73

18.8K 1.8K 1.9K
                                        

Hoseok se abalanzó sobre sus labios, besándolo con las ganas que parecía haber estado aguantando desde hace mucho. JiMin gimió contra su boca y el mayor aprovechó de agregar su lengua al candente beso que había iniciado.

Recorrió el interior de la boca de su novio con la sinhueso, pronto, sintiendo cómo él cerró sus labios alrededor de ella, chupando. Jung ahogó un gemido, no queriendo hacer algún sonido.

El rubio succionó con ansias, sintiendo su erección crecer más. Alzó las caderas y su pelvis chocó contra la de su pelirrojo, sabe que lo tomó desprevenido, pero el mayor supo callarse y se concentró en sacar la lengua de su boca para poder seguir besándolo.

JiMin abrió los ojos, buscando con la mirada a YoonGi. Sus ojos chocaron, el menor sabía perfectamente que el otro estaría observando, por lo que no despegó los ojos de él, incluso cuando Hobi volvió a rozarse contra él.

Se separó del pelirrojo, ahora mirándolo.

—Eres un desastre. —le susurró, observando la apariencia de su rostro. —Mira cómo te pones con tan solo besarme, ¿debería dejar que hagas más? —tarareó, jalando un poco el cabello del más alto. —Contesta.

—P-por favor. —soltó en un gemido.

—¿Por favor qué, bebé?

—D-déjame hacer más, p-por favor.

Park paseó su mano libre por el pecho cubierto del otro. —Dime, ¿qué tanto?

—Mu-mucho más.

—Está bien —accedió, luego agregando. —: pero antes dime, ¿dejo que el chico malo de YoonGi nos observe o que se quede mirando hacia la pared?

—É-el debe mirarnos.

—¿Por qué?

—Poder ver y n-no tocar, ¿no e-es suficiente castigo?

JiMin tarareó.

—Tienes razón, bebé. —concedió el menor, luego mirando al mayor. —Gigi, ¿por qué no te sientas en el sillón y nos miras mientras Hobihobi hace mucho más? —le habló juguetonamente. —Si apartas la mirada o te tocas, ten por seguro que te irá mucho peor. Sé un buen chico para mí, ¿quieres?

El mayor asintió, girando sobre su lugar para poder caminar hasta el sillón.

—Alto. —lo paró el rubio, incluso antes de que pudiera dar el primer paso. —Quiero oírte, Gigi.

El pelinegro mordió su lengua.

—Seré bueno, solo para ti.

—Eso es. —le felicitó. —Puedes sentarte ahora, lindo.

Una vez hecho, JiMin devolvió su vista hacia Hoseok. Pasó su dedo índice por su cuello, delineando su manzana de Adán hasta llegar a su mentón, el cual tomó para acercarlo a su rostro y dejar un casto beso sobre los belfos contrarios.

—Ya puedes hacer más, cielo, muéstrame que no eres solo palabras. —provocó, acercando sus labios al oído de Jung, para ahí susurrar. —Antes, ¿por qué no miras lo que traigo debajo de la bata?

Una mano temblorosa de Hoseok quitó el nudo de la prenda, esta se abrió, dejando el cuerpo semidesnudo de JiMin a su merced.

Los ojos del pelirrojo se agrandaron y por poco se atraganta al notar las bragas blancas de encaje que su novio había decidido usar. Se ajustaban tan bien a su cuerpo que ya imaginaba la vista que daba por detrás.

—¿Te gustan? —preguntó, sonriendo. —Me las puse especialmente para ti.

—¿P-para mí?

gRANDE TWITTER GRANDE. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora