☆•𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐓𝐑𝐄𝐒•✩

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— Gulf — Susurra luego de parpadear

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— Gulf — Susurra luego de parpadear . El pelinegro de inmediato camina hacia él, Mew aprieta el recipiente del helado, su corazón latiendo con fuerza. Jin mira de reojos al moreno, cayendo en cuenta de inmediato que este chico es el mismo que lastimó a Mew aquella ocasión .

Gulf extiende su mano para tomar a Mew , pero Jin es más rápido y tira del brazo del peliazul para acercarlo más a él. El moreno le mira mal, molesto en realidad.

— Disculpa — Jin habla con tanta seriedad que incluso sorprende a Mew y Jimin. — Hemos venido a acompañar a nuestro amigo a su casa — Mew guarda silencio pero sin dejar de observar a Gulf.

— Y disculpa, pero yo no estaba hablando contigo — Dice Gulf. Mew y Jimin se observan mutuamente, incluso la madre de este último siente la incomodidad en el ambiente.

— Oye , está bien, Jin. — Mew habla por fín. Gulf sintiendo los celos recorrer su sistema debido al tono de voz que su chico utiliza con Jin. — Solo será un momento, ustedes pueden adelantarse—

— Pero —

— Vámonos Jin. ¿Qué esperas? Déjalo, él sabe tomar sus propias decisiones — La voz de Jimin sale disgustada, ambos en verdad lo están. A ningúno le agrada Gulf, ambos fueron testigos en primera fila de todo el sufrimiento de Mew.

El peliazul nota esto de inmediato, pero no puede hacer nada contra lo que siente, si no puede estar con Gulf, al menos puede calmar a su corazón con tan solo verlo y tenerlo cerca de él. Todo este tiempo luchó con las ganas de ir a buscarlo, él tenía tan fresco y latente el recuerdo de aquella ocasión en la que se entregaron en cuerpo y alma en la casa del moreno, por lo cual el camino hacia esta jamás se ha borrado de su memoria.

Así mismo Gulf quiso buscarlo en varias ocasiones, más su madre fué quien lo detuvo, una semana después de haber vuelto, el moreno había recurrido a los consejos de su madre, la desesperación lo estaba matando por dentro, acabando poco a poco con su cordura, Suga y NamJoon intentaban distraerlo invitándolo a beber , o a salir a jugar, más nada de eso funcionaba, él quería arreglar todo con Mew cuánto antes, más su madre le había aconsejado darle su espacio.

— Bien — Jin soltó con brusquedad el brazo de Mew , dándose la vuelta hacia la casa de Jin.

— Te esperamos adentro, Mew — Este le sonrió un poco forzado al menor. El peliazul suspiró siendo conciente de la molestia en sus amigos.

Los observó entrar a la casa del más pequeño , inclinó su rostro y cerró sus ojos, molesto con su estúpido corazón.

El bobo corazón que parece que nunca aprende las lecciones.

Gulf inclina su rostro también, sintiéndose completamente ridículo ahora. Tanta insistencia por hablar con él y ahora que lo tiene en frente... Ni siquiera sabe qué decir, las palabras se quedan atoradas en su garganta .

☆•𝑴𝑨𝑹𝑮𝑰𝑵𝑨𝑫𝑶•✩ - [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora