gRANDE TWITTER GRANDE. #1

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Si algo amaba JungKook de hacer el amor con TaeHyung, definitivamente era el juego previo.

Sentir sus manos pasearse bajo la ropa, acariciando. Kim sabía exactamente dónde tocar para sacarle suspiros y hacer que la excitación sea mayor. Los besos húmedos que repartía por su boca, por su mandíbula, su cuello. Sus masculinidades rozándose. Los gemidos que soltaba Tae eran música para sus oídos y saber que era el causante de ellos le ponía bastante. El cómo iban retirando prenda por prenda hasta caer en la cama, vistiendo únicamente un bóxer.

JungKook se subió al regazo de TaeHyung, acostándose sobre su pecho, besó sus labios, presionando su lengua a la boca contraria para que lo dejase entrar. Las manos del mayor se pasearon por su espalda, deteniéndose un momento a acariciar su cintura y tomarla con posesividad, hasta llegar a sus nalgas, las cuales tocó y amasó a su antojo, sacándole un par de gemidos ahogados a su chico.

—Muévete, bebé. —gruñó sobre sus labios y Jeon no tardó en acatar la orden.

Comenzó un ligero vaivén, frotando sus miembros ya erectos, las grandes manos del rubio no tardaron en ayudarlo, tomando con tanta fuerza sus caderas que seguramente quedarían marcas después.

TaeHyung movió una de sus manos nuevamente hacia su trasero, tanteando su entrada sobre la ropa interior. Presionó ahí, JungKook gimió ronco, haciendo un movimiento un poco más brusco, haciéndole gemir también.

—Lu-lubricante. —balbuceó el menor, apoyando su frente contra la del rubio.

Kim jadeó, alzando su cadera para simular una embestida, aquello le sacó un gemido a JungKook pues le había tomado por sorpresa.

Tomó con cuidado el cuerpo del menor y se giró sobre su lugar, invirtiendo los papeles, ahora él estaba sobre Kook, entre sus piernas.

—Uhm, veamos qué hay por aquí. —jugueteó, pasando sus dedos por el abdomen marcado del contrario hasta llegar al borde de su ropa interior. La tomó y la bajó lentamente, escuchando los gemidos bajos de su novio.

—T-TaeHyung...

La mano del mayor se dirigió hasta la mesa de noche, donde habían dejado el pequeño envase con lubricante, lo tomó y lo dejó sobre la cama, terminando de quitar el bóxer de su novio.

—Date la vuelta, bebé. —le pidió, acariciando sus muslos desnudos.

El azabache se sentó sobre la cama y se giró sobre sus rodillas, apoyando el pecho contra la cama. Dejó su trasero al aire y Tae jadeó mientras lo miraba.

Posó ambas manos en las caderas de su novio, luego las subió a su cintura, las pasó por su espalda, lugar en el que dejó un par de besos que hicieron suspirar a JungKook. Volvió a descender, sus manos acariciaron los glúteos del menor, una de ellas dejó una palmada que resonó en la habitación; el azabache gimió.

Kim tomó nuevamente el lubricante, abrió la tapa y lo volteó, regando una buena cantidad sobre la entrada de Kook. Este se estremeció ante lo frío que estaba el líquido, mas hundió su cabeza en la almohada al sentir los dedos largos del rubio tantear su agujero, esparciendo un poco lo recién echado.

Apresó las sábanas entre sus manos al sentir uno de sus dígitos abrirse paso en su ano, TaeHyung lo sacó y volvió a meterlo, repitiendo eso un par de veces antes de agregar otro dedo, con ambos comenzando a preparar el estrecho lugar en el que próximamente estaría su pene.

—¡TaeHyung! —gimió el menor, al parecer había encontrado la próstata de su novio, por lo que volvió a embestir en el mismo lugar, amando oír los sonidos que soltaba JungKook cuando intimaban.