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Al llegar al edificio, todas las miradas se dirigieron a su persona.

Saludó por cortesía a algunos camarógrafos que no dejaba de tomarle fotos mientras bajaba de la camioneta; la verdad era que quería golpearlos y meterles la cámara por el culo.

Con un fortachón abriéndole el paso, logró llegar al gimnasio, donde se llevaría a cabo la ceremonia y la entrega de diplomas y demás cosas.

Le agradeció al guardaespaldas con una pequeña reverencia y una sonrisita, luego yendo hacia su grupo de amigos mientras daba saltitos.

—¡Eh, JungKook-ah! —lo saludó YoonGi, recibiéndolo con un choque de puños. —Creí que no vendrías, me tenías con el corazón en la mano. Y no el mío, sino el tuyo por dejarme aquí solo.

Soltó un bufido, estaba a nada de pegarle en el brazo a modo de broma, pero una mano la delgada le ganó.

—¿Cuál solo? Si estoy aquí, tremendo idiota. —refunfuñó Lisa, levantándose para abrazar a JungKook, intentando alzarlo, sin lograr demasiado. —Creímos que no vendrías, de verdad.

El azabache dejó un beso sobre la cabeza de la chica, dándole un par de palmaditas sobre la espalda. —¿Tanto me demoré?

La rubia asintió mientras se alejaba y volvía a sentarse al lado de YoonGi. —¿Qué te pasó? ¿Te quedaste pegado a la cama? —soltó una risa.

—Solo se me fue la hora, creo.

—¡Epa! ¡Hasta que llegas, Jeon! —celebró otra chica, quién llegaba con una bolsa de palomitas, proporcionándole una nalgada al pasar a su lado, lo cual lo hizo saltar en su lugar. —Me iba a volver vieja esperando por ti, ¿qué te pasó?

—No fue nada, Rose, ya estoy aquí. —respondió mientras jalaba uno de sus mechones, a lo que la otra comenzó a quejarse.

Pronto, el director comenzó a hablar. Todos comenzaron a tomar asiento en las gradas, ambas chicas quedaron en medio de YoonGi y JungKook. El último ya no tenía uñas para morder, ni sabía por qué se sentía tan nervioso.

Recorrió el lugar con la mirada, hasta que su vista chocó con esos ojos marrones que lo miraban con una sonrisa que escondía el barbijo; TaeHyung lo saludó con un movimiento de mano, el cual correspondió algo desconcertado.

Sonrió y bajó la cabeza, de repente se sintió nervioso, aunque también feliz. Nervioso y feliz, sí.

No. Enojado, ahora se sentía enojado. Al bajar la mirada lo único que se encontró fue un celular sostenido por la mano de un chico que estaba delante de ellos, una grada más abajo, el cual grababa e intentaba enfocar por debajo de las faldas de sus amigas.

Sin pensarlo demasiado, pisó el celular y lo tiró hacia atrás, el mismo cayendo al suelo entre la división que había entre las gradas. El chico inmediatamente se levantó, cabreado, y JungKook no se quedó atrás.

—¿Tienes algún problema? —preguntó, empujándolo hacia atrás levemente.

—No, ¿tú tienes algún problema? ¿Se te perdió algo bajo la falda de mis chicas?

No era secreto que JungKook defendía a sus amigas, sobre su cadáver se les iba a ocurrir tocarles un pelo.

Algunos estudiantes de alrededor ya se encontraban observando la escena con curiosidad, murmuraban entre ellos. El director no dejaba de hablar, sin notar la situación.

—Se suben la falda sobre la rodilla, es su culpa por ser unas regaladas.

—¿Ah si? —lo tomó por el cuello de la camisa y lo acercó más a él, amenazante. —A las mujeres se les respeta, imbécil. Su ropa no tiene nada que ver con que tu diminuto pene esté desesperado por atención.

—Jeon, Kang, ¿hay algún problema? —se oyó por los parlantes.

El chico se soltó bruscamente de su agarre y volvió a tomar asiento en lo que arreglaba su camisa. JungKook, aún con el semblante molesto, imitó su acción, recibiendo una sonrisa por parte de sus chicas, las cuales lograron relajar su expresión un poco.

Se quitó el saco que llevaba y sin llegar a ser irrespetuoso, lo acomodó sobre las piernas de sus amigas, quienes agradecieron e hicieron la tarea de acomodarlo para que cubriera todo.

Pero un murmullo del mismo chico colmó su paciencia.

—Ni siquiera estaban tan buenas, perras.

JungKook soltó el primer golpe.

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...

bueno, si quieren vayan a mimir, seguro que tienen cosas que hacer mañana temprano, muak, besitos

- Sofia ReFus.

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