Libro: Cartas A Un Joven Poeta.
"Una obra de arte es buena si surge de la necesidad."
੭
Juliana se removía en las sábanas de su cómoda cama, aunque no era tan cómoda en ese preciso momento para la pelinegra, de nueva cuenta se quitó las cobijas de encima y se quedó mirando el techo de aquella habitación.
Miró a su lado donde se encontraba la otra cama, allí era en donde Valentina dormía antes del accidente, antes de que todo aquello ocurriera, antes de que Juliana al fin se decidiera a leer todos aquellos libros, antes de que ella estuviera en coma.
Suspiró, miró el reloj que se encontraba en su mesita de noche, iban a ser las cinco de la mañana, no se sentía cansada, la verdad sentía que había dormida las horas necesarias, pero por alguna razón sentía que se había perdido tanto en sus sueños que había terminado por dormir solamente una hora, lo cual no era cierto.
Se levantó de la cama, no tenía más ganas de seguir envuelta en aquellas cobijas, camino y su mirada se posó en la cama de Valentina, allí sobre ella aún se encontraba un pequeño oso, el peluche de Valentina, Juliana sonrío al recordar cuando le pregunto porque le gustaba tanto ese peluche.
"Porque se ve estúpido."
Esas habían sido las palabras de Valentina. Aquella frase se escuchó en su mente como la primera vez que lo escucho, Juliana apretó los puños y salió de la habitación, camino hasta llegar a la estancia y se detuvo justo en frente de la estantería de Valentina, miró los libros, aún faltaban muchos y eso la aliviaba un poco mentalmente.
No quería terminarlos, porque sabía que, si lo hacía, tendría que cumplir lo dicho; desconectarla.
Su mirada se pasó al siguiente libro, sus manos lo sacaron, ahora era "Cartas a un joven poeta".
A pesar de que Juliana estaba consciente de que era demasiado temprano para ir a visitar al hospital a la chica de la habitación 127, tenía la necesidad de ir y leer ese libro al lado de Valentina.
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—¡Hey Valentina! He vuelto —dijo Juliana con una sonrisa radiante—. Traje un nuevo libro, tal vez en este momento estás pensando; "ya sé lo que traes cada semana, Juliana no tiene que repetírmelo" —dijo tratando de imitar la voz de Valentina—. Pero siempre me gusta decírtelo, pues nunca se sabe, tal vez un día te traiga... no sé ¿una tortuga? Bueno no creo que me dejen pasarla.
Juliana se rascó la nuca y vio la mesita que estaba cerca de la cama de Valentina, había un nuevo ramo de flores, esta vez eran margaritas.
—Parece que alguien vino antes que yo —Juliana se acercó y vio las flores, ese no ha sido Katherine. Janice había llegado antes y le llevo flores, Juliana estaba segura de eso, pues a Janice le encantaba darle margaritas a Valentina cada que era su cumpleaños—. Me ha ganado.
La pelinegra tocó los suaves pétalos de las flores y de nuevo miró a Valentina.
Había platicado con el doctor sobre el estado de Valentina, y este le había dicho que había mejorado un poco, pero que eso no quitaba que posiblemente tuviera una recaída.
—El doctor dijo que estás mejorando, poco a poco, pequeños pasos para un gran futuro, Valentina —suspiró—. ¿Sabes? Creo que estoy enloqueciendo, hoy me levante temprano y he tomado el siguiente libro, quería venir a leértelo, pero claro, no me dejarían venir a las cinco de la mañana solo por mi capricho de leer para ti ¿o sí?
Juliana arregló el cabello rubio de Valentina, por alguna razón creía que estaba algo despeinado, o solamente quería tocarlo sentir las suaves hebras ser tocadas por sus dedos.
—Bueno, creo que es tiempo de leer el siguiente libro, ¿no crees? Espero no te esté hartando mi voz, aunque siempre me has dicho que te gusta.
Juliana abrió el libro, y la preciada nota se encontraba allí escrita a tinta negra.
"Juliana, escribámonos cartas, aunque estemos viviendo juntas, ¿sabes? Quiero saber cómo se siente recibir una carta de la persona que más aprecio en este mundo."
—Sí despiertas te escribiré cartas a diario, aunque vivamos en el mismo apartamento, aunque durmamos en la misma habitación, aunque compartamos el mismo sofá para ver televisión, te escribiré cartas, Valentina.
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Mi Bella Durmiente |Juliantina
RomanceJuliana Valdés lee un libro cada semana para Valentina Carvajal, la chica de la habitación 127. La chica que está en coma. ՙ 𓄼 Capítulos cortos. ՙ 𓄼 Género: angst ՙ 𓄼 Adaptación permitida. ՙ 𓄼 Historia de original de @Lucy_Trejo27 ՙ 𓄼 No copia...