Almas Destinadas // Miles Fairchild. [✔️]

E X T R A #3

Tn POV / 17 Febrero, 1999

- ¿Qué pasa Tn? Charles me dijo que me estabas buscando con mucha urgencia - Preguntó Madison y pude notar algo de preocupación y curiosidad en su mirada.

- Es que... - Moví una pierna de arriba a abajo varias veces nerviosa mientras observaba por todas partes.

- Es que qué - Apreté los labios luego de haber tragado saliva - Estamos solas en la cafetería. Hoy no abrimos y me estás comenzando a preocupar.

- No me vayas a matar - La señalé con mi índice y asintió - Tampoco a Miles y no vayas a comenzar a gritar como loca.

- Sólo dime - Insistió.

Tomé aire mientras me preparaba mentalmente para decirle lo que le iba a decir, porque ni siquiera yo estaba preparada para hacerlo.

- Tengo un retraso - Hablé finalmente. Vi la cara de Madison y no supe interpretar lo que quería decir.

- ¿Me estás jodiendo? - Cuestionó después de varios segundos en silencio. Negué con la cabeza - Si es sólo de una semana no debemos preocuparnos mucho porque es...

- Es de tres semanas - La interrumpí y pude notar sus fosas nasales dilatarse en asombro - Con esta semana ya serían cuatro.

- ¿Estás diciéndome que existe la posibilidad de que haya un niño allá adentro? - Señaló mi vientre.

- No estoy segura. Por eso te lo cuento - Defendí tragando saliva.

- ¿Miles lo sabe? - Aparté la mirada - ¿Lo sabe o no?

- No. No le he querido decir nada hasta estar segura - Contesté luego de unos segundos en silencio - Ayúdame, ¿Sí? Por favor.

- ¿Y en qué quieres que te ayude? - Cuestionó y la miré apretando los labios.

- Con una prueba de embarazo - Respondí aún más nerviosa - No tengo el valor suficiente para ir a la farmacia.

- Ok. Entonces voy a ir yo - Se levantó de la silla - ¿Me acompañas?

- Sí. Después de todo es para mí - Me levanté y comenzamos a caminar hasta salir de la cafetería.

Caminamos por el pueblo hasta la farmacia. Estaba demasiado nerviosa. Pensaba en que iba a hacer si la prueba salía positiva, ¿Cómo iba a tomarlo Miles?

Lo habíamos hablado un par de veces pero siempre concordamos en que sería muy pronto ahora, sabíamos que por el dinero no debíamos preocuparnos pero técnicamente no teníamos experiencia alguna para cuidar niños, mucho menos bebés.

- Ya llegamos - Miré frente a mí y tomé aire aún más nerviosa.

- Toma - Le entregué treinta dólares porque no sabía cuándo costaba - No soy capaz de entrar.

- De acuerdo. Esperame aquí - Entró en la farmacia.

Comencé a jugar con mis dedos nerviosa. Teníamos diecinueve años, casi veinte. Un niño nos iba a cambiar la vida.

Estábamos terminando de adaptarnos a vivir solo nosotros con Flora y... ¿Qué carajo le iba a decir a Flora? Estaba acostumbrada a ser nuestra consentida.