SEIS

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Me fui a sentar a una de las sillas con la mirada perdida en el vacío. La rabia empezaba a ceder, pero hubieses deseado que su ardor no me abandonara nunca. El vacío que dejaba a su pasó me dolía más, o más bien, formaba parte del dolor que sentía por lo que acababa de suceder.
Me dolía, y no me dejaba pensar con claridad los acontecimientos. Lo que me dijo resonaba en mis oídos como un eco infinito.
No era nada definitivo, nada definitivo. No había sucedido nada, una simple discusión. Nos veríamos en la noche, en el dormitorio. Sólo había sido una pelea estúpida, analizaremos las cosas y nos pediríamos perdón, esto no tenía que significar nada.
No tenía ni idea de lo que ocasionaría una simple nota, o quizás, el habérselo ocultado. Me dolía en lo más profundo su respuesta " Lo que sucedió anoche es algo que, tú, querías"
Me inquietaba todo esto, no debía ser tan grave, pero me parecía que si lo era.
Salí de la casa y me encamine a la arboleda, los chicos estaban trabajando muy duro. La suerte era que el día no estaba tan soleado, las nubes cubrían la mayor parte del cielo encima de nosotros. Albish no estaba por ningún lugar.
El dolor se acumulaba en mi pecho y deseaba estar en un lugar lo bastante solo como para gritar y ponerme a llorar si era necesario. ¿Llorar? ¿Cuando fue la última vez que lloré? No solía llorar mucho, de eso estaba seguro.
Nunca jamás habíamos tenido una discusión. Era nuestra primera pelea de verdad.
Le eche la mirada a unos cuantos chicos intentando hacer mi trabajo, al menos para no ponerme más mal de lo que ya estaba.
Al terminar la jornada de trabajo, me dirigí al edificio con un malestar en el estómago que me dejaba un mal sabor de boca. Me metí directo al baño junto a otro montón de chicos, me quité el traje y me desnude con la mente lo suficientemente dañada como para sentir vergüenza de mi desnudez. Me metí bajo el chorro de agua y me enrede el cabello en las manos. Me bañé con suma calma, y me recorrí el cuerpo con las manos recordando lo que paso la noche anterior.
Quizá había hecho algo mal cuando tuvimos sexo, algo que no le pareció lo suficientemente bueno que le causó otro conflicto. No le cause mucho, quizás, pero cómo saber algo de lo que no hemos hablado, además de que él dice que yo lo quería hacer, él no.
No me lo podía creer, ¿realmente el asunto de la nota tenía peso al por mayor como para que estuviera tan molesto?
Pero en la mañana, en clase de Philips, actuaba de manera casi normal. No me parecía que estuviera mal, ni que estuviera molesto conmigo por ocultar la nota.
Me envolví en la toalla y pase mi cosas bajo el hombro. Miré al resto de los chicos que se acomodaba las prendas y se secaban, nadie me prestaba atención, no podía deducir ni sospechar de nadie que hubiera colocado la nota.
Salí al pasillo y tome la perilla en mi mano. Respire profundo antes de abrír.
Gire. Dentro, la habitación estaba a oscuras, vacía. Las camas acomodadas perfectamente como lo deje esta mañana.
Entre y fui por ropa interior, me pasé por la ventana y miré el patio vacío, como todo.
Me envolví en la sábana hasta el mentón. Tenía miedo de cerrar lo ojos y tener una pesadilla, otra, y que Albish no estuviera aquí para mí . Me perdería en ella y él no estaría aquí para mi.
... La oscuridad apoderaba mis ojos. Escrute por todas partes intentando descifrar mi paradero, algo se escuchaba bajo mis pies. Algo muy parecido a maleza seca. Pero no podía ver nada. Entonces miré entre la fila de árboles negros que se amontonada al frente, el cielo no tenía ninguna luz y eso hacia que todo se viera muy oscuro.
Mis ojos comenzaban a acostumbrarse a la noche, comenzaba a distinguir las figuras del bosque. Había una arboleda que se extendía hasta la oscuridad.
-Están aquí.
Me volví rápidamente cuándo la voz resonó como un eco en todas direcciones.
-Ya vienen.
La figura oscura que apareció a mi lado, me tomo del brazo y me atrajo hacia él. Se movío hacía uno de los árboles. Se oculto detrás y me sujeto con fuerza.
Una sensación de alivio apareció en mi fuero interior. Sus facciones eran de él, me sentí por un momento fuera de cualquier peligro, sobre todo por que decía que estaban aquí. Pero no tenía la más remota idea de quien se estaba acercando.
Una de sus manos se aferro a la mía y sus calor me abrazo la piel haciéndome sentir bien.
Unos pasos se escucharon en la lejanía, se acercaban con velocidad a nuestra posición.
Albish miró por un costado del tronco, y adoptó una posición para atacar.
Mire por encima del hombro a esa dirección, una figura humana muy oscura se acercaba con paso veloz. Dos. Tres. Eran tres sombras las que se movían de manera majestuosa, las pisadas aumentaban y un terror me recorría el alma, Albish no iba a poder enfrentar a las tres sombras. Debimos huir antes de que llegarán, debemos hacerlo.
Todo paso muy deprisa. La primer sombra sujeto a Albish de un tiro y las otras dos me arrastraron mientras yo me resistía.
Albish luchaba por liberarse, cuando de pronto, una explosión de sangre invadió de su cuerpo, el brazo de la sombra lo había atravesado como un simple pedazo de papel. Cayó sobre sus rodillas y se desplomó en el suelo...
Un grito salió de lo más profundo de mi ser, raspando mi garganta y salte del colchón con un escalofrío de terror. Las lágrimas escurrían mis mejillas.
Los sollozos me invadieron y me tire de nuevo al suelo. Me arrastre al muro bajo la ventana . Estaba llorando sin darme cuenta, estaba abrumado y envuelto en la pesadilla que no me dejaba despertar.
Estiren el brazo hasta alcanzar la ventana, estaba abierta.
La pesadilla había tenido similitud a la que tuve con Kyle. La figura humanoide lo atravesó, a él y a mi. De la misma manera que lo hicieron con Albish. Pero me dolía más el haber visto como se desplomaba por intentar protegerme.
¿Albish? Mire en la oscuridad, estaba sobre su cama con las sábanas en los pies.
Intente ponerme de pie, me temblaba el cuerpo de maneras que no entendía como era posible. Me sujete del mueble junto a mi y me encamine nervioso a la cama donde Albish dormía.
Lo miré despacio. Respiraba tranquilo, y me dolía en todo mi ser que las cosas estuvieran mal, se que lo estaban por que comenzaba a tener pensamientos extraños.
Las cosas siempre estarían así, mi padre seguirá con sus planes hasta cumplir todos sus objetivos sin importarle nada ni nadie en el proceso. Albish siempre seria él mismo, trataría de alejarme de todos sus conflictos, ahora que le había hecho una promesa a mi madre, y yo también se la hice pero no había estado muy seguro de hacerla. Pero Albish si. Y eso era el problema con la nota. Alguien estaba detrás de nosotros, cómo Ben había hecho antes. Si se la hubiera mostrado o no, el caso hubiera sido el mismo.
Estaba mucho más empeñado en protegerme por que la última vez yo casi muero. A pesar de que dijo que no se volvería a separar más de mi, su promesa no tenía nada se verdad, porque yo estaba consiente de que esto tendría que suceder.
La última vez que hable con Kyle, me dijo que yo no merecía algo como eso. No podía seguir bajo la sombra de Albish esperando siempre lo mismo, sabiendo que nunca viviríamos en paz.
Yo lo amaba, ya estuve a punto de perderle para siempre, y esta vez me parecía que debía hacerlo, dejar que ambos siguiéramos por caminos separados. Después de todo yo debía estudiar muy duro para terminar. Tenía a mi madre, y no podía hacerla sufrir más por culpa de mi padre, no debía caer más en sus juegos, no debía volver a caer.
Albish, no veía un mundo sin él, cuando se volvió mi mundo. Pero si la vida se empeñaba en mantenerlo lejos de mi, yo debía hacerle caso, jamás seríamos felices de verdad.
Pasé mis dedos por sus cabello, y recorrí con el dorso de mi mano su perfecto, y suave rostro.
Volví a llorar, mientras sentía que la agonía ya era parte de mi, como si siempre estuviera presente para todo momento. El dolor que se alojaba en mi pecho, me hacía sentir mucho peor.
Tal vez sería lo mejor para ambos. Terminar con todo esto. Nada significaba nada, todo era todo.
Me acerque para besar su mejilla y salí de la habitación. Cruce el pasillo al baño y me metí dentro, me pase al lavabo y me moje la cara con el agua fría.
Me mire el rostro en la espejo y mire la cicatriz que estaba en mi hombro. La que me hice cuando uno de los contenedores cayó sobre mi y el metal caliente me quemó la piel. Aun me preguntaba como salí vivo después se eso. Esa sería la parte más difícil de olvidar, estaba perforada en mi, y me hacía tener pesadillas todos lo días. Mate a dos chicos, era un asesino y eso jamás lograría olvidarlo junto con Albish.
Volví a mojarme la cara y me quedé de pie un buen rato.

QUÉDATE CONMIGO© #2 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora