Libro: El Niño Con El Pijama De Rayas.
"Acepta la situación en que te encuentras y todo resultara mucho más fácil."
੭
Isabella buscaba debajo de la mesa por segunda vez, pero no encontraba nada, no había absolutamente nada allí abajo, suspiro cansada.
—¿Quién puede perder un perro? —pregunto Katherine mientras buscaba detrás de los sofás.
Juliana se encontraba en la habitación de Isabella, estaba revisando debajo de la cama, pero no había rastro de la mascota de Isabella.
Resulta que Isabella había adoptado un perro, pero cuando quería mostrárselo a sus amigas Katherine y Juliana, casualmente el perrito había desaparecido.
—¿Ya lo encontraste? —grito Juliana desde la puerta de la habitación de Isabella.
—¡No! —grito Katherine en respuesta desde la pequeña estancia.
Suspiro cansada al recibir esa respuesta negativa. Regreso de nueva cuenta a la habitación de Isabella, se sentó en la cama, ya habían revisado el apartamento más de tres veces y no aparecía el perrito.
Juliana se recostó en la cama mirando el techo, podía escuchar a Katherine y Isabella discutiendo por no encontrar a la mascota de Isabella, su mirada se concentraba en el techo de color blanco mientras escuchaba a esas dos.
De repente Juliana escucho algo moverse, se levantó quedando de nueva cuenta sentada en la cómoda cama de Isabella, trataba de poner atención a los sonidos, pero la conversación que esas dos tenían afuera, no le permitían escuchar casi nada.
Se levanto de la cama y se dirigió hacia la puerta de la habitación para cerrarla, solo así logro impedir que las voces de sus amigas dejaran de entrar como ecos a la habitación.
Se quedo parada cerca de la entrada para poder poner más atención, pasaron unos segundos cuando escucho algo en el cesto de ropa sucia que Isabella tenía en la habitación, Juliana se asustó por un momento, pues la ropa no se mueve solo ¿o sí?
Con mucho cuidado se fue acercando a pasos lentos como si temiera que algo saltase de ese pequeño montón de ropa y la atacaran, ¿Qué tal si era un pequeño ratón? ¿Qué tal si era un duendecillo que estaba atrapado entre la ropa? ¿Qué tal si se trataba de un fantasma moviendo la ropa?
—¿En qué estoy pensando? —pregunto Juliana a ella misma, suspiro y siguió caminando hacia el cesto de ropa.
Cuando estuvo cerca del cesto comenzó a quitar algunas prendas, y allí lo vio, era la mascota de Isabella, estaba dormida, de vez en cuando pataleaba un poco, inclusive ladro, Juliana sonrió, ese perrito era adorable, lo que más le gustaba era ver su esponjoso pelaje.
Juliana con mucho cuidado agarro el cesto de ropa y camino hacia la entrada de la habitación para abrirla y salir de ella, camino por el pasillo para después estar en la cocina donde ahora se encontraban sus dos amigas aun discutiendo mientras buscaban al perrito.
—Chicas —dijo en voz baja.
Ambas chicas la miraron, Isabella se extrañó al ver que en las manos de Juliana estaba su cesto de ropa.
—¿Por qué traes eso? —pregunto Isabella—. Si querías lavar mi ropa, no quiero que lo hagas.
Juliana sonrió y negó con la cabeza, les acerco el cesto de ropa para que vieran que había en su interior.
Katherine no quería asomar su cabeza, pero se moría de curiosidad por saber que era lo que les mostraba Juliana. Cuando ambas se asomaron vieron al pequeño perro dormida plácidamente.
—Ddosun —dijo Isabella sonriendo—. Gracias por encontrarlo Juli.
—Esa bola de pelos es adorable —comento Katherine.
—No le digas bola de pelos, es Ddosun, que te quede claro —dijo Isabella fingiendo molestia.
—¿Con que Ddosun? —Juliana miro al pequeño perro aun dormido.
੭
La pelinegra con una sonrisa entro en la habitación 127, miro a la chica que aún seguía dormida, por alguna extraña razón le recordaba a aquella mascota de Isabella.
—Valentina, traigo nuevas noticias para ti —dijo Juliana sentándose en su respectivo lugar—. Isabella tiene una nueva mascota, según Isabella ese perrito tiene mucha energía y siempre la sigue a donde ella vaya, ¿sabes? Me gustaría tener una mascota, seria divertido.
Juliana en su regazo un nuevo libro, la portada era cubierta de rayas blancas y azules.
—Su nombre es Ddosun, ¿no crees? —miro a la chica que mantenía sus ojos cerrados, su respiración era tranquila—. ¿Sabes a quien recordé? A Max, tu mascota, recuerdo cuando me invitaste a comer en la casa de tus padres, recuerdo que cuando Max te dio la bienvenida tu parecías la chica más feliz del mundo, le dabas tantos mimos, que hasta pensé que no estaba Valentina Carvajal.
Juliana no lo noto, pero Valentina había movido solo un poco uno de sus dedos de la mano derecha.
—En fin, despierta pronto para que veas a esa pequeña bola de pelos, creo que te encantara.
Juliana, se sentía feliz de poder platicarle aquello a Valentina, abrió el libro y sonrió al ver la nueva nota que se encontraba allí, escrita para ella.
"La amistad es importante, tan importante que te puede llevar a hacer locuras, créeme que cometería locuras contigo y las demás, seria divertido aventurarnos más seguido, ¿no crees?"
ESTÁS LEYENDO
Mi Bella Durmiente |Juliantina
RomanceJuliana Valdés lee un libro cada semana para Valentina Carvajal, la chica de la habitación 127. La chica que está en coma. ՙ 𓄼 Capítulos cortos. ՙ 𓄼 Género: angst ՙ 𓄼 Adaptación permitida. ՙ 𓄼 Historia de original de @Lucy_Trejo27 ՙ 𓄼 No copia...