☆•𝐂𝐔𝐀𝐑𝐄𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎•✩

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Mew baja del taxi y paga la respectiva tarifa por el recorrido

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Mew baja del taxi y paga la respectiva tarifa por el recorrido. El señor de mediana edad, una bonita sonrisa le regala, antes de encender nuevamente el motor del auto naranja, y emprender camino en dirección contraria.

Luego de que la madre de Gulf lograra cocinar el pastel en el horno del vecino -la madre de Jimin-. Todos habían comido y compartido tiempo juntos, luego de ello había hablado con Jimin y Jin, al respecto de la verdadera relación que el alcaide Bae Yong tenía con él. Tal cual como Mew lo esperaba, esos dos habían saltado de la emoción y afirmado de que sospechaban que por algo el señor le daba el trato que -valga la redundancia- siempre le dio.

Tanto ellos, como Gulf, se habían ofrecido a acompañarlo para aclarar las cosas con el alcaide. Pero él, amablemente y agradeciendo el gesto, les había rechazado, pues esto era algo que debía hacer él solo.

Sí, Mew se encontraba ahora, frente al enorme Centro Disciplinario que lo había visto crecer, o mejor dicho, lo había hecho crecer. El sol ya se había ocultado, dado a que el viaje hasta el Centro le había tomado casi 10 horas, había partido al mediodía de la casa de Gulf, sin importarle llegar de noche pues sabía que su padre le permitiría quedarse con él y por ahora, no quería ver a Chai y mucho menos a San.

Su atuendo era dark, así mismo como acostumbraba siempre andar, con la diferencia de que esta vez no lo había combinado con ningún color chillante como lo hacía en ocasiones, pues la ropa que llevaba puesta era de Jin, le favorecía que al chico le gustaba usar la ropa holgada.

Portaba una camisa manga larga negra con cuello de tortuga, por dentro, y sobre esa, una camisa blanca bastante holgada, que llevaba estampado un alien verde en el centro. Ambas por dentro de los pantalones, los cuales había asegurado con un cinto negro de cuero. Por encima de sus camisas, destacaba la cadena del fénix, la cual no se quitaba por nada del mundo, más arribita de esa, colgaba una cadena que unía sus extremos en un candado pequeño y en otra más larga, que caía casi por su abdomen, llevaba una llave. Más, los adornos de esposas pequeñas y cadenitas cruzadas en los espacios del pantalón, finalizando con sus tenis brillosamente blancos y cintas de fuera, amarradas en un bonito nudo. Y su cabello azul del cuál ya ciertas partes se veían celestes, lo había peinado hacia atrás.

[Ok, bye, aquí quedé. 👻]

Nunca pensó en volver aquí por su propio pie, y peor aún lo hubiera imaginado la primera vez que llegó aquí. Pero así es la vida, nunca te esperas nada de lo que sucede en ella, y por eso es hermosa y debe vivirse cada momento. Los enormes muros que se extendían frente a él, lo hicieron suspirar, este lugar parecía más su casa, que su propia casa.

Irónico... pero parecía su hogar.

Los dos guardias que a lo lejos le observaban, le dedicaron de inmediato una sonrisa. Alzando un poco su mentón y haciendo hacia atrás su cabeza en un saludo silencioso.

☆•𝑴𝑨𝑹𝑮𝑰𝑵𝑨𝑫𝑶•✩ - [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora