VEINTITRÉS

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En la Huerta, comenzamos a limpiar un poco la Arboleda de las hojas que los árboles dejaban caer. Unas cuantas cosas más como la maleza seca de los arbustos y de los surcos.
La última vez a punto de regresar a casa por el final del semestre estábamos trabajando todos juntos en la cosecha. Todo parecía un recuerdo lejano como de hace años.
Había dejado tantas cosas atrás, miles de cosas que ahora se sentía muy lejos. Recuerdo a los chicos.
Lo que sucedió en Mar, la casa grande junto a la Playa.
Luego de unas cuantas horas, Albish apareció en la casa de la Huerta. Llamo a la puerta con toque suave y luego abrió.
Elio estaba con Dan en la Arboleda y yo había ido por unos batidos para los tres.
Se quedó de pie en el umbral de la puerta y me miró desde ahí.
-Pasa -le dije. Aunque no necesitaba decírselo.
Entro temeroso y le echo un mirada a la casa.
-Se siente extraño estar aquí después de mucho tiempo -dijo en voz baja-. Y es nostálgico.
Camino hacia mi cerca de la mesita de madera y luego se detuvo, me miro una vez más y sonrió.
-Siempre fuimos unos idiotas -soltó-. Más yo, pero tu siempre me seguiste el juego y la manera en que hacía las cosas, me tuve que caer de un árbol para que nos volviéramos hablar después de cientos de meses de no hacerlo -hizo una pausa-. Era rara la manera en que nos comportamos cuando nos conocimos, las miradas, los encuentros incómodos, y la tensión que nos provocamos estando cerca.
Una oleada de nostalgia me recorrió el pecho y se mezclo con la sensación que ya tenía en mi.
-¿Cómo te fue? -escapé tratado de ser indiferente.
Su sonrisa se volvió una línea delgada.
-Se dio aviso a la Policía, lo que importa es que Brayden confiese lo que tu escuchaste en la Biblioteca, si lo hace, él quedará fuera de todo. Carter dice que es mejor que lo haga para que nuestra confesión tenga más peso, o de lo contrario sería una confesión sin pruebas. Los van a interrogar a todos esta tarde, y esperemos que Brayden lo haga.
-Él está asustado, y creo que sabe de lo que son capaces de hacer -le explique-. Antes de venir aquí le sucedieron muchas cosas, y estaba muy triste, pero la tristeza la cambio por odio hacia todos y todo lo que tenía, incluso se odiaba así mismo... Al principio lo conociste, y era inestable, impulsivo. Ahora estaba mejor.
Me senté en la silla de mi lado.
-Gracias a ti -respondió con un suspiro-. Ahora entiendo por qué hizo eso...
-Si, quiere dejarme fuera de esto como tu lo hiciste. E incluso él me lo dijo.
-Me enamore de ti y todo fue muy complicado, mi vida era una mierda y no quería que fueras parte de ella -me dijo-. Nunca me puse a pensar en que te lastimaba, es decir, yo prefería hacerlo a que... Pero de todas maneras nos atraparon y no supe nada de ti en ese momento, yo pensaba lo peor hasta que te vi, y me viste colgado en ese cuarto... Y me di cuenta que eras más valiente de lo que creí, tanto como para poner en riesgo tu vida por un montón de desconocidos, casi mueres y casi perdía a la persona que amo.
Me dolió el pecho recordar nítida mente lo que sucedió.
-Me hubiera gustado que me dijeras lo que sucedía, lo que pensabas hacer, pero simplemente lo hiciste, cuando Carter me dijo que habías cambiado de trabajo... Me entregue a ti por que lo deseaba tanto, y creí que esa nota no nos iba a separar, habíamos sobrevivido a la pesadilla, pero la nota tuvo un peso mayor. Y ese día todo se volvió muy extraño, creí que te había gustado -Tomó mi mano de encima de la mesa.
-Fue la mejor noche de mi vida, y tu sabes que lo quería también. Pero, igual, parecer indiferente resultaba la mejor idea para que te alejaras de mi, con la nota solo sabíamos que no estábamos a salvo.
No respondí nada. Pero me dolía, por que brotaba en mi la sensación de que era una tontería las decisiones que tomamos para llegar hasta aquí, lamentando nos por lo que hicimos en el pasado.
No estaba en condiciones de nada, ni siquiera estaba consciente de lo que sentí por Brayden y por Albish. Era obvio que Albish desestabiliza lo que creo haber sentido, y es que parece algo prohibido, algo fuera de mi alcance. Me pesa el pecho, y todo es como una mezcla de todo, de lo que puede pasar con Brayden, si confiesa, y si lo va hacer, y que puede llegar a ocurrir.
Brayden era una buena compañía, y lo había hecho bien para olvidar la sensación de Albish, y que siempre quise dejar dentro de mi para no romperme.
Besar a Brayden había tenido otra sensación, muy distinta a la de Albish, pero no sabía si ahora lo besaba sentiría ese fuego en mi raíz una vez más, como hundiendo me en un caldero y sintiendo su piel de terciopelo.
-Debo regresar -me dijo.
-Claro -dije regresando a la realidad.
-Te veo después.
No quería quedarme solo, Brayden no iba a aparecer en la habitación y yo no quería hundirme en mis pensamientos, aunque estaba seguro que se trataba de otra cosa. Era normal querer pasar más tiempo para saber si volvía a despertar algo más en mi, ¿cierto? Me aterraba la respuesta.

QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora