TREINTA Y TRES

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Sentí como algo se movía de manera extraña dentro de mi estómago. Como unos nervios fatales: Albish.
Mi cabeza comenzaba a soltar demasiadas cosas, tan solo el simple hecho de que volvería a verlo, de la peor manera dentro de esta situación.
Brayden dijo que lo necesitaba para mantenerme a salvo, y lo que yo menos quería era que él estuviera en peligro, no quería que formará parte de esto, ya me sentía fatal con lo de mamá para pensar en que a el le pudiera suceder algo.
Me abracé el pecho con los brazos cruzados mientras el malestar se intensifica bastante cada paso. La luz estaba encendida en la habitación, y un auto aparcado en la entrada.
Brayden me hizo una seña para que me detuviera, fue hasta la puerta y dio tres golpes leves. Paso un momento, y la puerta se abrió despacio.
Mi corazón se aceleró y tomé todo el aire que pude. Brayden movió su mano para que me acerca. El entró en la habitación y yo fui detrás de él.
Albish estaba de pie sujetando la puerta.
Tenía el cabello dorado, corto, más de lo que alguna vez lo tuvo. Su rostro perfecto era tranquilo, sin nada que pudiera ver más allá que sus ojos grises. Sus dedos recorrían la puerta aferrándose a ella. Su labios eran una línea delgada. La playera blanca se ajustaba a su cuerpo, marcando los grandes brazos.
Baje la mirada por que ni pude seguir mirando lo. Camine hasta el sofá y me derrumbe ahí. Mirando el basto suelo de azulejo blanco.
-¿Viniste tu solo? -le pregunto Brayden.
-Si. ¿Están bien? -pregunto con su voz musical.
Levante la mirada y sus ojos me miraron, recorrieron mi rostro y mi cuerpo.
-Si, estamos bien.
-Hablé con unos cuantos. Gabriel Strider es uno de los mayores estafadores del país. Brandon Septien trabajo para él...
-¿Mi padre? -dije en voz baja.
-Brandon, al parecer, tiene algo en sus manos que podría acabar con Strider sí cayera en manos equivocadas. El problema es que no entiendo que tienes que ver tu con eso, o tu madre -me dijo.
Trague saliva.
-Mi padre esta averiguando la situación -le explicó a Albish-. Gabriel Strider, había escuchado su nombre, estaba a cargo de una organización en Seattle, donde yo me involucre, perdí a alguien muy especial. Mi padre lo seguía de cerca -Brayden lo fulminó con la mirada, y esa postura seguía en él-. Te pedí que vinieras hasta acá para que... Debemos mantener a salvo a Jonathan, al menos hasta que sepamos donde está su madre, y lo que quieren.
-Yo hubiera venido sin que me lo pidieran, si él me hubiera llamado, lo hubiera hecho -respondió-. ¿Cuál es tu plan?
Me recosté en una de las camas mientras ellos hablaban en la entrada. Estaba demasiado cansado, abrumado y ahora me sentía fatal estando cerca de Albish. Me cubrí con la sabana y cerré los ojos. Casi de inmediato, el sueño me envolvió y comencé a desvanecerme.

La oscuridad era infinita cuando abrí los ojos despacio.
-... no puedo obligarlo a que este conmigo. Yo tome mi decisión, y el la suya -escuche la voz de Albish.
Me quede quieto sobre mi posición y cerré los ojos de nuevo.
-Él te ama. Se que lo sabes, viste como se congelo al verte en la puerta. Incluso sentado en el sofá -le dijo Brayden-. Sinceramente, ahora que estas aquí, me siento mejor. Se que él...
-¿Como sabes que el me quiere aquí? -Escuché el crujido de la cama-. Las cosas no fueron del todo buenas antes de volver, y me sorprendió escucharlo al teléfono, cuando me dijo que había sucedido, estuve a punto de salir corriendo, volando, pero, luego pensé que debía tomarlo con calma, no estaba seguro de que hacer.
-Sabía que tenía que sacarlo de la ciudad. Es más fuerte de lo creí, se lo esta tomado mejor que yo... Pensé que luego de lo que sucedió, en Mar, y con esto, se iba a derrumbar. Pero no, se que esta mal por su madre y la situación, pero lo veo bien -Brayden le explico desde su punto de vista.
-Jonathan es más fuerte que ambos. Cometí el error de subestimar lo una vez, pero, me salvo la vida, a mi, a mis amigos y cuando creí que lo perdería, resurgió.
Trague saliva escuchando esa extraña conversación.
-Incluso me perdono, luego de lo que hice. No te ofendas, pero le dije que yo jamás le iba a hacer daño, como tú lo hiciste. Y sin embargo, lo hice -Brayden se escuchaba muy tranquilo.
-Es inevitable no lastimar lo -se aclaro la garganta-. Es decir, Jonathan apareció en mi vida cuando no era nada. Un chico sin padres, sin familia, sin hogar... Sin vida. Atrapado en esa escuela huyendo de mi destino y a lo que sea que uno pueda llamarle. Extrañamente, encontré una conexión que aún no entiendo como ocurrió. Cuando me di cuenta ya no quería estar lejos de él, pero, tampoco quería que formará parte de mi vida. De esa mierda de vida que tenía.
Albish se estaba abriendo con Brayden, no entendía como habían llegado a esa conversación, como podían estar hablando así.
-Se que nunca llevamos algún tipo de relación. Ni siquiera nos conocimos bien, pero, creo que entiendo lo que haces, lo que has hecho -le dijo-. Lo amas a tu modo, más allá de lastimarlo, o de hacerlo a propósito.
-Yo jamás le haría daño, prefiero hacerlo de esta manera, ya estuve a punto de perderlo. Es la peor sensación del mundo, sientes el vacío haciéndose más grande. Se abre paso dentro de ti, un vacío sin fin donde no siente nada más que el dolor. Uno muy profundo. No se lo deseo a nadie.
Los ojos se me estaban llenado de lagrimas, no estaba seguro de porque.
-Se lo que hizo -continuó-. Eres una persona muy distinta a la que conocí, se que cambiaste por él, gracias a él...
-No necesito decirte esto, pero, quiero estar con él, hablamos sobre eso la otra noche. Pero, si él, quiere estar contigo yo no puedo obligar que este conmigo -Brayden le dijo y su tono iba en aumento a quebrarse.
-No te preocupes por eso. Ya le hice mucho daño como para que quiera estar conmigo -le respondió-. Quizá, deberías dormir, un poco.
-Tomaré tu palabra, solo un poco.
El silencio se hizo eterno. Me acomodé de nuevo para ver en la oscuridad. Brayden estaba recostado en el sofá, que habían traído hasta el pequeño cuarto. Albish estaba recargado en la cabecera de la cama, un poco recostado.

QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora