Temp 2 - Cap 01

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Miles POV

Las horas habían pasado y seguía desanimado, no habia salido de mi habitación porque no le veía sentido hacerlo, sin Tn no quería hacer nada, no quería salir a caminar sin rumbo fijo, no quería ir a la cocina porque ella no estaba para asaltar la comida y tampoco quería tomar el libro de mi escritorio porque a ella le gustaba escucharme leerlo.

La puerta de mi cuarto se abrió levemente y dirigí mi mirada a esta, Kate estaba asomando su cabeza.

- ¿Qué sucede? - Pregunté desanimado.

- Es hora de cenar, tienes que bajar - Respondió y yo voltee los ojos - Puede que no quieras salir, pero al menos come algo.

- Está bien - Accedí.

Kate se fue y yo me levanté arrastrando los pies para dirigirme al comedor, me había acostumbrado incluso al eco qué hacían sus pasos cuando bajaba corriendo las escaleras emocionada por comer.

Al llegar me senté y coloqué una mano en la silla vacía a mi lado, aquella en la que Tn se sentaba y me tomaba de la mano mientras comíamos ya que nuestra ventaja era que ella fuese diestra y yo zurdo.

La Sra Groose nos dejó los platos y luego se sentó.

Miré la comida con desgano pero intenté comer para no enfermarme, no quería verme más delgado de lo que ya era.

- ¿Dónde está Tn? - Preguntó la Sra Groose y yo tragué la sopa que estaba en mi boca al oír su nombre.

-: Ella no está - Respondió Kate con un hilo de voz - No está en la mansión.

- Seguro se fue - Apreté la cuchara al oír su afirmación.

- Ella no se fue - Arrastré las palabras - No tiene razones para irse.

- ¿Y por qué no está aquí Miles? - Preguntó elle mirándome.

- Le pasó algo, es todo - Habló Kate sin dar énfasis del qué.

- No es la primera vez que se va sin decir algo - Volvió a hablar la Sra Groose - ¿Es un hábito de ella irse cada tres meses?

Me levanté de la mesa y salí molesto, no podía escucharla hablar así de ella, no la estaba ofendiendo pero no soportaba escuchar como insinuaba que ella se había ido sin más.

- Miles - Me llamó pero hice caso omiso a sus palabras.

Subí las escaleras y miré la puerta de su habitación a medio abrir, empujé un poco la puerta y una ola de tristeza me invadió de pies a cabeza.

No podía creer que un lugar pudiera guardar su aroma, su esencia.

Su habitación se veía tan pulcra, todo estaba en un orden tan increíble, sus libros estaban perfectamente acomodados, el cobertor de su cama estaba liso y en medio de podía ver ese oso que ella amaba abrazar cuando yo le leía un libro.

Me acerqué para sentarme y tomar el osito. Sabía que antes era mío, pero yo se lo prestaba tanto en ese entonces y se lo di en aquel accidente que ya era de su total propiedad.

- ¿Por qué no fui yo? - Abracé ese osito, tal vez podría ser un consuelo - ¿Por qué tú Tn?

Me acosté en su cama, tan fría y ávida como si nunca hubiera estado ahí.

Almas Destinadas // Miles Fairchild. [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora