Capítulo 30.

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Libro: Los Miserables.

"La dicha suprema de la vida es la convicción de que somos amados, amados por nosotras mismo; mejor dicho, amados a pesar de nosotros."

Isabella se encontraba con los audífonos puestos mientras tarareaba la canción que en ese momento escuchaba, movía su cabeza de un lado a otro de manera delicada, disfrutando de la melodía que se reproducía.

A Isabella le fascinaba escuchar canciones poco conocidas por las personas, pero a veces le llegaba a gustar una que otra que era muy conocida o eso es lo que ella creía.

Mientras escuchaba música estaba dibujando en su cuaderno, nada mejor que dibujar mientras escuchas melodías que te llegan a tranquilizar e inspirar para crear arte, Isabella estaba en su día libre, de todos modos, planeaba pedir unas cortas vacaciones para poder pasarla con sus amigas después, pero mientras tanto seguiría escuchando canciones y tomando su día libre para relajarse un buen rato.

Isabella cambio la canción que estaba escuchando y puso otra distinta, no se había dado cuenta del título de esta y no era necesario que lo hiciera, "In My Life" de The Beatles comenzó a sonar y fue cuando dejo de dibujar.

—There are places I remember —canto Isabella mientras tamborileaba el sonido de la guitarra con su lápiz que tenía en su mano derecha.

Había muchas razones por las que le gustaba esa canción, una de ellas era porque le hacía recordar todos los momentos felices con sus amigos, y la más importante era que Valentina le había regalado el disco que contenía esa canción.

Fue en el cumpleaños número dieciocho de Isabella cuando eso ocurrió, había sido un largo día lleno de sorpresas y risas entre casi todas las chicas, la única que no se encontraba presente era Valentina.

Isabella a pesar de estar feliz en todo el día, quería saber si Valentina llegaba, pues le estaba empezando a preocupar, ya que inclusive al enviarle mensajes, el solo respondía que iría más tarde.

Cuando ya eran cerca de las nueve de la noche las chicas estaban preparándose para dormir en casa de Isabella, pues ya era un poco tarde para regresar a sus respectivos hogares y Isabella quería seguir celebrando con sus amigas allí presentes. Isabella se dirigió a la estancia en cuanto escucho que alguien afuera estaba tocando insistentemente el timbre de su casa, Isabella algo cansada de escuchar ese sonido abrió la puerta.

Se encontró con una Valentina que tenía sudor en su frente y tenía la respiración algo agitada, le sorprendió verla de esa manera, vio que sus manos estaban detrás de su espalda y le pregunto por qué venia de esa manera, estaba preocupada por ella, se veía exhausta.

Valentina le había sonreído y de detrás de su espalda saco un disco compacto, no tenía envoltura alguna, los ojos de Isabella se agrandaron y se iluminaron al ver de qué disco se trataba.

Era "Rubber Soul" de The Beatles, Isabella lo había estado buscando en muchas tiendas y nunca lo encontró en ninguna, con una sonrisa y mucha sorpresa le pregunto a Valentina en donde lo había conseguido.

Valentina se lo entrego y le conto su increíble aventura para conseguir aquel álbum, y es que Valentina fue a la mayoría de las tiendas de discos buscándolo, estuvo tienda por tienda, preguntando, buscando, y casi no tenía éxito, era por eso que no se había presentado temprano a la fiesta, y es que Valentina se había confiado en comprarlo el mismo día que la fiesta, en vez de anticiparse.

Cuando Valentina lo encontró en una pequeña tienda casi fuera de la ciudad, se sintió la chica con mucha suerte, y al ver la hora trataba lo mejor posible por regresar e ir a la casa de Isabella para entregarle su regalo.

Isabella abrazo a Valentina en cuanto esta había terminado de hablar, en verdad que estaba muy feliz, nunca creyó que Valentina haría eso por ella, estaba muy feliz.

"Sé que te encanta esa canción "In My Life" y me habías dicho que no tenías el álbum, así que dije "ya tengo el regalo perfecto para la pequeña bela" disfrútalo."

—In my life, I love you more —canto Isabella mientras sonreía, ese recuerdo era uno de los mejores.

Su sonrisa se apagó en cuanto recordó que casi todo se estaba perdiendo. Incluso ella a veces llegaba a decirles a sus amigas que estaba ocupada, que se encontraba en coma en aquel hospital.

Ya había pasado un tiempo y sabía que seguramente Juliana aún estaba leyendo libros para Valentina, pero ¿y ella que hacía? Nada, apenas y una vez fue a leer para ella junto a Juliana, pero ya no la había ido a visitar.

—Valentina, cuanto tiempo, ¿no crees? —Isabella cerró la puerta y se acercó a la mencionada que aun dormía.

Isabella sonrió con tristeza al verla, por primera vez quería que al entrar ella estuviera despierta para poder hablar con ella de muchas cosas.

—Mira he traído algo —Isabella saco de su mochila el álbum que Valentina le había regalado para su cumpleaños—. ¿Lo recuerdas? Seguramente que sí, hace mucho que no lo escucho, créeme que lo escuchaba todo el tiempo, no paraba era muy fabuloso escucharlo, ¿recuerdas que una vez estuvimos juntas escuchándolo?

Isabella se acercó y se sentó en la silla cerca de donde estaba recostada Valentina.

—Recuerdo bien eso, ambas cantando, en especial esa canción "In My Life" —soltó una risa cuando recordó—. Recuerdo que ambas inclusive desafinábamos mucho mientras cantábamos, pero era fabuloso, tú riéndote cuando jugaba a que tenía una guitarra en mis manos, mis risas al escucharte cantar, ¿Cuándo será el día en que lo podamos repetir? Me encantaría repetirlo.

Juliana entro a la habitación llamando la atención de Isabella.

La pelinegra había escuchado todo lo que había dicho, y estaba feliz de haber escuchado aquello, estaba feliz de ver a Isabella allí platicando con Valentina de recuerdos hermosos del pasado.

"Nada absolutamente nada puede separar a las personas que están juntas por mucho tiempo, ni siquiera los años, aunque pasen tan rápido, siempre y cuando allá un recuerdo, las personas seguirán unidas por ella, no lo olvides Juls."

Isabella y Juliana comenzaron a leer para Valentina.

Mi Bella Durmiente |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora