Me senté en una de las mesas del comedor. Brayden estaba sentado a mi lado con las manos clavadas en los bolsillos de su sudadera azul. Elio platicaba unas cuantas cosas con su amigo Pete, en voz baja.
El ambiente era un tanto tétrico, el clima era frío, y era evidente que la tormenta había dejado más de lo que cualquiera hubiera imaginado.
Y es que es cierto que la vida no se detiene por nada ni por nadie, simplemente ocurre y al día siguiente, debes seguir yendo a clases, trabajar y hacer lo que te corresponde.
Había pasado una semana desde aquel día, y todo volvía a su curso normal. Se había hecho unas cuantas brigadas para la limpieza de la escuela, las clases volvieron y yo continuaba con mi vida.
Intenté no hacer ninguna valoración respecto a mis terribles encuentros con la muerte, de todas maneras estaba seguro de que volvería por mi.
Me sentía muy extraño, había tantas sensaciones en mi cuerpo y en mi mente que no estaba seguro de lo que sentía en realidad. No podía borrar la imagen de mi mente, veía aquel rostro lastimado, sin vida. Conviví con Jackson, nofuimos tan cercanos pero aún así era algo terrible y lo sentía. También veía a Samuel que estaba sufriendo, era su amigo. Brayden decía que Samuel estaba un poco dormido en sus laureles, estaba como ausente.
De alguna manera, Albish ya no me dolía tanto, había logrado olvidar esa parte gracias a Brayden, luego regreso repentinamente aquel día en la playa, y estuve a punto de tener sexo en la arena por el deseo que me provocaba más que por lo que sentía en realidad. Y ahora se había ido otra vez.
La policía había estado en la escuela casi toda la semana. Mi madre había hablado conmigo, pero yo había hecho lo necesario para que me creyera que estaba bien.En ese momento, se escucho un golpazo. Me volví rápidamente y vi a un par de chicos cerca de la barra, uno de ellos tomó al otro por el cuello y lo empujó contra el muro. Las charolas se cayeron y el alboroto hizo mucho ruido.
-¿Por qué no te fijas por donde caminas, idiota? -le grito. Se dio la vuelta y salió rápidamente por la entrada.
Algunos se movieron a ayudar al chico y a levantar el tiradero de charolas.
En la clase de deportes, comenzamos a hacer algunos calentamientos para luego dar unas cuantas vueltas.
Comenzamos a dar vueltas, primero trotando y dando saltos de lado, cuando el entrenador sonaba el silbato, hacíamos sentadillas.
En una de las vueltas, cuando estaba saltando, Alec, apareció y se me acercó más de lo necesario, me empujó y luego mis piernas se atascaron, me fui de bruces al suelo y el polvo se levanto.
Se echo a reír a carcajadas. Levante la mirada con un poco de rabia en el estómago, lo fulmine y luego me levante de un salto, me acerqué de manera amenazante tomando valor de la furia que se abría pasó por mi pecho, apreté los puños y la mandíbula.
-¿Vas a hacer algo? -soltó con la rabia en el rostro.
Le di un golpe en la cara y luego me lancé contra él abriendo paso a la adrenalina, le dí otro golpe en la cara y sentí como me levantaban jalando me con fuerza.
Mire en todas en direcciones y todos me miraban. Brayden sonrió y luego asintió con la cabeza.
-Ambos, a la oficina principal -ordenó el entrenador. Sonó el silbato y el resto comenzó a moverse.
Me zafé de quien me sujetaba y me encamine en dirección a la oficina del director.
Me sorprendió de mi mismo haber hecho aquello, pero simplemente brotó de mi ser y reaccione. Eche un vistazo por encima del hombro y vi a Alec detrás de mi con la mirada clavada en mi.
Le di un golpecito a la puerta cuando entré.
-Tengo que ver al Director -le dije a la chica.
-Claro, esta atendiendo unos asuntos, ya casi termina...
La puerta de la oficina se abrió de repente y vi al Director, Carter y a un hombre y una mujer que lloraba. El hombre la abrazo y ambos se encaminaron por la puerta.
El director me echo una mirada y luego me hizo una seña para que pasara.
Caminé despacio hasta la oficina y cerré después de que entre, Carter se fue a sentarse en su sitio y luego vi la expresión de preocupación que le atravesó.
Me senté despacio sin quitarle la vista de encima.
-Jonathan, ¿en que te puedo ayudar? -dijo con un suspiro.
-Hum -Recordé como fue que termine aquí-. Golpeé a un chico en la cara pero el me atacó primero... Creo que debe hacerme un reporte...
Me miro fijamente y luego bajo la mirada.
-¿Que clase de conflicto tienes con ese chico? -pregunto.
-Pues es Alec, siempre he tenido un conflicto con él, solo que nunca me había defendido -comenzó a anotar algunas cosas en una hoja-. ¿Esta todo bien?
-No. Las cosas están bastante mal, no había tenido tantos reportes de este tipo en otros semestres, a excepción tuya, pero lo tuyo es diferente -Me sentí mal cuando escuche eso-. No se si se trate de la misma persona, o del mismo grupo que te atacó a ti. Al principio, tus ataques eran los únicos que había, pero luego, tus ataques cesaron, y nuevos comenzaron a ser reportados, por diferentes alumnos, algunos más fuertes que otros.
Se levanto de su asiento y se acomodo el sacó. Dio un par de pasos alrededor del escritorio.
-Comencé a seguir los casos más cerca, pero siempre había algo más -continuó-. Suena muy mal, pero luego ocurrió lo de Jackson...
Me estremecí cuando lo escuche y lo miré a los ojos completamente sorprendido.
Hizo una mueca, su expresión me dijo que era algo que no debía saber.
-¿A que se refiere? -pregunte-. Jackson murió en la tormenta, ¿no?
-Eso es lo que parecía, pero -Espero un momento antes de continuar-, luego de que fuera llevado con su padre, se realizó una investigación para conocer la razón de la muerte...
Sentí como mi corazón se agitaba.
-... su cuerpo tenía marcas de asfixia, y un golpe en la cabeza, murió antes de que la tormenta hiciera el resto.
Solté un suspiro, no esperaba escuchar algo como eso. Por que ahora eso significaba algo más, lo habían matado.
-Jonathan, necesito que guardes esta información, no debí decir nada, pero creo que debes saberlo, tú eres uno de los que sufren ataques de ese tipo... Ni siquiera se lo he dicho a Albish.
Asentí despacio mientras mi mente se hacia un lío.
-Cualquier cosa que sepas, necesito que me la digas, antes de que le ocurra a alguien más. No te pondré ningún reporte.
Se dirigió a la puerta y la abrió. Me puse de pie y fui directo a la puerta. Alec estaba sentado en la espera y yo ni siquiera lo miré, salí hacia el patio con un nudo en la garganta y esa sensación de desesperación.
Fui directo a los vestidores por mi cosas y me marché lo más rápido que pude para que nadie me viera, ni siquiera a Brayden.
Fui directo a la Huerta, me prepare con el uniforme, espere a que sonará la campana que lo hizo casi de inmediato. Me senté en la orilla de la acera de la casa.
Una vez más, no quería pensar demasiado, de por si, ya estaba mal, y no quería estar peor.
Elio me saludo cunado llego y Dan ya venia preparado. Se tiro a mi lado y me dio un golpecito en el hombro, sonreí.
-Hey, ¿que tal?
-Hola, muy bien, gracias.
Elio se quedo se pie frente a mi y sonrió.
-¿Qué vamos a hacer hoy, Jonathan? -me pregunto.
-Debemos terminar con la limpieza de la Arboleda, un quedan unas cuantas aves y basura que la tormenta arrojó.
Asiento y luego me preparo para iniciar. Dan también se preparo. Tomé un montón de bolsas y nos fuimos hacia la Arboleda, la basura era evidente, así que empezamos a levantar la y guardarla en las bolsas. Me fui hacía una de las orillas de la Arboleda de para trabajar ese lado.
Y luego me acorde de el día en que Albish se cayó del árbol y su pierna se abrió, no nos dirigíamos la palabra como siempre, y lo ayude para llevarlo a la casa de la Huerta... Ese día, las cosas cambiaron para nosotros...
-Soñando despierto, otra vez -escuche la voz de Brayden. Me volví entre los árboles y lo vi de pie, con el uniforme de trabajo. Sonrió. Su cabello estaba alborotado con las puntas en todas direcciones.
Se acercó hacia mi. Su sonrisa se volvió maligna y sabía que el chiste saldría de sus labios.
-Parece que ya no me necesitas para que te defienda -dijo.
Estiro su brazo y luego enredo sus dedos en mi cabello, lo alboroto despacio y luego sonrió mostrando sus dientes...
Sentí un extraño cosquilleo, algo que no me sucedía en mucho tiempo. Me estremecí y me aleje.
-¿No deberías estar trabajando? -pregunté.
-Estoy trabajando, Samuel no quería estar en la bodega, creo que sabes por qué, así que quiso venir aquí... Yo vine a buscarte.
Lo fulmine con la mirada.
-¿Porqué no me dijiste? ¿Donde esta? -solté.
-En la casa de la Huerta...
Me eche a correr por la Arboleda, en dirección a la casa. Cuando llegue, lo vi sentado con los brazos sobre su pecho.
La cara pálida y las ojeras iluminaban su rostro, estaba moribundo.
Me acerque despacio y sonrió al verme.
-¿Dónde estabas? -pregunto.
-Estaba en la Arboleda, con los chicos. No quiero preguntar, pero, ¿Estás bien?
Negó con la cabeza.
-Se siente extraño, Jackson ya no está, y juro que escucho su voz... Me esta matando la idea de que por mi culpa... yo, estaba con la resaca y lo trate mal, el solo se preocupo por mi... Se marchó, y ya no lo volví a ver.
Dejo caer la cabeza sobre la mesa del frente con brusquedad, cerró su puño y golpeó la superficie.
-No es tú culpa, tu no tienes nada que ver... -En mi cabeza rondaban las palabras de Carter, y sabía que no podía decirle a Samuel que la tormenta lo había tenido la culpa.
Hizo un ademán, se jalo hacia atrás y se jalo un mechón de cabello.
-Habíamos discutido, ese día en la playa yo hice todo lo posible para que se asegurará de que yo no sentía nada por él...
Levanto la mirada y sus ojos me miraron fijamente. Fruncí el entrecejo.
-Jackson... me confesó que era gay y que yo le gustaba, pero en realidad yo solo era un buen amigo, jamás le di ninguna esperanza, jamás le di a saber que yo también sentía algo por él...
Acerque una silla a su lado y me senté frente a él.
-Entonces, ¿sabías perfectamente por que estaba cabreado ese día en el comedor? -pregunté.
Asintió despacio. Su ojos se llenaron de lágrimas.
-Jamás creí que sucedería algo como eso, ahora se que es mi culpa y él ya no está.
Me miro fijamente durante un momento.
Estaba comenzando a sentirme mal por él. No se trataba de una discusión y una tormenta, alguien había asesinado a Jackson y lo había dejado en la mitad del patio para que la tormenta hiciera el resto.
-Brayden... -sonrió-. ¿Que diablos le hiciste a ese chico? Intentó hacerme sentir mejor, el me dijo que deberíamos venir aquí -entorno los ojos y luego se mordió el labio inferior-. Ya no es el mismo que antes, y es obvio que ambos.... ¿estas saliendo con él?
Me levanté con brusquedad, y negué con la cabeza.
-No, nada de eso, es mi amigo. Debo continuar con el trabajo, será mejor que vengas a ayudar, antes de que se den cuenta que no estas en los Jardines...
-Seguro, que si.
Agitó la cabeza e intento acomodar se la melena enmarañada. Se levantó y me siguió.
Nos movimos, de regreso a la Arboleda, ubique a Elio y Dan a la derecha y Brayden estaba tirado en el suelo cerca de ellos.
Le entregue una bolsa a Samuel para que él y Brayden nos ayudarán a recoger la basura. Regresé a mi sitio y me puse a pensar en los últimos hechos de ese día.
Asesinaron a Jackson, mi mente lo soltó y me estremecí. ¿Quien haría algo como eso? ¿Cuál era el motivo? El director, Carter, esta seguro de que fue un ataque de Bullying, y que varios de lo chicos también los habían sufrido sin tener que llegar a algo más fuerte. No estaba seguro si mis ataques estaba vinculados con los de estos últimos.
Mi atacante había aparecido, el mismo que me atacó ese día en la Huerta, me había llevado hasta el baño para darme una golpiza por su pierna. No podía saber si era el mismo que me había atacado cuando Brayden me encontró en la Arboleda. O si el había dejado esa nota, si en realidad era el mismo.
Brayden estaba consciente de quienes eran... Brayden los conoce, dijo que había tenido problemas con ellos durante su estancia en el edificio.
Jackson, aparentemente, no había tenido problemas con nadie, jamás lo vi.
Después de que terminamos de trabajar. Nos encaminamos hacia el dormitorio, Brayden se desabrocho la chaqueta del uniforme.
¿Sucede algo? -pregunto-. Estuviste muy raro desde que llegué.
Mire por el rabillo y su mirada estaba fija en la mía. Sentí un escalofrío cuando sus ojos se toparon con los míos.
-No es nada, estoy algo cansado.
Caminamos hasta el pasillo y yo me fui directo al baño.
Me deshice de la ropa y la arroje en una de las canastillas, me metí bajo el chorro de agua. Había un montón de chicos en las regaderas y otros más que se vestían. Eche una mirada entre ellos pero no vi nada en particular.
Brayden apareció y me rodeo, se colocó en la regadera de alado.
Mire fijamente al azulejo. Y sentí una sensación muy extraña, realmente no quería pensar más allá de lo que debía.
Abrió la regadera y en mi campo de visión vi como se quitaba la ropa interior. Mire por el rabillo, pero me arrepentí de inmediato.
Comencé a enjabonarme más rápido de lo que pude para terminar. Me envolví con una de las toallas y salí se las regaderas.
Me enfunde en mi ropa interior, pantalones de franela y una sudadera, estaba haciendo frío.
Me sentí en la orilla de la cama a pensar una vez más.
No quería pensar en Brayden de esa manera, ni si quiera estaba seguro de lo que quería realmente.
Entró a la habitación y me echo una mirada, luego se fue hasta el mueble.
Deshice la cama y me acomode para dormirme.
-¿Quienes son los chicos que me atacaron la otra noche? -pregunté, intente parecer indiferente.
-No lo se, no se sus nombres, solo los he visto -respondió tajante.
Se seco el cabello y luego se encamino hasta el colchón, se sentó en la orilla y me miro fijamente.
-¿Para que quieres saberlo? -su rostro reflejo algo de irritación, aunque no estaba seguro de que lo irritaba.
No podía decirle a nadie sobre lo que hable con el director, pero, quería confiar en él, no estaba seguro de que podía hacerlo.
Negó con la cabeza y luego comenzó a levantar las sábanas de su colchón.
-¿Estás...
-¿Enojado? -Soltó una carcajada de irritación y luego se volvió hacia mi-. Creí que... -soltó un suspiro-... no importa.
-Esto no tiene nada que ver contigo, es demasiado complicado, es...
-Un poco de lo mismo... No tienes que darme explicaciones, de verdad.
Me incorporé y lo mire. Sus ojos se quedaron mirando el techo, se acomodo con las manos detrás de la cabeza.
Esto comenzaba a volverse un drama, era obvio que mi actitud era mala, y no podía decirle, pero, ¿realmente me estaba comportando tan mal como para que se pusiera así?
-No te enfades, por favor...
Sonrió.
-¿Puedes apagar la luz? -dijo. La voz ronca reflejo la rabia- Por favor.
Salte de la cama y me acerque a su colchón, lo miré fijamente. Sus ojos miraron los míos.
Se lo iba a decir.
-Jackson no murió por causa de la tormenta, alguien lo asfixio y lo dejo ahí -dije y mi voz se volvió un hilo.
Frunció el entrecejo y se apoyo en ambos codos, se incorporo despacio y sus labios se entre abrieron demasiado sorprendido.
-¿Qué...? ¿Como lo...? -se trabó -Suspiró.
-No te lo podía decir, a nadie. Estas consiente de lo que significa, ¿no? -apreté la mandíbula.
Asintio despacio.
Me hice para atrás y me senté en la orilla de la cama
Se puso de pie y se encamino hasta el mueble, rebuscó en un cajón y saco los cigarrillos. Se sentó sobre el mueble y abrió la ventana. Encendió un cigarrillo, y se recargo sobre el muro, libero el humo de la fumada. Su mirada se quedó perdida en no se que.
Me acerque hasta él, primero a regañadientes, luego el ni se inmutó, me subí al mueble y me senté frente a él con las piernas flexionadas. Mire a través de la oscura penumbra de la ventana abierta.
-Perdóname -dijo en voz baja.
Lo miré, su rostro estaba serio, sus labios eran una línea delgada y sus ojos regresaban a mirarme de manera habitual, sin la chispa de odio. Su rostro era perfecto.
Asentí con la cabeza y no despegue la mirada de sus ojos.
-Jonathan -se aclaro la garganta-, esto sonará cursi, pero, puedes confiar en mi, te lo he demostrado, y yo confío en ti, más de lo que alguna vez confíe en alguien, es decir, ahora eres en quien confío... -sonrió-. ¡Diablos! Suena demasiado cursi. ¿En que me has convertido, Jonathan? Antes me hubiera importado una mierda algo de esto, incluso tú.
Se me hizo un nudo en el estómago, e intente sonreír, pero no estaba seguro de que estaba pasando por mi mente.
-Ahora estas más consciente de que soy un idiota, siempre lo he sido... No quiero lastimarte, por un momento creí que no confiaban en mi como para no decirme que estaba ocurriendo.
-Eres una buena persona, no eres un idiota -le solté en voz tan baja.
Sonrió. Y luego miro a la ventana...
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QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅
RomanceA pesar de tratar por mantenerse juntos, el peligro parece seguir cerca de ellos. En el primer indicio de peligro, terminar parece ser la mejor decisión para ambos. Brayden, su nuevo compañero se adentra de una manera muy extraña en la vida Jonathan...