La semana final de exámenes había llegado y yo me preparaba mentalmente luego de los acontecimientos de las últimas horas a un éxito casi fatídico porque había pasado mi fin de semana disfrutando de su compañía y no estudiando, mi primer examen.
Me levante muy temprano a darle una hojeada a los apuntes y a memorizar acordeones en mis brazos y garabatos en que pudiera entender al momento de verlos.
Me vestí y me preparé para que la hora del examen no fuera tan pronto pero no tenía escapatoria.
Brayden se despertó y luego se sentó en la orilla de la cama mirándome como intentaba meterme los trozos de libreta por el oído directo al cerebro, seguro era una buena idea.
Luego dijo algo que a lo que no estaba preparado:
-¿Te gusto? -pregunto. Su voz era seria y no reflejaba ninguno de sus chistes.
-¿Que? -le solté.
-Me besaste, yo te seguí, pero tu me besaste -no sonreía.
-No lo se, Brayden, simplemente te bese... -dije. Pero luego quise no haberlo hecho.
-No besas a alguien simplemente...
-Claro que si, aquel día en la playa, te bese, simplemente por que quería besar a alguien... -aquello tenía más peso que una simple excusa.
Se puso de pie y camino con la mirada fija en la mía.
-No, este beso fue más que eso -me arrebato la libreta de las manos y la arrojó al suelo, me tomo con fuerza por la barbilla con su mano y me beso.
Primero fue temeroso, mientras esperaba mi reacción, pero luego me mordisqueo los labios con fuerza. Su lengua busco la mía y su aliento se envolvió con el mío.
Me levanto contra el mueble y me levanto para subirme en él, lo envolví con mis piernas por la cintura.
Envolví con mi mano un mechón de su cabello y lo empuje contra mi, tan fuerte y tan débil, tan delicado que sus labios arrebataron la fuerza de los míos y me domino.
El cosquilleo me quito la respiración y la voluntad, pero no importaba porque ya estaba volando otra vez entre los miles de contracciónes que le provocaba a mis terminaciones nerviosas.
Se despego repentinamente y dijo:
-¿Eso no es un beso cualquiera?
-No, no lo es, pero ahora tu me besaste. ¿Te gusto? ¿Ese beso que fue? -dije, recuperando mi aliento y mi respiración.
-Si, me gustas, Jonathan, ¿realmente no te habías dado cuenta? - me soltó y abrí los ojos como platos.
Baje mis piernas y se alejo un paso, vi la erección en su ropa interior, torcí el gesto.
-¿Ves como me pones? -se echo a reír a carcajadas y luego se volteo hacia el otro lado.
-Meh... Hum... -me quede en blanco luego de verlo así y agite la cabeza.
Me baje del mueble de un salto, tome la libreta y sabia que ya era muy tarde para estudiar.
-Ya es hora de la clase, y tenemos examen. Y... Debemos ir con Carter...
-No lo se, será mejor que vayamos después de clases, o en el almuerzo... Debo pensar en que decir... -dijo.
-Esta bien, en el almuerzo iremos, date prisa que ya es hora, me voy, te dejo, a ti, y a eso -mire la carpa que se hacía en sus calzoncillos.
Se tapo con las manos y se volvió otra vez.
Me encamine hacia el salón a mi primer examen.
Intente borrar los últimos cinco minutos y me concentre en lo que había estudiado, lo repetí mentalmente una y otra vez en mi trayecto.
Dentro, me acomode en mi sitio y seguí estudiando mentalmente, volví a mirar mis notas en brazos y otras de la libreta en lo que el profesor llegaba.
Brayden entró y se tiro a mi lado.
-Espero que me pases las respuestas, a cambio de un beso... - se río y luego me dedico una media sonrisa.
Lo miré con repulsión y continúe, mientras deseaba que no me distrajera.
El profesor cruzó la puerta y dejó sus cosas sobre el escritorio.
-Guarden todas sus cosas, encima quiero pluma y papel, solamente.
Comenzó a pasar las hojas en cada fila y me prepare para mi final.
Después de casi una hora, y cuando ya no pude contestar más, entregue mi examen.
Espere fuera del salón con el resto y me puse a pensar en lo que sucedió esta mañana, su pregunta y su beso.
Ese beso había sido distinto al de la última vez, pero con la misma sensación. Luego cuando me dijo que le gustaba. La erección había sido la gran sorpresa, no esperaba eso y no lo había visto de esa manera jamás.
Le había llorado, cuando se fue esa noche y me había dolido, pero no estaba seguro que me gustará. Quería besarlo, y me gusto, pero era muy diferente a lo que empezaba a sentir por Albish, a los impulsos, las sensaciones y el deseo. Además de que ni siquiera estaba consciente de que me gustaban los chicos, seguro eso explica tantas cosas, los impulsos, quizá. Aunque Albish jamás me hubiera dejado ver su ereccion, diciéndome "así me pones".
Cuando la campana sonó y él salió del salón, nos encaminamos hasta nuestra siguiente clase.
Después del beso y todo lo demás, y cuando yo odiaba el drama, lo odiaba por completo y no quería hacer drama de nada, ahora lo hacía. Me sentía estúpido por quedarme tirado en cama sufriendo por que simplemente existía, y ahora, era como si nada hubiera pasado. Algo estaba mal conmigo, y aunque no quisiera, le estaba dando vueltas a todo y mis pensamientos se disparaban como antes.
Mantuve la esperanza de que esto se arreglaría, terminaría mis exámenes y la próxima semana regresaría a casa con mamá.
Me tire en mi sitio a lado de Brayden, quien me golpeaba la pierna con la rodilla, y luego me hacia señas raras con las cejas.
Estaba más inquieto que nunca, me arrepentí de haberlo besado.
Me prepare para el repaso, el último para el examen de mañana, y puse la atención que no puse en todo el año.
Evité distraerme con Brayden y su manera de irritarme, incluso cuando beso mi mejilla y luego se echo a reír.
La hora del almuerzo se acercaba, y debíamos ir a hablar con Carter. Seguro su ansiedad se debía a eso, y yo me ponía nervioso conforme el tiempo llegaba.
La campana sonó, y espere a que todos salieran, me puse de pie.
-Llegó la hora -dijo.
-Llegó la hora -repetí.
Vaciló un momento encaminando nos hacía las escaleras y, vi al montón de chicos que nos miraron fijamente.
-Mierda -soltó.
Uno de ellos con la cara de huele mierda le hizo una seña, y Brayden se quedó en seco en el escalón, luego se encamino sin protestar hacía el montón de chicos.
Me quede quieto, mirándolos. Y esperando a que regresará.
Uno lo envolvió por el cuello y se encaminaron hacia abajo.
Lo vi intentado mirarme pero el brazo de su nuevo amigo se lo impedía.
Seguí caminando y fui hacia el comedor,ellos se encaminaron al otro lado del patio, cruzaron por pasillos y los perdí de vista.
Entre al comedor, me forme en en la barra y espere mi turno. Me temía que fueran a hacer algo malo, y me irritaba que se había ido tan pronto como un perro al que le silban. Ni siquiera puso resistencia a su grupo de retrasados.
Volví a rebuscar lo pero no había ningún rastro de él.
Tomé un poco de ensalada y me fui a sentar.
-¿Que sucede contigo? - me soltó Samuel al sentarme.
-Hola, también me da gusto verte... -le respondí. Fruncí el entrecejo.
-Te desapareces, no te vimos ayer, ni antier, ¿donde estabas?
-Estaba ocupado, lo siento.
-Eres un exagerado -Elio le dijo y se río-. Si tanto te importaba lo hubieras buscado en su cuarto...
Samuel lo fulminó con la mirada.
-Como sea, al menos deberías decirnos que sigues vivo, ya perdí a Jack, y no te quiero perder a ti.
El chiste me hizo sentir mal y el silencio fue incómodo.
Escuche las risas flamelicas y me volví de inmediato, el montón de chicos estaban cerca de la barra, vi a Brayden cerca de ellos.
Me encamine de un salto hacia ellos , y miré a Brayden para hacerle señas, pero nunca me miro, estaba disfrutando de la compañía de ellos.
Fui por el otro lado justo donde se encontraba él.
-Brayden -le dije en voz baja.
Se volvió hacia mi y se acercó despacio.
-Será mejor que te vayas, haremos esto luego -me respondió.
-¿Que? -Fruncí el entrecejo-. ¡No! Dijiste que iríamos, esto no es un juego, además de que estas con ellos.
-Jonathan, no hagas esto -me fulminó con la mirada.
De pronto me volví hacia el montón de chicos que se acercaban, volví a mirar a Brayden que agitó la cabeza, luego me empujó con tanta fuerza y me fui hacia atrás, mi espalda golpeó contra el piso, mi cabeza choco contra el suelo. Se me nubló la vista y vi sus ojos entre cruzarse y oscurecerse.
Me dolió y me hormigueo con escalofrío.
-¡Ya te dije que no necesito nada! -grito con la voz llena de rabia.
Me quede inmovilizado, mientras sentía como todo se derrumbaba dentro de mi, como un castillo siendo arrasado por la marea. La arena deshaciéndose entre el agua hasta volverse una forma borrosa en la orilla. Me dolió otra vez como si todo lo que era no fuera nada más un simple recuerdo de todo lo de ayer. Una sensación que me inundaba en agonía.
-¡Maricon de mierda! -concluyó.
Me estremecí con un temblor.
Luego, como una sombra tan ágil y tan veloz, como un puma, vi la figura de Albish estrellando su puño contra Brayden, el golpazo me provocó un escalofrío. Este se fue hacia atrás y Albish le grito:
-No vuelvas a acercarte a él.
Lo vi, sus manos me rodearon debajo de mis brazos en mis axilas y me levanto del suelo, con rodeo con su brazo y me empujó fuera con delicadeza.
Estaba tan sorprendido de todo que ni siquiera estaba reaccionando a nada, ni a la idea de Albish me estaba llevando hacia no se donde, el corazón me latía tan fuerte que parecía que iba a desprenderse de su órbita. La voz de Brayden haciendo eco en mi mente.
Nos detuvimos en la entrada del edificio de mi dormitorio y me dejó en los escalones. Me senté dando tumbos, la cabeza me dio vueltas en la espesa bruma que sentía, no estaba seguro de estar bien.
Se hincó frente a mi con las manos sobre mis piernas. Estiró su brazo y recogió un mechón de cabello de mi cara y lo deslizó hacia atrás.
Su expresión reflejaba la preocupación, sus ojos grises en tornados fijos en los míos, sus labios apretados y el entrecejo fruncido.
-¿Estas bien? - pregunto en voz baja.
Sus voz me recorrió el alma y había olvidado la sensación que me provocaba, tenían tanto tiempo que no la escuchaba.
Negué con la cabeza.
Aún no lo estaba asimilando, aun estaba sorprendido y aún estaba tan sumido en mi mente que la voz de Brayden taladraba mi cabeza con tanta fuerza que me hacía sentir peor, y su: Maricón de mierda.
¿Quién era el maricón aquí? Si esta mañana me había besado.
La rabia me brotó repentinamente mientras maldecía mis adentro por permitirme caer de este modo, una vez más, debía ser fuerte y enfrentar esto. Él no lo quiso por las buenas, entonces sería por las malas.
-¿Necesitas algo? -dijo en voz aterciopelada.
Mire por encima de su hombro a la fila de árboles sobre el concreto del suelo, con los troncos bien firmes, y una costra embarrada en este donde alguna vez hubo un árbol, y que ahora solo era ese recuerdo de que estuvo ahí, como el recuerdo de Jackson, y que también estuvo aquí.
No podía darme ese lujo de hundirme una vez más y caer hasta el más profundo sentimiento de oscuridad en mi, no podía hacerlo a pesar de lo extraño que había sido y de lo vacío que se sentía recordarlo.
No era nada, no había sido más que un actitud estúpida y no me quedaría tirado para permitir que se saliera con la suya.
-No, estoy bien -dije en voz baja-. No era necesario lo que hiciste.
Mire mi reflejo en sus ojos.
-No me interesa, y lo volvería hacer cuantas veces fuera necesario.
-No vale la pena... -inquirí.
-Vale la pena por ti, nadie te va a lastimar, y mucho peor si yo estoy cerca de ti -dijo. Su voz aterciopelada sonaba de manera rara, y es que no había escuchado su tono hace tiempo.
-Tenías razón, dijiste que me iba a lastimar y así fue...
-Jonathan, no te lo voy a reprochar, por que estoy consciente de lo que yo te hice, sea como sea, las cosas ya están hechas, y por más que piense en lo que debí hacer diferente para que esto hubiera funcionado, ya no se puede... Sabes que te quiero, te amo mucho yo espero que al menos sepas que estoy aqui.
Sus dedos tocaron los míos, cubriendo mi mano pequeña en comparación su dedos largos, era cálido y extraño, por que la sensación sofocante no estaba, pero quizá se había esfumando por completo.
No quería caer en esto, en él. Y ahora deseaba hacer algo que no se como lo haría.
-Albish, puedes quedarte conmigo, voy a hacer algo muy estúpido, y quizá Brayden me asesine por eso.
Albish se puso de pie con el ceño fruncido, analizo mi mirada y se dio cuenta de que no estaba de broma ni por un segundo. Me ofreció una mano para ponerme de pie.
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QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅
RomantikA pesar de tratar por mantenerse juntos, el peligro parece seguir cerca de ellos. En el primer indicio de peligro, terminar parece ser la mejor decisión para ambos. Brayden, su nuevo compañero se adentra de una manera muy extraña en la vida Jonathan...