Capítulo 29.

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Libro: El Traje Del Muerto.

"El dolor tiene la facultad de despertarte, de hacerte recordar quién eres."

Janice se encontraba revisando sus cosas, estaba buscando su cámara, la había utilizado recientemente para sacar algunas fotografías que necesitaba imprimir con urgencia, pero era difícil buscarla ahora, después de todo se había mudado de apartamento y ahora no podía encontrar su bendita cámara.

Se detuvo dejando de buscar por todos los cajones y suspiro agotada, llevaba casi una hora buscando de un lado a otro y no lograba encontrarla, camino hacia su armario y al abrirlo se puso de cuclillas para ver las cajas que se encontraban en la parte de abajo, saco cuatro cajas y estaba dispuesta a abrir la primera, pero su vista se puso en una caja de zapatos, estaba algo maltratada.

Janice dejo las otras cajas y agarro esa caja vieja de zapatos, la sacudió un poco antes de abrirla, no era pesada, apenas y se sentía un ligero peso de unos cuantos gramos, se sentó en el piso y abrió la caja.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver lo que había dentro de esa caja.

Fotografías... viejas fotografías tomadas por todas ellas, a Janice le tembló ligeramente la mano al agarrar una de ellas. En esa imagen se podía ver a Juliana abrazando a Valentina, ambas se veían felices.

"No tomes esa fotografía, Jan."

Las palabras de Valentina resonaron como ecos en su mente.

"Cálmate, se ven muy tiernas juntas, solo esta vez, te prometo que no le diré nada a nadie de esta fotografía."

Janice dejo esa fotografía a un lado y agarro otra, esta vez era una en donde se encontraba Lexa y Laila con bengalas en sus manos mientras sonreían y jugaban con ellas.

"Valentina, Janice miren esto, pelearemos por el honor de beber el primer sorbo de la sidra de año nuevo."

"Mejor les tomare una foto antes de que se hagan daño."

Sonrió y coloco la fotografía a un lado de la otra, su mirada se posó en otra imagen, era Juliana, tenía la cara embarrada de merengue, mientras que Katherine e Isabella trataban de ensuciarla con más merengue de pastel, las tres con sonrisas de alegría.

"¡Ya! Dejen de ensuciarme, Vale detenlas."

"Juli deja de escapar, te atraparemos de todos modos."

"Valentina deja de reírte... no me tomes fotos."

Ecos de esos recuerdos felices entre todas, Janice no podía evitar sonreír ante todo eso, estaba feliz de poder recordar cuando casi siempre se la pasaban juntas de un lado a otro, cuando casi nada importaba tanto como ahora.

Saco otra fotografía, esta era solo una donde ella se encontraba mirando el océano como formaba las olas.

El recuerdo la azoto de golpe. Ese día habían planeado una escapada, solo ella y Valentina, ¿Por qué? Pues Valentina no quería asistir a clases y Janice quería despejar su mente, ¿Qué mejor idea que ir a una playa casi vacía?

"¿A qué hora tomaste esta fotografía?"

"Estabas distraída y como siempre dices hay que marcar el momento. Así tú y yo recordaremos que este viaje fue unos de los mejores y no se nos olvidara."

Janice sonrió con tristeza, recordó que en estas semanas ni siquiera había ido a ver a Valentina, el trabajo le consumía sin alguna medida, todo se estaba volviendo monótono, ya nada era igual, de vez en cuando se comunicaba con sus amigas, pero ya no salían como era costumbre, ¿Qué estaba pasando?

—Parece que nos unías más de lo que creías Vale.

Guardo las fotografías y se levantó con la caja en sus manos, definitivamente si Valentina despertaba, lo primero que harían sería una reunión para ver aquellas fotografías y revivir viejos recuerdos de la gran amistad que tienen entre todas.

—Valentina —Janice entro a la habitación—. ¡No creerás lo que he encontrado!

Janice saco su cartera y de ella la fotografía en donde se encontraba ella parada a la orilla del mar.

—Es la fotografía que me tomaste el día en que nos escapamos para un día de diversión, ¿lo recuerdas? Fue maravilloso, inclusive las demás ni siquiera se enteraron de nuestro pequeño paseo hasta que se los contamos.

Juliana iba a entrar a la habitación, pero escucho que alguien más estaba dentro, entreabrió la puerta y miro que era Janice quien estaba allí con una sonrisa, Juliana sonrió al verla allí, no quería interrumpir así que se quedó afuera esperando y escuchando lo que Janice estaba diciendo.

—Además encontré la caja de zapatos donde están las demás fotografías, hay demasiadas, despierta pronto para que podamos reunirnos con botanas y refresco mientras escuchamos música y compartimos recuerdos, será una reunión maravillosa como antes.

—Perdón si no he venido tanto a platicar contigo, he venido, pero no a verte a ti, solo me la paso viendo tus avances y me alegra que estés mejorando bien, me pone muy feliz eso, pero... me gustaría tener el tiempo del mundo para venir más seguido y conversar contigo, la rutina me mata, pero las amigas me salvan, siempre ha sido así y lo sabes perfectamente, tú misma has dicho lo mismo. Creo lo que me pone feliz es que Juliana a cada rato nos recuerde a todas que no estamos completas, que falta alguien. Y es cierto, no es lo mismo sin tus sarcásticos comentarios y quejas, nos haces falta Valentina.

Juliana sonrió cuando escucho eso, por inercia abrió el libro que tenía en sus manos y miro la nota que estaba escrita.

"Dicen que muchas cosas nos hacen recordar por qué seguimos aquí, y eso es cierto, a veces no nos damos cuenta de esos detalles, pero sé que tu Juls, te das cuenta y se los haces saber a los demás."

Juliana entro en la habitación con una sonrisa saludando a Janice e invitándola a leer junto a ella para Valentina.

Mi Bella Durmiente |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora