☆•𝑴𝑨𝑹𝑮𝑰𝑵𝑨𝑫𝑶•✩ - [✓]

☆•𝐎𝐍𝐂𝐄•✩

— ¡San! ¡Hey San! ¡¿Estás seguro de esto? — Susurró First, San asintió.

— Lo estoy , solo hay que esperar que padre no haya vuelto , son apenas las diez treinta de la noche, él llegará antes de las doce — Explicó San.

— ¿Será eso suficiente? — Cuestionó First.

— ¡Lo será si nos damos prisa! ¡Ahora sube y recuerda no hacer tanto ruido! — Él caminó hacia la cocina y San subió las gradas.

— Oh , Dios. ¿Porqué hago esto? — Se preguntó a sí mismo.

San abrió el refrigerador y decidió beber limonada mientras esperaba a que First regresara , se recostó sobre la alacena y sonrió mientras observaba a un punto fijo.

De pronto su estabilidad se volvió amarga al recordar la desesperación de Gulf por querer ayudar a Mew. — ¿Qué tiene él que no tenga yo, si somos iguales? — Preguntó para sí mismo. — ¿Porqué el, Kanawut? ¿Porqué él? —

Flashback

— ¡Wow! Chai, pero mira que grandes están , ¡Vaya! ¡Cuan hermosos son! — Halagó la sra Fills a ambos gemelos Suppasit.

Chai sonrió — Muchas gracias , señora Fills. Ha sido un duro trabajo pero crecen cada día más hermosos — Mew y San iban tomados de las manos , Mew ya portaba sus características gafas negras.

— ¿Puedes reconocerlos así de fácil? — Preguntó la dama de avanzada edad.

— Pues fuí yo quien los tuvo dentro de mí, los conozco como la palma de mi mano. Mew — Señaló al de gafas — San — Señaló al pequeñín que portaba un pequeño maletín de oso polar.

— Ya veo — Dijo la señora — Hola Mew — Saludó ella, Mew sonrió y se escondió tras el hombro de San. — ¡Oh! No temas, yo no tengo intención de hacerte nada — Dijo ella .

— Mi hermano es muy tímido — Intervíno San — Yo soy su único amigo, si yo le digo que usted no le hará daño, él va a creerme — Explicó San.

— Oh — Musitó la señora Fills. — Pues dile que solamente quiero darle un dulce —

— ¿A él? — Preguntó San.

— Me temo que tengo solamente uno , pequeño. Pero puedo volver a la casa por uno más, solo deja que le dé este a Mewsito e iré por uno para tí — Dijo ella con total sinceridad.

San frunció el ceño, molesto — ¡Mentira! ¡Ella miente, Mew Mew! ¡Vámonos! — Tiró del brazo de Mew.

— P-Pero S-San... Ella dijo que...— San se detúvo y se giró hacia él.