☆•𝑴𝑨𝑹𝑮𝑰𝑵𝑨𝑫𝑶•✩ - [✓]

☆•𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐒É𝐈𝐒•✩

Mew soltó la respiración que estuvo conteniendo todo este tiempo , en el momento en que aquellos chicos simplemente pasaron de largo , parpadeó e intentó respirar con normalidad, llevó una mano a su pecho comprobando que su corazón latía tan frenéticamente.

De pronto divisó frente a él a la misma mujer de piel morena y coleta alta , esta caminando hacia su dirección, tragó grueso y acomodó sus gafas — S-Señorita... Disculpe — La morena se detúvo a unos pasos frente a él — El señor Alcaide pide que le envíe un vaso de agua — La mujer frunció el ceño .

— ¿En serio? — Mew asintió — Pero si él tiene su propio oasis en su oficina, ¿Será que ya se le acabó su agua? — el de gafas frunció su ceño — Bueno, de igual forma te daré un vaso con agua para que no tengas problemas con él, ¿De acuerdo? — Ella dijo con una sonrisa. Mew asintió varias veces , también sonriendo.

— Muchas gracias, se lo agradecería de verdad — La morena frunció un poco su ceño y sonrió, el chico le había parecido agradable, pero sobre todo : bastante amable y simpático.

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Mew dió leves toques en la puerta de la oficina del alcaide , manteniendo el equilibrio en la mano con la cual sostenía el vaso lleno de agua.

— Adelante — Respondió .

Giró aquella manecilla con mucha lentitud e ingresó a la oficina a pasos lentos, Chai lo observó inexpresivo mientras que el Alcaide Bae sonrió al observarlo llevar el vaso con agua.

— Tenga señor, su agua. — Se la entregó y este la tomó con una sonrisa . — Permítame preguntar , ¿Su oasis ya se ha vaciado? . Su secretaria me comentó que tenía uno en su oficina , por lo cual si se ha vaciado podría ayudarlo a cambiar la botella vacía por una nueva — Chai frunció el ceño por la actitud de Mew , y Bae al contrario, sonrió.

— Primero que nada, muchas gracias por el agua, y segundo, en efecto sí tengo un oasis en mi oficina y hasta ahora la botella continúa a la mitad, agradezco mucho tu amabilidad y disposición para querer ayudar, muchacho. — Mew asintió ante aquello. Bae miró a Chai y entrecerró un tanto sus ojos, este comprendió el significado de aquel mirar y se cruzó de brazos.

— Esto seguramente es puro teatro — Comenzó a decir, Mew suspiró resignado por vigésima vez ya — últimamente ha comenzado a beber, fuma, incluso a comenzado a drogarse — Bae lo miró asombrado.

— ¡Eso es mentira! ¡Yo jamás he hecho eso! ¡Pero claro, tú nunca me crees nada! — Chai rascó su cuello.

— Eso — Miró a Mew y luego a Bae — es otra cosa, ¡Miente demasiado! ¡Nunca deja de hacerlo y yo ya estoy harto! —

— Harto estaré yo, no tú — se defendió Mew.

— Disculpe la intromisión señor Suppasit, pero ¿Cómo puede estar seguro de esa última parte? — Preguntó el alcaide.