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TaeHyung tenía todo listo para ir donde JungKook.

Había preparado en su mochila una manta para que pudieran sentarse a comer sobre la arena. También había comprado comida y algunos bocadillos que compartirían mientras veían el sol ocultarse.

Él estaba tan ilusionado con eso.

Pero entonces recibió una llamada de su agencia.

La gran sonrisa que llevaba se borró cuando escuchó que tenía una entrevista de última hora, que llegara lo antes posible, y aunque quiso posponerlo, el jefe se negó, no podía pasarlo a otro día, no tenía tiempo.

Al acabar con aquella llamada marcó el número de su novio para avisarle que no podría llegar mientras bajaba por las escaleras del edificio al no tener tiempo de esperar el ascensor.

Pero antes de escuchar el primer pitido, chocó con el cuerpo de otra persona que iba tan apurada como él, y el celular que antes estaba en su mano, salió volando uno, dos, tres, cuatro pisos abajo.

Maldijo entre dientes y se disculpó con el chico para luego continuar bajando en busca de su celular.

Al levantarlo se dio cuenta que era incluso inútil llevarlo en el bolsillo, estaba destruido.

En la recepción miró el reloj de pared, eran las cuatro, tenía tiempo para ir a la agencia, hacer la entrevista y llegar a su cita con JungKook.

Cuando por fin llegó, el equipo del staff se acercó a él para llevarlo a los camerinos y maquillarlo, peinarlo y cambiarlo de ropa sin que él pudiera decir alguna palabra al respecto.

—Necesito llamar a JungKook. —le pidió a SoMin cuando la vio cerca.

—Puedes hacerlo luego, Tae. Te están esperando.

—No lo entiendes, tengo que...

—¡Kim TaeHyung! ¡Sales al aire en cinco! —avisó el director de cámara, mientras los maquillistas le daban los últimos toques.

El cantante no pudo decir alguna otra palabra.

★★★

—TaeHyung, vamos a aprovechar que estás aquí y tendrás una sesión de fotos. El camarógrafo ya está por llegar así que ve a cambiarte de ropa.

—SoMin Noona, necesito llamar a JungKook. —exigió por segunda vez, ya eran las cinco y media, se suponía que debía haber llegado hace rato y el menor debía estar esperando su llegada.

—¿Y tu celular?

—Se me cayó y ya no funciona.

—¿Y te sabes su número?

Kim se quedó callado y se golpeó mentalmente, no podía estar pasándole aquello.

—Noona, en verdad, tengo que irme.

—No puedes, el camarógrafo canceló cuatro sesiones de fotos para venir aquí, así que después de la sesión eres libre.

Entonces pasó una hora.

Tae solo quería que el señor acabara de aprobar las fotos, ya se le estaba haciendo demasiado tarde y realmente estaba perdiendo toda esperanza de poder llegar a su cita, pero debía avisarle a JungKook de alguna forma, ¡lo estaba dejando plantado!

Cuando por fin pudo irse, dieron las siete de la noche.

Y aunque supo que era inútil, igual se montó a su carro y le dijo al chófer que se dirigiera a la playa.

Y claro, a alguien se le ocurrió tener un accidente ese día.

Tae soltó un pequeño grito al ver los dos carros bloqueando el pase en la carretera, las autoridades exigían que todos diesen la vuelta y buscaran otra pista para llegar a donde fuese que tenían que llegar, y eso solo hizo que el tráfico aumentara.

Kim se bajó del carro con su mochila en el hombro y corrió. Corrió por la carretera para poder llegar al lugar acordado, ni siquiera se daba cuenta de la sed que tenía. Nada le importaba más que llegar.

Pero llegó a las ocho y veinte. Y a esa hora, JungKook ya estaba en casa llorando en los brazos de su madre.

...

m voy a mimir, pueden ir a mimir también, ya no voy a actualizar 🕴️

- Sofia ReFus.

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