A la mañana siguiente me sentía fatal. No había dormido bien y tenía un tremendo dolor de cabeza que iba en aumento con el amanecer, la ansiedad y los nervios de lo que fuera a suceder hoy. Agradecí al cielo haber dormitado un poco sin tener ninguna pesadilla.
Los primeros indicios de luz que se filtraban por la ventana, decían que el cielo no estaba tan soleado como otros días. Me puse de pie despacio para no marear me con el aturdimiento de la mala noche y me acerque a la ventana, moví la cortina un poco y vi las nubes grises que cubrían todo el cielo. El viento soplaba fuerte, era un brisa húmeda que venia de la playa. Me enfunde en unos pantalones claros y una sudadera sin detalles. Me calce y Sali de la habitación con mucha pereza. Me empape la cara y me cepille los dientes, quite la marcas de la almohada de mi cabello y regrese a la habitación por la mochila.Cuando entre, me encontré a Albish junto al mueble con la playera en su cabeza. La bajo despacio y después se puso los pantalones. Me acerque a la orilla de la cama por la mochila y sin darme cuenta, lo observe perdidamente. En mi fuero interior se desataban las ganas de correr y enredarlo a mi hasta que no pudiera mas, necesitaba de sus besos , escuchar su voz, al menos una vez mas,una última vez.
Me senté en la orilla de mi cama, el se volvió y me observo un momento. Solté un respingo y actúe normal.
-¿Podemos irnos juntos? -pregunto.
-Seguro que si -respondí confundido.
Espere a que regresará del baño. Anduvimos en silencio por el corredor hasta salir del edificio. Caminamos despacio.
Sentía los nervios como un tornado en mi estómago, sentía como mi corazón se aceleraba. No sabía cómo era posible sentirme de ese modo, hace unos días era mi felicidad. La razón por la que ansiaba regresar a clases.
Recuerdo lo preocupado que estaba por no verlo en ningún lugar del patio ese día que llegamos. Había planeado en levantar una brigada de búsqueda solo para localizarlo.
Parecía como si ya hubiera transcurrido muchísimo tiempo, la realidad es que ni siquiera se ha terminado la primera semana de seis meses.
La verdad es que el primer día sucedieron tantas cosas que cualquier otro hubiera sentido que ese día parecía una semana completa. El día anterior antes de regresar conocí a Brayden, que realmente fue algo que no me esperaba. La angustia de no encontrar a Albish, encontrar a Kyle cuando creí que no lo vería en mucho tiempo, la pelea con Zarth.
Luego la nota, mi primera vez con Albish, nuestra discusión, el intenso día de aturdimiento emocional, y ahora luchaba contra todo lo que él provocaba en mi, las ganas inmensas de aferrarme a él.
-Ayer, ¿a que hora regresaste? -me pregunto sacándome de mis pensamientos.
-No lo recuerdo, estaba muy cansado - mentí -. No es fácil manejar a un grupo de chicos.
-Si, lo siento. No volverá a suceder -su respuesta no tenía ni pizca de verdad.
-¿Dónde estábas? -pregunte intentando parecer indiferente.
-He tenido que resolver unas cuantas cosas. Pero, te prometo que no volverá a suceder.
-¿Qué clase de cosas? -está vez lo mire directo.
-Ya sabes, cosas -dijo tajante. Apresuró el pasó.
-Seguro que si -dije finalmente y mantuve el paso.
La punzada de curiosidad se implantó en mi. ¿Qué clase de cosas estaría resolviendo más importante que el trabajo? No era el momento para pensar en eso, tenía que tomar las cosas con calma si no quería terminar echo más lío de lo que ya estaba. Aunque eso era imposible
Subimos al primer nivel del edificio y se detuvo a esperarme en el recodo. Lo mire, sonreí un poco sin detenerme y el lo hizo. Me sujeto delicadamente y me atrajo a él. Me rodeó con sus brazos con mucha fuerza y susurro contra mi cuello.
-Pasé lo que pase, no olvides que eres todo para mi.
Me beso la frente. De pronto se dio la media vuelta y se alejo.
Sentí como el dolor se alojaba en mi pecho y me estruja a con tanta fuerza que me sostuve de la barandilla.
Respire profundo y camine por las escaleras arrastrando los pies, quería moverme lo más rápido posible, pero mis pies no estaban de acuerdo conmigo. Cuando llegue hasta mi nivel, me metí en el salón y me tire en mi sitio con la cara hundida en mis brazos apoyado sobre la mesa.
Es más sencillo decir y pensar, duele un poco y puedes engañarte a ti mismo, la convicción en una escusa para justificar lo que sientes. Pero es mucho más complicado, más de lo quiero aceptar: poner manos a la obra.
No se que tan duro será, si podré resistir el dolor que he estado bloqueando.
Nuestra relación siempre ha sido muy extraña, la serie de eventos desafortunados, el hecho de que mi padre tuvo que ver en la muerte de su familia. Intentó asesinarlo, a mis amigos y a mi.
Nuestra relación no es nada normal, nunca lo ha sido y es por eso que en varias ocasiones me he cuestionado si en realidad siento algo por él más fuerte, más allá de la atracción fatal. Y el hecho de que Ben estuviera en una actuación de la que yo salí enredado. La mayor parte del tiempo nos la pasamos alejados, evadiendonos.
Luego, surgió el problema con Kyle, del cual yo nunca quise que él se confundirá conmigo, ni con Zarth, ni muchos que saliera lastimado en la explosión que milagrosamente ninguno murió.
En ese momento, realmente sentí que yo si morí. Lo había perdido todo, completamente, a mi madre, mi vida a Kyle, y a Albish. Todo se venía abajo, se perdía en la oscuridad que me envolvía y amenazaba con terminar con mi vida.
Luego, tuve ese extraño sueño, donde estaba en alguna parte del bosque, cerca del lago, y Albish me traía de regreso a la vida. Cuando desperté lo encontré a mi lado, y fui tan feliz en ese instante, supe que lo amaba.
Claro, fui tan ingenuo al creer que podría estar con Albish, olvidándome de que no estaríamos seguros, mi padre estaría acechando. Lo hizo con Ben y nadie nos aseguraba que lo volvería hacer.
La nota no es casi nada, lo se. Pero si están vigilando, pueden lastimar nos a alguno de los dos, como Ben conmigo, y podría ser mucho peor.
Así, que, es lo mejor para los dos. Si lo amo, debo protegerlo como el lo hace conmigo.
Brayden me dio un golpecito en la cabeza al pasar junto a mi y se tiró en su sitio. Lo mire sin ninguna expresión y luego me volví al frente para mirar al profesor que entraba.
La clase paso despacio, no lograba concentrarme en nada y solo me mantenía atento a sí me preguntaban algo.
En clase de Philips, Albish no despegaba la mirada de mi, era penetrante y cuando yo lo miraba se volvía hacia el frente. Resolví unas cuantas cosas en la pizarra solo para despejar me la cabeza, pero solo respondí correctamente dos de cuatro, estaba medio ido y no lograba prestar la atención necesaria en clase, no quería que me perjudicará en mis nota, no en mi primer Parcial. Cuando sonó la campana, Albish camino a mi lado en él trayecto hasta el comedor, en silencio y manteniendo mi paso.
La charla de la mañana había quedado olvidada y su frase resonaba en mi cabeza como un eco.
Me pase la mochila por el hombro, y entramos al comedor lleno de chicos.
La fila se amontonaban en la barra. Albish tomo mi mochila y fue a colocarlas en nuestros lugares de la mesa. Salude a Samuel, y a Dan que parecía muy animado.
Albish regreso y se formó detrás de mi. Me moví en el montón y tome la charola del apartado, me acerque a donde estaba la cómoda y me serví un poco de ensalada, una pieza de pollo empanizado y arroz. Pedí una agua de piña y camine despacio mientras sentía que las miradas se posaban sobre mi, las caras y las voces giraban en torno a mi, di unas cuantas zancadas hasta el sitio me tire junto a Samuel.
-¿Qué has escuchado de mi en esta última hora? -pregunto en voz baja.
-No mucho, pero creo que sabes lo que he escuchado -arrugó la nariz-. Los vieron muy románticos esta mañana. ¿Qué pasa con Albish?
-No lo sé, me confunde más de lo que estoy, necesito otras vacaciones urgentes.
-¿Tan mal estás? -pregunto Dan inclinándose un poco.
-Mal es poco, terrible, incluso se sale de la línea -solté con un bufido, agite la cabeza y vi a Albish acercarse.
Tardó más de lo que debía en servirse la comida.
Le di un trago a la bebida y comí un trozo de lechuga.
Albish se acomodo en su sitio frente a mi, y detrás de él, Brayden apareció con la charola en manos.
Se sentó a un lado de la mesa sin mirar a nadie, colocó la charola con mucho cuidado.
No me había dado cuenta de el silencio sepulcral que se había producido.
Sus ojos eran oscuros y profundos, me miraron de forma extraña y sentí el escalofrío en mi columna, solté un gruñido.
-Hoy trabajo en la Huerta, creo que es un trabajo entretenido, me encantará trabajar -dijo Dan rompiendo el incómodo silencio.
-Tal vez vote por ti para que te quedes - Albish le respondió y sonrió. - Eso seria muy bueno, vota por mi.
Se le iluminó el rostro, parecía que le hacía mucha ilusión.
-¿Y tú, Brayden? -pregunté-. ¿Algún trabajo que te llame la atención?
Levanto la mirada despacio y curvo los labios en una media sonrisa.
-No, ninguno en especial, pero sería bueno que también votarán por mi -se volvió a Albish y este no respondió nada. Miró a Samuel y él asintió.
-Seguro que si -respondió luego de un momento.
Luego se formó otro silencio, bastante incómodo y la tensión era palpable.
-¿Como te va? -me volví a Samuel-. ¿Qué tal te está yendo en los Jardines?
-Creo que bien, antes solía recibir ordenes de Mike, pero ahora yo tengo que darles que hacer, tengo que preocuparme por elegir a alguien que me ayude y mis opciones son pocas, apenas y los conozco.
-La mayor parte de los encargados tiene que renovar su plantilla, además de que los nuevos empleos tienen que adquirir un equipo de trabajo. Puedes elegir tus opciones, o esperar a que los que nadie eligió sean tu mejor opción, no te compliques -explicó Albish.
-Pues si, pero la mitad de los nuevos son unos idiotas, van por ahí creyéndose los dueños del lugar. Nunca antes habíamos tenido chicos así, a excepción de Ben y su pandilla, pero quien causaba los conflicto era Ben, y no con todos, solo en su dormitorio.
Me dio una punzada de agonía al recordarlo.
-La otra mitad parecen buenos chicos, pero no sabes lo que pueda pasar si juntas a alguno de cada mitad.
-Sólo elige, y si no funciona, ese ya no es tu problema -dijo Brayden en voz baja-. No es tan difícil, debes tener más seguridad en ti.
-Si, gracias, supongo.
En clase de Historia, nos juntamos en parejas para continuar con la preparación de la exposición. Me tire a un lado de Brayden y me puse a leer mis líneas en la mente, las repetía una por una, y después palabra por palabra. Siempre me había funcionado para aprenderme las cosas mucho más rápido.
Albish se comportaba extraño, primero desaparece y ahora actúa como si no estuviera sucediendo nada. Su frase de esta mañana seguía resonando en mi cabeza, estaba seguro ambos teníamos nuestros propios planea para la charla de hoy. La tensión del almuerzo, y el silencio incómodo, no fue tan malo como lo hubiera creído. Brayden se comportó muy bien, no se si eso me agradaba, me bien, resultaba extraño. No conocía a es chico, inició como un chico malo, y ahora parece esta haciendo todo lo posible por comportarse.
Todo estaba tan extraño, todo sucedía tan deprisa, mi primera semana aquí, y ya necesitaba regresar a casa, cubrirme con una cobija hasta la frente y sentarme a llorar.
De pronto, escuche un estruendo frente a mi, reaccioné y vi a la profesora Solis observándome detenidamente.
-Parece que alguien no se está divirtiendo -dijo con un poco de satisfacción-. ¿Mi clase no es para dormir?
-¡No estaba durmiendo! -respuse.
Fruncí el entrecejo y le eche una mirada a Brayden, el me miró y agitó la cabeza.
-Eso no fue lo que yo vi, será mejor que vayas a la oficina principal.
-¿De verdad?
-Jonathan, necesito que vayas a la oficina principal o te suspendo, ¡ahora!
Me puse de pie de un salto, arranque la mochila de mi sitio y salí de dos grandes zancadas fuera del salón. La rabia empezaba a recorrer mi estómago, sentí que la mandíbula me temblaba.
Estaba cien por ciento seguro que no estaba dormido, no pude haberme distraído un par de minutos y ya. ¿Por que Brayden no me aviso que Solis me acechaba?
Camine arrastrando los pies por el corredor, baje al primer nivel y cruce el patio hasta la oficina de puerta de cristal oscuro.
Me detuve a analizar mis opciones, pero no tenía muchas. Gire la perilla y me metí dentro, la mujer del escritorio sonrió de oreja a oreja lo cual me parecía algo incómodo.
-¿Puedo ayudarte en algo? -pregunto con una voz chillona.
-La profesora Solis me mando, dice que estaba durmiendo en su clase, pero yo estoy seguro que eso es mentira.
Asintió confundida y dijo :
-¿Cuál es tu nombre?
-Jonathan Septien.
-Dame un segundo.
Se encaminó por el pasillo hasta la puerta del fondo. Después de un rato regreso y me miró.
-El director te está esperando.
Di un par de pasos temeroso, pero no había hecho nada malo. En todo caso estaba estudiando. La puerta estaba entre abierta, el director estaba sentado frente a su escritorio con un par de hojas en las manos, llame un par de veces.
-Adelante, pasa.
Di un paso dentro y cerré detrás de mi. Me acerque al escritorio y me senté en una de las sillas frente a mi.
La rabia había cedido, ahora me preocupaba lo que el director iba a creer, mi versión o la de la profesora Solis.
Dejo las hojas a un costado del escritorio, sus ojos hundidos en unas arrugas me miraron analizando mi expresión.
-La profesora Solis dice que estaba durmiendo en su clase, pero yo estoy seguro que eso es una mentira...
-Lo sé, ya me lo dijeron. Pero necesito hablar contigo de algo más importante.
Fruncí el entrecejo, ¿que podía ser más importante que una salida de clase?
-¿Has escuchado algo entre tus compañeros? -sus ojos inspeccionaron los míos, pero no tenía ni idea de qué era lo quería.
-¿Cómo que? -pregunte.
-Recibí un par de quejas sobre algunos chicos molestando a sus compañeros, en los edificios de dormitorios, y durante las clases -dijo-. ¿Has escuchado algo de eso? - volví a mirarme.
-No. Nada de eso -respondí.
-Estoy consciente de que Albish y tú, están en una relación, accedí a que ambos compartieran habitación, pero lo que ahora me preocupa es que, ya faltó a un montón de clases en la primera semana. Además de que recibí una solicitud de él para dejar de ser encargado de la Huerta y dejar de ser empleado.
-¡¿QUÉ?! -solté. Una oleada de confusión y la rabia que parecía haber cedido, volvió a surgir.
-Jonathan, ¿sabes que es lo que está pasando? ¿Tienen algún problema?
-¿Cuando solicitó eso?
-La fecha es de ayer...
-La verdad es que no se si se deba a esto, en realidad tenemos un problema -confesé. No ganaba ni perdía nada ocultando lo-. Recibí una nota.
Abrió los ojos como platos y me miró fijamente.
-Creo que estamos consientes, y debimos haberlo estado desde un inicio, esto jamás se va a terminar. Padre no se dará por vencido -continúe-. La nota pone una advertencia, debo alejarme de Albish.
-Albish no me lo dijo, bueno, parece que esta evitando acercarse a esta oficina.
Rebusque en mi mochila la nota. Sentí el papel arrugado en mis dedos y pensé en todo lo que había ocasiónado una maldita nota. Se la entregue.
-No lo sé, apareció en mi ropa después que salí de bañarme. Estaba solo.
-¿Esto que tiene que ver con que Albish decidió dejar de trabajar en la Huerta?
-Albish intenta protegerme, siempre lo ha hecho, pero su manera de hacerles alejándose se mi, supongo que es lo que intenta -me dolió como no quería, apreté la mandíbula y me abracé el pecho con el brazo.
-Jonathan, necesito que me informes todo. Al parecer alguien está colado en la comunidad estudiantil, y esta detrás de ambos. Quiero que me digas si recibes una nota, o si alguien está detrás de ti, todo. Abriré mi propia investigación. Debemos detener esto antes de que termine como lo que sucedió con Ben.
-¿Qué sucederá con la Huerta?
-Tendrás que hacerte cargo de eso, tienes que elegir a tu plantilla.
-Esta bien.
-Una cosa más, no le digas a nadie de nuestro trato, no queremos que quien sea, se entere de que lo estamos buscando.
Asentí despacio mientras una sensación me recorría la espalda, el escalofrío me hizo soltar un suspiro.
Me puse de pie y tome la mochila.
Sali de la oficina con un dolor brutal de cabeza. Todo se complicaba cada vez más, al parecer esto se pondría más difícil. Tenía que resistirlo, tengo que hacerlo al menos por mi madre, pasar el semestre como cueste, como sea.
