Capítulo 12.

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Libro: Historia De Dos Ciudades.

"Es un hecho maravilloso y digno de reflexionar sobre ella, que cada uno de los seres humanos es un profundo secreto para los demás."

Día soleado, pero a la vez tan frío, Juliana se encontraba dibujando, ¿qué es lo que dibujaba? Una hermosa mariposa, ¿por qué lo hacía? Pues por Valentina.

A Juliana le daban miedo las mariposas, pues desde pequeña le habían hecho una mala broma, le habían puesto una dentro de sus pantalones, era esa una gran razón también por la cual se encontraba algo alejada mientras dibujaba las alas de aquella mariposa.

Juliana arriesgándose a tanto solo para poder dibujar para Valentina, eso era mucho para ella, sobre todo porque se estaba enfrentando a su fobia por aquellas hermosas alas.

Isabella y Katherine a veces lograban atrapar una y les gustaba perseguirla mientras tenían la mariposa encerrada, claro Juliana se la pasaba corriendo por casi todos lados para que no le acercaran el inofensivo insecto.

Juliana recordó la vez que Valentina había detenido a ese par, pues les había regañado por corretear a Juliana con su más grande fobia, mientras se reían de ella, la pelinegra estaba muy agradecida con Valentina, después de todo le aliviaba que la defendiera de esa forma, le parecía que la trataba demasiado bien.

En su mochila llevaba el siguiente libro que leería para Valentina, pero antes quería dibujar algo para ella, sabía que a Valentina le gustaban las alas de aquellos insectos, y Juliana si debía de admitir que eran hermosas, con sus detalles y hermosos colores a veces llamativos, pero claro para Juliana eran hermosas mientras estuvieran lejos de sus pantalones.

Terminó el dibujo y se levantó del césped, suspiró, era hora de ir a leer un poco para Valentina, ya era la doceava semana.

Juliana entró a la habitación 127, allí vio a Valentina, a pesar de que Juliana tenía en mente que seguramente seguiría recostada, tenía la esperanza de poder entrar y verla despierta, quería ver a Valentina sonriéndole.

—Hola Val —dijo Juliana sonriendo mientras cerraba la puerta—. He tenido un día algo aburrido hoy, pero imagino que el tuyo ha de ser igual, pero no te preocupes, vengo a hacerte el día más alegre, traje un nuevo libro para ti.

Juliana se quitó su mochila de los hombros y la abrió, saco de allí el dibujo que había hecho y también saco el siguiente libro, colocó la mochila a un lado de la silla en dónde siempre se sentaba y después se dispuso a tomar lugar en aquella silla.

—Los días de inverno casi se terminan, pero aun así no dejan que el sol caliente un poco, aún tengo algo de frío, pero el clima es templado, puedo resistir, no quiero enfermarme, Laila está tomando un curso de inglés, dice que quiere mejorar un poco más, aunque sabemos que es muy buena con el manejo del idioma.

Juliana miró el dibujo que había hecho y lo puso en el regazo de Valentina.

—Te hice un dibujo, es una mariposa —Juliana sonrío—. Sé que dirás, "porque dibujas una de tus fobias" pues la dibujo porque a ti te gustan sus alas, dices que sus dibujos son como una obra de arte irrepetible.

Juliana miro su dibujo, era una mariposa amarilla con detalles en negro y azul, en verdad hermosa, había hecho un buen trabajo dibujando aquella mariposa, le encantaba a pesar de que tenía el mal presentimiento de que saldría del dibujo y lo atacaría.

La pelinegra sonrío ante su loca imaginación, agarro el libro y suspiro.

"Juliana aún faltan notas para que llegues al final, aún faltan libros por leer, un día quiero que leamos juntas un libro que a ambas nos guste, quiero compartir un momento de silencio a tu lado mientras ambas imaginamos las palabras que describen un mundo maravilloso fuera de esta realidad."

La sonrisa de Juliana apareció después de leer aquella nota.

—Con gusto lo haré Valentina, juntas compraremos un libro para ambas, será nuestra historia favorita, porque la leeremos juntas.

Mi Bella Durmiente |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora