el chorro de sangre que escurría de su pierna.
-Estas sangrando -le informe.
-No es nada, no te preocupes.
Subió unos cuantos peldaños con cuidado, la barandilla se movía conforme nosotros nos movíamos. Subí despacio, con el dolor en mis brazos y el aturdimiento que me hundían despacio. Brayden me ayudo un par veces sosteniendome. Cuando llegamos arriba, ya de habían movilizado todos los chicos, la penumbra era iluminada por velas, distribuidas entre los grupos de chicos.
-¿Estás bien? -Elio me sostuvo con fuerza mientras me hundía en el dolor de mis miembros. Estaba cansado.
Asentí despacio.
Brayden me rodeo con una toalla que alguien traía, me la paso por encima de la cabeza.
Nos movimos hasta una de las literas, y me senté.
El montón de chicos miraba desde atrás, otros más de cerca y yo me sentía muy mal.
Otros más, trajeron el botiquín, y Brayden se inclino hacia mi con un algodón húmedo en alcohol, lo paso por mi frente y el ardor me notificó que tenía una herida en la cabeza.
-Jonathan, ¿te sientes mareado? ¿Te duele algo más? -Elio me examino más de cerca.
-No, estoy bien...
-Sufriste un gran susto, y esa herida en la cabeza refleja que te golpeaste muy duro, debemos asegurarnos de que no sea grave -continuó.
-¿Qué tan idiota eres como para salir? -Brayden pregunto-. Creó que me estoy dando una idea.
-Revisa tu herida, estabas sangrando -lo fulmine con la mirada.
-Estoy bien... Es solo un rasguño.
-Déjame ver -Elio lo tomo por los hombros y lo sentó a mi lado.
El pantalón roto y húmedo reflejaba algo más, Elio termino de romper la tela y vi la línea sangrante debajo de la rodilla.
-Esto necesita puntadas -le dijo-. No estás bien.
Le dedique una mirada hostil y luego, sentí ganas de golpearlo.
Después del alboroto, algunos se preparan para dormir, otros más hablaban en murmurós en la penumbra mientras afuera, la tormenta no parecía tener fin. La enfermera terminó de darle puntadas a su pierna. Y curaba algunas heridas superficiales de nuestro cuerpo. Estaba en ropa interior húmeda, envuelto en una toalla y en las sábanas. Tenía demasiado frío. Los ronquidos eran bajos y Brayden estaba en silencio a mi lado en el suelo.
Estire mi mano y tome la suya, lo mire y sus ojos me miraron luego de un rato.
-Gracias -le dije. Había arriesgado toda su vida para salvarme, lo había hecho sin pensarlo dos veces y se lanzó al vacío para ir por mi. Sentía ganas de abrazarlo.
-¿Porqué? -susurró-. No fue nada.
Puse los ojos en blanco.
-Para mi lo fue todo, me salvaste, eso es más de lo que pudiera hacer alguien.
Sonrió y su mirada reflejaba el sueño evidente.
Esa frase hizo eco en mi cabeza y luego quize preguntar.
-Cuando me sujetaste, ¿porqué me susurraste aquello? -Su mano se libero de la mía amablemente.
-Es complicado -Apretó la mandíbula-.Estaba tirado en el suelo preguntandome donde estabas, sabía que habías ido con Albish, pero no te vi regresar y creí que tu... Y él.
Hizo una pausa un momento.
-Primero creí que tal vez, estaban hablando y arreglando sus problemas... Luego escuché el rayo y el estallido, inmediatamente me puse de pie y te busque en la oscuridad, pero Albish regreso y tu no, entonces escuche tu grito y me alarme, no sabia con exactitud de donde provenía hasta que pensé en lo peor y salí, te vi suspendido de la barandilla... En ese momento fue como si... -Negó con la cabeza-. Sentí que te iba a perder, sentí aquella sensación de que te iba a suceder algo malo si no hacía nada, si no hacía lo que debía, sentí ese sentimiento de culpa... Y me asuste.
Lo mire y luego volví a tomar su mano.
-No me perdiste.
-Eres importante para mi en este momento.
Sus ojos se veía tan cansados.
-Descansa. Hazlo, debes hacerlo.
Se acomodo para dormirse y pego su cabeza cerca de la mía.
-Nada malo va a pasar -susurró.
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QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅
RomanceA pesar de tratar por mantenerse juntos, el peligro parece seguir cerca de ellos. En el primer indicio de peligro, terminar parece ser la mejor decisión para ambos. Brayden, su nuevo compañero se adentra de una manera muy extraña en la vida Jonathan...