Cuando me acerque al gimnasio, entre a los vestidores y me encerré en uno de los cubículos del baño.
Me derrumbe en el suelo. Esto era el final, de eso ya estaba seguro y me ponía muy mal ese hecho. Se acercaba el momento de ir a la Huerta y estar cerca de él. No se que va a suceder de hoy en adelante, ni si estoy seguro que podré resistirlo.
Cerré los ojos y me recargue en el azulejo blanco del muro.
Olía a cloro, y estaba muy fresco.
Después se que sonó la campana, escuche los primeros pasos dentro de los vestidores y me levante.
Salí a las casillas y me puse el uniforme mientras Brayden se me acercaba.
-¡Dormilón! -grito y soltó una carcajada.
-Paso de chistes, y puedes irte a la mierda -lo fulmine con la mirada.
-¡¿Pero que te pasa?! -preguntó con sorpresa.
-Pudiste haberme dicho que Solis se me estaba acercando.
-Oye, te lo grite un montón de veces pero realmente estabas dormido despierto -se sentó en la banca y se quitó la ropa.
-Además no estoy de humor para tus chistes y, me caias mejor de chico malo peleando con tu madre en el comedor, al menos tenía una razón para odiarte. Ahora te odio por ser amable conmigo.
-Si, yo lo se. Pero en ocasiones es mejor no tener enemigos ni amigos ni nada, simplemente intentar llevar las cosas bien.
-Seguro que si.
Puse los ojos en blanco y camine hacia el otro lado del pasillo poniéndome la camiseta.
Salí al patio donde ya se reunían los chicos y el profesor.
Hicimos un par ejercicios dando vueltas por el circuito.
Todo se sentía muy extraño, no estaba de humor para salir con nadie ni nada por que no sabría lo que iba a suceder esta noche.Después, me acomode en una de las sillas de la Huerta y espere a que llegarán Albish o los chicos de hoy. Me había puesto el uniforme. Y espera con los nervios al tope y una temblorosa de rodillas tremenda.
Salí a la arboleda y después de un momento aparecieron los chicos y Albish. Los separó por grupos y empezó a trabajar con ellos sobre cómo hacer que los frutos plantados estuvieran limpios para volver a cultivar.
Dan estaba ahí muy feliz, al parecer era muy bueno haciendo amigos por que la mayoría se reía de sus chistes y sus habladurías. Por un momento me recordó a Mike cuándo lo conocí.
Yo me acomode con uno de los pequeños grupos y revise las ordenes de Albish.
Uno de los chicos parecía hacerlo bastante bien, más de lo que yo lo hubiera hecho. Y lo anote en mi lista de opciones imaginaria.
-Eres bueno -le dije.
-No tanto, solo aprendí un par de trucos -sonrió y estiró su brazo hasta mi-. Soy Elio.
Lo salude con un apretón de manos, y la devolví la sonrisa.
-Mucho gusto, soy Jonathan Septien.
-Mucho gusto. La verdad es que mi padre me enseñó esto hace unos años.
-Bueno, eres lo que necesitamos -mentí. En realidad era lo que yo necesitaba ahora que me convertiría en el nuevo encargado.
-Pues estaría genial -¡Si! Ya tengo mi primer opción, una muy segura.
-Entonces tal vez te elijamos.
Continuamos atendiendo las ordenes de Albish, que en todo caso eran parte de mi capacitación ahora que yo seré encargado, y tendré que dirigir a mi plantilla. Eso sonaba fácil, pero, ¿que tal seria en realidad? Cuando terminamos, ocupamos un momento para tomar un descanso. Me acerque a un par de chicos junto a Dan, que conversaban de algo. Luego, me concentre que lo que iba a hacer, tenía que estar preparado para esto.
Albish estaba sentado en una de las sillas frente a mi a un lado de la puerta. Nos observamos como si pudiéramos leer nuestra mentes y supieramos lo que pensaba cada uno. Me sentí mal al verlo de esa manera y preste atención a la conversación.
Continuamos haciendo un par de cosas más que realmente no eran tan importantes pero era más para ocupar el resto se tiempo.
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QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅
RomanceA pesar de tratar por mantenerse juntos, el peligro parece seguir cerca de ellos. En el primer indicio de peligro, terminar parece ser la mejor decisión para ambos. Brayden, su nuevo compañero se adentra de una manera muy extraña en la vida Jonathan...