Sus dedos se aprietan en las sábanas de la cama, su ceño se frunce, su frente está perleada de sudor, sus rodillas estira y encoge en segundos. Comienza a negar horrorizado, por inercia y con sus ojos aún cerrados, su cobija retira.
—N-No... no, no, no... — Jadea, lleva sus manos a intentar detener a un invisible agresor —por favor —solloza. Aún dormido, su rostro se desfigura a uno completamente asustado y suplicando piedad —. Se lo suplico, por favor no. ¡Padre! —grita a viva voz. —¡Ayúdame! Por favor, ayúdame, por favor, ¡¡Por favor!! — Aún no ha abierto sus ojos pero las lágrimas se resbalan por los costados de estos, apretando su pecho mientras continúa moviendo su cuerpo de un lado a otro, en protesta de que el hechor de su pesadilla, se acerque a él.
—¡San! — Chai, quien durante toda la noche ha estado despierto esperando a que Mew llegue a casa. Corre hacia el mayor de sus hijos, su expresión se torna a una de sorpresa y temor al verlo retorcerse en su cama, justamente como en su niñez. —¡San! ¡Aquí estoy, aquí estoy! Sshh, shhh, shhh — Toma sus muñecas y con suavidad tira de él hasta recostarlo en su pecho, su hijo aún no abre sus ojos y continúa llorando.
—Dile que no, padre, por favor, que no me toque, que no me toque. ¡Dile que no se me acerque! —grita, su voz pendiendo de un hilo, Chai intenta calmarlo.
—Tranquilo, San, nadie quiere hacerte daño, hijo, tranquilo. — Su primogénito niega, Chai limpia el sudor en la frente ajena.
—Él quiere hacerme daño... —susurra mientras llora.
—¿Quién hijo? ¿Quién?
—Mew, padre. — Chai se le queda mirando tan sorprendido como puede, incluso alejando un tanto su cabeza, San continúa con sus ojos cerrados.
—San... —habla bajito. Quiere que su hijo despierte y le explique cuánto antes, lo que acaba de decir —San, despierta. —Comienza a dar leves palmas en el rostro del castaño.
—¡No! ¡Suéltame! ¡Suéltame! — San intenta empujarlo.
—¡SAN! SOY YO — Tomándolo de ambos hombros, lo mueve unas cuantas veces, hasta que su hijo abre de golpe sus ojos.
—Padre... —dice apenas, su respiración es errática y sus ojos aún tienen los rastros de sus lágrimas, una incluso aún se puede ver en su mejilla —¿que estás haciendo aquí? — Lo sorprendido de San, confunde a Chai.
—Tú estabas... —Traga grueso —tuviste una pesadilla, te escuché gritar y... — San continúa observándolo con incredulidad. Chai hace dos intentos de hablar, pero termina arrepintiéndose y volviendo a juntar sus labios —. San... tus... pesadillas, — Ambos guardan un tenso silencio —¿desde cuándo volvieron? — El menor traga grueso ante esa pregunta, desvía su mirada de la de su padre, traga grueso.
Sus pesadillas volvieron desde lo que Mew le hizo en los baños.
—No sé de qué estás hablando, padre. — Chai lo mira con un poco de molestia.
ESTÁS LEYENDO
☆•𝑴𝑨𝑹𝑮𝑰𝑵𝑨𝑫𝑶•✩ - [✓]
Fanfiction🚨⚠️•𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀•⚠️🚨 Esta historia trata temas sensibles, como el maltrato físico y psicológico en el ámbito familiar. Si se considera no apto o no tolerante a estos temas, le invito a por favor pasar de largo y evitar ofensas, denuncias...